Por: Silvia González
Nuestro estado está naciendo a nuevas tradiciones, una de ellas es la vendimia. Vendimia significa cortar la uva, y hay que festejar el fruto sano que da la tierra, como se trata de hacer vino, una cosa lleva a otra y la fiesta se arma sola. Una actividad importante en una vendimia era la pisada de la uva, solían hacerlo las mujeres, por su bajo peso era menos riesgo de machacar las semillas que podrían aportar amargor al vino. Hoy, ya hay unas extraordinarias máquinas para reventar la uva mientras el viñador degusta unos Tiktok en su celular, pero el pisado se quedó como tradición.
Los estados que tienen fiestas de la vendimia más notorias son Valle de Guadalupe en Baja California, Querétaro, Guanajuato y Coahuila. En Valle de Guadalupe, que es un milagro económico alrededor del turismo enológico, habrá desde innumerables catas hasta verbenas con cantantes consagrados, concursos de paellas, comida gourmet por todos lados (cosa en la que son expertos y me consta porque pedí para llevar un burrito de desayuno y me sorprendí de que llevara queso panela, aceite de oliva y hierbas finas), y el disfrute de más de 150 etiquetas. Ah, y por supuesto puede usted disfrutar de los tacos de langosta con frijoles, de frente al mar, en el pueblo de Puerto Nuevo, cuando vaya de regreso al aeropuerto de Tijuana, ¡yumi!
En Querétaro, la Ruta del Queso y el Vino incluye al Pueblo Mágico de Tequisquiapan y el servicio de paseos en globo aerostático para ver los viñedos; Guanajuato no se queda atrás con su precioso y bien conservado San Miguel de Allende, donde uno siente que se trasladó a los tiempos de la Colonia entre tantas calles empedradas y antiguas.
Y por supuesto también Parras, en Coahuila, tiene su vendimia en Casa Madero, la más antigua vinícola de América y que cuenta con una extraordinaria página de su historia en la Web para que los fanáticos como yo, de la historia y el vino, nos deleitemos leyendo sus avatares.
Querido lector, lectora, lo importante aquí es promover que se consuma nuestro vino, porque como todas esas cosas graciosas que tenemos resulta que es más caro el impuesto por producir vino y venderlo aquí en México que exportarlo, es por eso que los vinos chilenos son tan baratos.
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SGD
MIEMBRO AECHI
