/ jueves 25 de junio de 2020

Chihuahua en naranja y la movilidad social

El estado de Chihuahua acaba de iniciar totalmente la etapa de naranja de acuerdo con el semáforo para la pandemia Covid-19, después de que la semana pasada lo hiciera en forma parcial.

Este paso se realiza con un saldo de 3,377 contagiados confirmados y 562 fallecimientos en la entidad, como lo dio a conocer el vocero de salud estatal al concluir la primera semana cuando la mayoría de los municipios chihuahuenses probaron la apertura en naranja.

El médico Arturo Valenzuela advirtió de que si continuaba el incremento de contagiados y muertes por la epidemia, se regresaría al rojo, lo cual es probable debido a que una buena parte de los chihuahuenses no acatan la sana distancia y las otras medidas de prevención.

El uso del tapabocas si bien es obligatorio en los lugares públicos, una buena parte de los ciudadanos omiten su uso inclusive en lugar concurridos como tianguis y calles.

El mal ejemplo de algunos políticos que por su imagen tampoco lo utilizan motiva a que bastantes mexicanos tampoco lo hagan por distintos motivos. El propio presidente López Obrador nunca lo ha empleado ni en sus giras, pese a la recomendación pública que le hiciera el Premio Nobel de Química.

El asunto es mundial pues otros líderes populistas como Trump y Bolsanaro no se ponen el tapabocas, además de continuar arengando a sus multitudes seguidoras para que reanuden sus actividades públicas a pesar de que sus países son los punteros en víctimas del coronavirus.

En esta capital chihuahuense la movilidad aumentó un 35% de acuerdo con Google en la primera semana en naranja, lo cual desde luego a su vez incrementa los riesgos de contagio.

El municipio con mayor número de casos de Covid-19 es desde luego Juárez pues además de contar con la población más numerosa de la entidad es frontera. Su vecina ciudad texana en sólo en dos días aumentó en 310 los casos de contagios para llegar a casi los 5 mil, más de los detectados en todo el estado de Chihuahua.

La controversia iniciada desde que comenzó la cuarentena por el coronavirus sigue siendo la misma: aplicar un aislamiento drástico o liberar sobre todo las actividades económicas.

El naranja es una fase menor a la roja, por lo tanto con un mayor riesgo, por lo que algunos especialistas médicos recomiendan continuar con la roja, pero las necesidades de la mayoría de la población presionan para intentar regresar a su anterior normalidad.

La “nueva normalidad” no deja de ser una mezcla rara de la antigua normalidad y la implantada por la pandemia, por lo que ahora dependerá de cada quien extremar sus precauciones o arriesgarse a reanudar su vida social.

La realidad es que la nueva situación es compleja y difícil de enfrentar ya que estamos ante un fenómeno nuevo en cuanto a sus efectos e incierto futuro.

La movilidad social por consiguiente debe ser como recomiendan las autoridades, prudente y cautelosa para evitar pasar a ser parte de las cifras de contagiados. No es una tarea fácil pero no nos queda de otra hasta que los laboratorios puedan tener una vacuna que sea aplicable para todos los humanos que habitamos este agobiado planeta.

El estado de Chihuahua acaba de iniciar totalmente la etapa de naranja de acuerdo con el semáforo para la pandemia Covid-19, después de que la semana pasada lo hiciera en forma parcial.

Este paso se realiza con un saldo de 3,377 contagiados confirmados y 562 fallecimientos en la entidad, como lo dio a conocer el vocero de salud estatal al concluir la primera semana cuando la mayoría de los municipios chihuahuenses probaron la apertura en naranja.

El médico Arturo Valenzuela advirtió de que si continuaba el incremento de contagiados y muertes por la epidemia, se regresaría al rojo, lo cual es probable debido a que una buena parte de los chihuahuenses no acatan la sana distancia y las otras medidas de prevención.

El uso del tapabocas si bien es obligatorio en los lugares públicos, una buena parte de los ciudadanos omiten su uso inclusive en lugar concurridos como tianguis y calles.

El mal ejemplo de algunos políticos que por su imagen tampoco lo utilizan motiva a que bastantes mexicanos tampoco lo hagan por distintos motivos. El propio presidente López Obrador nunca lo ha empleado ni en sus giras, pese a la recomendación pública que le hiciera el Premio Nobel de Química.

El asunto es mundial pues otros líderes populistas como Trump y Bolsanaro no se ponen el tapabocas, además de continuar arengando a sus multitudes seguidoras para que reanuden sus actividades públicas a pesar de que sus países son los punteros en víctimas del coronavirus.

En esta capital chihuahuense la movilidad aumentó un 35% de acuerdo con Google en la primera semana en naranja, lo cual desde luego a su vez incrementa los riesgos de contagio.

El municipio con mayor número de casos de Covid-19 es desde luego Juárez pues además de contar con la población más numerosa de la entidad es frontera. Su vecina ciudad texana en sólo en dos días aumentó en 310 los casos de contagios para llegar a casi los 5 mil, más de los detectados en todo el estado de Chihuahua.

La controversia iniciada desde que comenzó la cuarentena por el coronavirus sigue siendo la misma: aplicar un aislamiento drástico o liberar sobre todo las actividades económicas.

El naranja es una fase menor a la roja, por lo tanto con un mayor riesgo, por lo que algunos especialistas médicos recomiendan continuar con la roja, pero las necesidades de la mayoría de la población presionan para intentar regresar a su anterior normalidad.

La “nueva normalidad” no deja de ser una mezcla rara de la antigua normalidad y la implantada por la pandemia, por lo que ahora dependerá de cada quien extremar sus precauciones o arriesgarse a reanudar su vida social.

La realidad es que la nueva situación es compleja y difícil de enfrentar ya que estamos ante un fenómeno nuevo en cuanto a sus efectos e incierto futuro.

La movilidad social por consiguiente debe ser como recomiendan las autoridades, prudente y cautelosa para evitar pasar a ser parte de las cifras de contagiados. No es una tarea fácil pero no nos queda de otra hasta que los laboratorios puedan tener una vacuna que sea aplicable para todos los humanos que habitamos este agobiado planeta.