/ martes 6 de abril de 2021

Chihuahua Futura en el agro

Agroindustria y Alimentación Avanzada son otros de los temas torales del proyecto Chihuahua Futura. Es por ello que hoy mencionaremos al menos de manera somera las metas y miras del proyecto chihuahuense en este tema.

Al día de hoy, nuestros sistemas productivos agrícolas requieren aún de desarrollo, de innovación e implementación de métodos modernos productivos, pasar de tecnologías ancestrales como el trapiche que el gobierno federal menciona como una de las mejores opciones de producción agrícola, a los métodos donde, a través de colaboración, del trabajo de investigadores de universidades y empresas, logremos ayudar a los productores de cualquier nivel a tener tecnología, métodos asequibles y efectivos, con métodos de financiamiento que permita sea para todos, aun para aquellos con posibilidades más limitadas.

La idea es fortalecer los trabajos de investigación en mejorar la productividad de las tierras, mantener sus cualidades productivas y dar valor agregado superior por hectárea a los que las laboren, así como buscar la verdadera sustentabilidad, con métodos de ahorro de aguas y mejorando su aprovechamiento, tan crítico en nuestros tiempos como podemos recordar y ahora revivir al reiniciar el ciclo agrícola.

Tenemos tarea ardua y cuesta arriba, dadas las condiciones de adversidad en programas de apoyo al agro del gobierno federal, que han sido reducidos y se enfocan en proyectos poco productivos y de futuros cortos como la refinería que será en menos de 20 años un “elefante blanco” ante las tecnologías de transportes eléctricos.

Pero queda aún la tarea pendiente de la transformación de los productos básicos, para traducirlos en empresas agrícolas y no sólo en productores agrícolas, lo cual representa enormes diferencias en precios finales, además de la generación de empleos, desarrollo de tecnologías y diversificación de productos. Tenemos ya algunos ejemplos de transformación, como los elaborados en la región de la entrada de la sierra, en Cuauhtémoc, Guerrero y algunos poblados del área donde se desarrollan productos sanos y naturales, con reducción de gastos de transporte y valores agregados por los mismos productores.

Qué mejor que ver la elaboración sofisticada de productos derivados de la nuez, del cacahuate, de la manzana, del durazno, algo más que chiles chipotles que, debemos reconocer, son de fama internacional. En fin, tener una gama de productos que nos den solidez y menos repercusiones de los precios internacionales de los “comodities” agrícolas, y valgamos por productos finales.

Esto es pues, aunque sólo en parte, otra línea de acción de los que Chihuahua Futura es y debe representar para nuestra sociedad, un proyecto de chihuahuenses para chihuahuenses, de todos nosotros y con esas miras de mejorar las condiciones de vida, mejora en los ingresos per cápita y dar trabajos de largo plazo, y como reitero cada vez, no limosnas que no tienen certeza de ser siquiera de mediano plazo.

Debo reconocer y agradecer que haya dado inicio a su campaña Maru Campos en la mayor región agrícola del estado, zona de mayor peligro para su subsistencia este año, puesta en entredicho en el 2020, deseamos esa región siga siendo la vencedora del desierto, antes de tipo geográfico y ahora de poder.

Demos pasos firmes en desarrollar nuestro campo de manera efectiva y bien planeada, sin improvisaciones ni ideas retrogradas, involucraremos a las universidades y los centros de investigación para dar pertenencia y solidez a las acciones a tomar.

¡Chihuahua Futura es de todos los chihuahuenses!

Agroindustria y Alimentación Avanzada son otros de los temas torales del proyecto Chihuahua Futura. Es por ello que hoy mencionaremos al menos de manera somera las metas y miras del proyecto chihuahuense en este tema.

Al día de hoy, nuestros sistemas productivos agrícolas requieren aún de desarrollo, de innovación e implementación de métodos modernos productivos, pasar de tecnologías ancestrales como el trapiche que el gobierno federal menciona como una de las mejores opciones de producción agrícola, a los métodos donde, a través de colaboración, del trabajo de investigadores de universidades y empresas, logremos ayudar a los productores de cualquier nivel a tener tecnología, métodos asequibles y efectivos, con métodos de financiamiento que permita sea para todos, aun para aquellos con posibilidades más limitadas.

La idea es fortalecer los trabajos de investigación en mejorar la productividad de las tierras, mantener sus cualidades productivas y dar valor agregado superior por hectárea a los que las laboren, así como buscar la verdadera sustentabilidad, con métodos de ahorro de aguas y mejorando su aprovechamiento, tan crítico en nuestros tiempos como podemos recordar y ahora revivir al reiniciar el ciclo agrícola.

Tenemos tarea ardua y cuesta arriba, dadas las condiciones de adversidad en programas de apoyo al agro del gobierno federal, que han sido reducidos y se enfocan en proyectos poco productivos y de futuros cortos como la refinería que será en menos de 20 años un “elefante blanco” ante las tecnologías de transportes eléctricos.

Pero queda aún la tarea pendiente de la transformación de los productos básicos, para traducirlos en empresas agrícolas y no sólo en productores agrícolas, lo cual representa enormes diferencias en precios finales, además de la generación de empleos, desarrollo de tecnologías y diversificación de productos. Tenemos ya algunos ejemplos de transformación, como los elaborados en la región de la entrada de la sierra, en Cuauhtémoc, Guerrero y algunos poblados del área donde se desarrollan productos sanos y naturales, con reducción de gastos de transporte y valores agregados por los mismos productores.

Qué mejor que ver la elaboración sofisticada de productos derivados de la nuez, del cacahuate, de la manzana, del durazno, algo más que chiles chipotles que, debemos reconocer, son de fama internacional. En fin, tener una gama de productos que nos den solidez y menos repercusiones de los precios internacionales de los “comodities” agrícolas, y valgamos por productos finales.

Esto es pues, aunque sólo en parte, otra línea de acción de los que Chihuahua Futura es y debe representar para nuestra sociedad, un proyecto de chihuahuenses para chihuahuenses, de todos nosotros y con esas miras de mejorar las condiciones de vida, mejora en los ingresos per cápita y dar trabajos de largo plazo, y como reitero cada vez, no limosnas que no tienen certeza de ser siquiera de mediano plazo.

Debo reconocer y agradecer que haya dado inicio a su campaña Maru Campos en la mayor región agrícola del estado, zona de mayor peligro para su subsistencia este año, puesta en entredicho en el 2020, deseamos esa región siga siendo la vencedora del desierto, antes de tipo geográfico y ahora de poder.

Demos pasos firmes en desarrollar nuestro campo de manera efectiva y bien planeada, sin improvisaciones ni ideas retrogradas, involucraremos a las universidades y los centros de investigación para dar pertenencia y solidez a las acciones a tomar.

¡Chihuahua Futura es de todos los chihuahuenses!