/ miércoles 19 de junio de 2019

Chihuahua oculta a sus muertos

Catalogado como un problema histórico, la información de que Chihuahua ha estado ocultando las cifras de muertos pasó un tanto desapercibida, a pesar de la relevancia de ésta. Así lo arrojó una investigación de El Universal, aliado con Google News Initiative, que abarca los años 2005 al 2019.

El señalamiento ha sido claro: Los medios, la prensa o como usted quiera llamarle, ha dejado de publicar noticias sobre los asesinatos que se cometen en el país, lo que contrasta con los señalamientos de algunos grupos sociales que han dejado ver que la nota roja tiene “demasiado” espacio en los espacios informativos.

Sobre el silencio de los homicidios, se señala que Chihuahua, junto con Nayarit y Baja California Sur, son las que menos información periodística generaron en relación con lo que se vive actualmente en sus territorios.

Se habla de un silencio abrupto en algunos casos, pero poco se detalla, en ese estudio, sobre lo difícil que fue para el periodista sobrevivir a las coberturas en el lugar de los hechos, donde incluso llegaban antes que las propias autoridades, que casualmente hacían su arribo cuando los atacantes ya se habían ido.

Tampoco se habla de los ataques que recibieron los comunicadores, cuyos asesinatos suman 22 del año 2000 a la fecha, lo que pudiera hablar de una autocensura por temor a ver en riesgo su integridad.

Y mientras no haya condiciones para poder ejercer el derecho a informar y ser informado, las cifras exactas de los crímenes no podremos conocerlas, así como tampoco los resultados y el nivel de cumplimiento de la justicia, así como su comparación con la impunidad, uno de los problemas que más lacera a nuestra sociedad.


Catalogado como un problema histórico, la información de que Chihuahua ha estado ocultando las cifras de muertos pasó un tanto desapercibida, a pesar de la relevancia de ésta. Así lo arrojó una investigación de El Universal, aliado con Google News Initiative, que abarca los años 2005 al 2019.

El señalamiento ha sido claro: Los medios, la prensa o como usted quiera llamarle, ha dejado de publicar noticias sobre los asesinatos que se cometen en el país, lo que contrasta con los señalamientos de algunos grupos sociales que han dejado ver que la nota roja tiene “demasiado” espacio en los espacios informativos.

Sobre el silencio de los homicidios, se señala que Chihuahua, junto con Nayarit y Baja California Sur, son las que menos información periodística generaron en relación con lo que se vive actualmente en sus territorios.

Se habla de un silencio abrupto en algunos casos, pero poco se detalla, en ese estudio, sobre lo difícil que fue para el periodista sobrevivir a las coberturas en el lugar de los hechos, donde incluso llegaban antes que las propias autoridades, que casualmente hacían su arribo cuando los atacantes ya se habían ido.

Tampoco se habla de los ataques que recibieron los comunicadores, cuyos asesinatos suman 22 del año 2000 a la fecha, lo que pudiera hablar de una autocensura por temor a ver en riesgo su integridad.

Y mientras no haya condiciones para poder ejercer el derecho a informar y ser informado, las cifras exactas de los crímenes no podremos conocerlas, así como tampoco los resultados y el nivel de cumplimiento de la justicia, así como su comparación con la impunidad, uno de los problemas que más lacera a nuestra sociedad.


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