/ martes 14 de enero de 2020

Chihuahua; primero la sangre que una sola gota de agua

Todo indica que a los funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), les está quedando demasiado grande el chaleco, ya que aunado con el problema del agua donde pretenden que Chihuahua además de que pague sólo la añeja deuda con Estados Unidos, que de acuerdo al tratado internacional de 1944, además la deben de pagar Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, quieren que de pasadita apoyen con mucho más del vital líquido a Nuevo León y Tamaulipas, principalmente a ésta última entidad, con más de un millón de metros cúbicos, lo que representa prácticamente dos regadíos del Distrito en el Riego 05, y dura afectación a los demás, como Ojinaga, que se proveen de las mismas fuentes de abastecimiento y otros distritos con diferentes fuentes, pero con el mismo problema, lo que resulta natural y materialmente imposible.

Escribo esto el miércoles por la noche, por razones del tiempo en el periódico, y se me sustrae de algunos eventos tan importantes como la reunión con los productores del Distrito de Riego 05, con la gente nacional y local de la Conagua, que inicialmente estaba fijada para el 7 de enero y donde unilateralmente la cambió la autoridad del agua para el jueves 9, para determinar el volumen relacionado con el caso y, que necesariamente fijarán el rumbo, un rumbo que por nada podría ser una excedencia en la entrega de agua por parte de Chihuahua, de acuerdo a lo estipulado en el Tratado Binacional del 44.

Muchos factores inciden para concluir que todas las autoridades federales buscan terminar perjudicando a Chihuahua, quizá no porque les caigamos mal o tengan ganas de fregarnos, sino porque creen que es la postura más fácil para combatir la sequía que padece Tamaulipas. Es por ello que la reunión original del 7 de enero se cambió al 9 porque se dieron cuenta que no sería tan fácil despojar a Chihuahua del vital líquido, de ahí que el nuevo director de la Conagua en Chihuahua, Baldemar Méndez Fuentes, encabezó una particular campaña en la que aseguró a quien lo quiso escuchar que no se abrirían las presas y que no se sacaría del estado ninguna gota de agua que no autorizaran los productores chihuahuenses.

El real origen de la discriminación a los chihuahuenses, no nada más en el agua, seguramente es la misma que ha venido pesando a lo largo de todos los gobiernos federales, que Chihuahua, representa únicamente el 3% del padrón federal electoral, es decir los votos locales en las elecciones federales, poco o nada les importan primero a los candidatos y después a los presidentes, aunque siempre se olvidan que las elecciones se pueden ganar o perder hasta con un solo voto, aunque tampoco no deja de ser un decir, porque nadie va a reconocer el triunfo o la derrota cuando la diferencia es un solo o 100 o mil votos.

Pero volviendo al tema real, la verdad es que la Federación se equivocó de tontejos si pensó que en Chihuahua iba a encontrar a los productores a quien les iba a quitar el agua como quitarle a un niño un dulce, lo que quiere decir que no conocen la historia del estado, que no saben del esfuerzo de los “Vencedores del Desierto”, no solamente de Delicias, sino de toda la columna vertebral de la entidad, para lograr los vergeles que han logrado construir y que alimentan no solamente a los habitantes del estado, sino a considerable número de mexicanos.

No saben las autoridades federales que Chihuahua aporta gustosa el agua que le corresponde en el Tratado Internacional del Agua de 1944, porque sabe que esto hace que grandes valles de Baja California y Sonora se vuelvan productivos y den trabajo a cientos o miles de hombres del campo que se ven beneficiados gracias a la aportación de millones de metros cúbicos, con las demasías, además de lo correspondiente en el tratado, que dan los productores de Chihuahua.

¿Qué caso tuvo la pospuesta de la reunión del martes 7 al jueves 9 de la Conagua, con los productores, si el propósito original ya estaba definido de que no hay agua para Tamaulipas, ni para Nuevo León, ni para nadie, porque apenas hay para Chihuahua, así de sencillo?

¿Por qué no se aprovechó esa reunión para buscar una indemnización para los productores de Chihuahua por el agua que se entrega y que hace que nuestros hermanos de otras partes del país tengan trabajo, si se estima que se podrían lograr alrededor de 20 millones de dólares, nada más para mejoras del Distrito de Riego 05 o por qué algo tan sencillo como legalizar el volumen de agua de la Unidad San José en el municipio de Meoqui, principalmente porque tiene algunas zonas ya en Delicias?

Por último, hay muchas situaciones que se podrían alegar y exigir, pero porque en lugar de fregar al trabajador no devuelven un poco más de cada peso que la Federación se lleva y que regresa unos cuantos centavos en apoyos, cuando en entidades del sureste, principalmente, tienen siglos devolviendo hasta dos pesos por cada peso que cobran de impuesto.

¿Necesitará Chihuahua separarse de la Federación para poder crecer? Porque primero la sangre que una sola gota de agua.

Solo Dios.

Todo indica que a los funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), les está quedando demasiado grande el chaleco, ya que aunado con el problema del agua donde pretenden que Chihuahua además de que pague sólo la añeja deuda con Estados Unidos, que de acuerdo al tratado internacional de 1944, además la deben de pagar Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, quieren que de pasadita apoyen con mucho más del vital líquido a Nuevo León y Tamaulipas, principalmente a ésta última entidad, con más de un millón de metros cúbicos, lo que representa prácticamente dos regadíos del Distrito en el Riego 05, y dura afectación a los demás, como Ojinaga, que se proveen de las mismas fuentes de abastecimiento y otros distritos con diferentes fuentes, pero con el mismo problema, lo que resulta natural y materialmente imposible.

Escribo esto el miércoles por la noche, por razones del tiempo en el periódico, y se me sustrae de algunos eventos tan importantes como la reunión con los productores del Distrito de Riego 05, con la gente nacional y local de la Conagua, que inicialmente estaba fijada para el 7 de enero y donde unilateralmente la cambió la autoridad del agua para el jueves 9, para determinar el volumen relacionado con el caso y, que necesariamente fijarán el rumbo, un rumbo que por nada podría ser una excedencia en la entrega de agua por parte de Chihuahua, de acuerdo a lo estipulado en el Tratado Binacional del 44.

Muchos factores inciden para concluir que todas las autoridades federales buscan terminar perjudicando a Chihuahua, quizá no porque les caigamos mal o tengan ganas de fregarnos, sino porque creen que es la postura más fácil para combatir la sequía que padece Tamaulipas. Es por ello que la reunión original del 7 de enero se cambió al 9 porque se dieron cuenta que no sería tan fácil despojar a Chihuahua del vital líquido, de ahí que el nuevo director de la Conagua en Chihuahua, Baldemar Méndez Fuentes, encabezó una particular campaña en la que aseguró a quien lo quiso escuchar que no se abrirían las presas y que no se sacaría del estado ninguna gota de agua que no autorizaran los productores chihuahuenses.

El real origen de la discriminación a los chihuahuenses, no nada más en el agua, seguramente es la misma que ha venido pesando a lo largo de todos los gobiernos federales, que Chihuahua, representa únicamente el 3% del padrón federal electoral, es decir los votos locales en las elecciones federales, poco o nada les importan primero a los candidatos y después a los presidentes, aunque siempre se olvidan que las elecciones se pueden ganar o perder hasta con un solo voto, aunque tampoco no deja de ser un decir, porque nadie va a reconocer el triunfo o la derrota cuando la diferencia es un solo o 100 o mil votos.

Pero volviendo al tema real, la verdad es que la Federación se equivocó de tontejos si pensó que en Chihuahua iba a encontrar a los productores a quien les iba a quitar el agua como quitarle a un niño un dulce, lo que quiere decir que no conocen la historia del estado, que no saben del esfuerzo de los “Vencedores del Desierto”, no solamente de Delicias, sino de toda la columna vertebral de la entidad, para lograr los vergeles que han logrado construir y que alimentan no solamente a los habitantes del estado, sino a considerable número de mexicanos.

No saben las autoridades federales que Chihuahua aporta gustosa el agua que le corresponde en el Tratado Internacional del Agua de 1944, porque sabe que esto hace que grandes valles de Baja California y Sonora se vuelvan productivos y den trabajo a cientos o miles de hombres del campo que se ven beneficiados gracias a la aportación de millones de metros cúbicos, con las demasías, además de lo correspondiente en el tratado, que dan los productores de Chihuahua.

¿Qué caso tuvo la pospuesta de la reunión del martes 7 al jueves 9 de la Conagua, con los productores, si el propósito original ya estaba definido de que no hay agua para Tamaulipas, ni para Nuevo León, ni para nadie, porque apenas hay para Chihuahua, así de sencillo?

¿Por qué no se aprovechó esa reunión para buscar una indemnización para los productores de Chihuahua por el agua que se entrega y que hace que nuestros hermanos de otras partes del país tengan trabajo, si se estima que se podrían lograr alrededor de 20 millones de dólares, nada más para mejoras del Distrito de Riego 05 o por qué algo tan sencillo como legalizar el volumen de agua de la Unidad San José en el municipio de Meoqui, principalmente porque tiene algunas zonas ya en Delicias?

Por último, hay muchas situaciones que se podrían alegar y exigir, pero porque en lugar de fregar al trabajador no devuelven un poco más de cada peso que la Federación se lleva y que regresa unos cuantos centavos en apoyos, cuando en entidades del sureste, principalmente, tienen siglos devolviendo hasta dos pesos por cada peso que cobran de impuesto.

¿Necesitará Chihuahua separarse de la Federación para poder crecer? Porque primero la sangre que una sola gota de agua.

Solo Dios.