Por: Jorge Cruz Camberos
En nuestra entrega pasada hablamos específicamente de la necesidad que tenemos los chihuahuenses -como ciudad- de crear una nueva ecuación que nos lleve a lograr un Chihuahua más potente, activo y competitivo.
En la última parte explicamos la importancia de que instancias como el Coder y Coplademun existan y hoy ahondaremos en ello: El Consejo de Desarrollo Regional es una unidad totalmente independiente a partidos políticos, cuya misión es colaborar a través de recomendaciones, análisis, procesamiento del contexto actual y diseño de nuevas soluciones para los principales problemas de nuestro entorno local.
El actuar del Coder y Coplademun es de gran ayuda, ya que ambos tienen una perspectiva diferente a los gobiernos, una visión de largo plazo que va más allá de un trienio o sexenio. Son instancias que propician un espacio de diálogo y discusión de temas trascendentales, así como un nido de nuevas iniciativas públicas en temas económicos, basándose en evidencia, datos y registros, y no en impulsos alocados por intereses personales, siempre va por enfrente el bien común.
Por ejemplo, les puedo decir que el Coder hace recomendaciones al área de Planeación de cualquier gobierno para generar proyectos de naturaleza social, fijando de este modo planes con sus reales objetivos y dando seguimiento a los resultados para volver a replantear proyectos.
Este nodo llamado Coder, que es parte de toda una red, reúne los principales proyectos definidos por la visión de Chihuahua Futura, para poder competir como Municipio de forma global. De ahí nace la propuesta que bien adopta hoy el presidente municipal, “ser una ciudad más competitiva”, pero también más emprendedora y la más inteligente del país.
Esa red a la que pertenecemos debe tener claros aspectos fundamentales como las áreas competitivas que tenemos, hacia dónde vamos y cuáles son los objetivos a evolucionar.
Ejemplo claro de esto es el cómo transformar sus fortalezas en el sector automotriz y aeroespacial para migrar a la electromovilidad. De igual manera, cómo pasar de ser líderes en producción en el sector primario a transformarlos en productos y marcas con valor agregado para el sector alimenticio. Por otro lado, explorar la forma en que podemos lograr que las Pymes sean parte de la cadena industrial y lleguen a ser negocios de talla internacional.
Quienes integramos esta red debemos colaborar y participar en el crecimiento de la ciudad, pero sin perder la visión regional, involucrando a la zona Centro-Sur y Occidente del Estado y la frontera, sea Juárez u Ojinaga, pues necesitamos que también el resto del estado se desarrolle a través del fortalecimiento de la infraestructura de logística del estado, sus carreteras, el sistema férreo, aeropuertos y cruces fronterizos, entre otros.
Será crucial entonces compartir a nuestra población el éxito que obtengamos, así como al resto del país, pues si diseñamos ferias, festivales, fortalecemos el Centro de Convenciones, propiciamos foros para difundir lo que estamos haciendo bien en Chihuahua o eventos como el Congreso de Competitividad que se tendrá en el próximo verano, podremos avanzar más rápido hacia nuestros objetivos.
Dentro de estas ideas está contemplado también -por obvias razones- un festival muy importante que busca el reconocimiento de la ciudad como “ciudad creativa” ante la Unesco, y así podremos usar la Feria de Santa Rita o el Festival Vaquero para promocionar nuestra agroindustria, ganadería y la fuerza que tiene nuestra industria.
Todo esto requiere de una continuidad y apoyo de los tres sectores por un tiempo prolongado y definido, así que la tarea está puesta, la chamba nos compete a todos. Hasta pronto.
