/ miércoles 20 de abril de 2022

Cómo actuamos las empresas frente a la corrupción 

Uno de los grandes problemas que tiene nuestro país es sin duda la corrupción, ya que se estima que nos cuesta entre el 2% y el 10% del PIB nacional, según el Foro Económico Mundial y la OEA. Si tomamos una media del 5%, la corrupción nos costaría 831 mil millones de pesos, lo que equivale a casi la totalidad del presupuesto anual del Instituto Mexicano del Seguro Social, y los más afectados son aquellas personas que menos ingresos tienen.

Generalmente cuando pensamos o hablamos de corrupción imaginamos a gobiernos, gobernantes o funcionarios públicos relacionados con algunos empresarios, ya sean empresas ya existentes o empresas formadas para realizar ese negocio.

En el sector productivo de Chihuahua estamos convencidos de que la corrupción también existe entre privados, por lo cual hay ciertas prácticas que usamos para bajar el riesgo de la corrupción, tal como es el contratar mujeres para los puestos de compras en empresas industriales, asumiendo que la mujer es más íntegra y difícil de corromper, por poner un ejemplo.

Otra de las acciones es implementar programas de integridad o anticorrupción en nuestras empresas, iniciando por enseñarles cómo hacer un código de ética sencillo pero funcional.

En conjunto con Alliance for Integrity promovemos el programa “No eXcusas”, del cual a continuación les presento las 10 excusas más frecuentes para cometer conductas corruptas:

  1. No sabía que era corrupción.

  2. No lo hice por mí, ¡lo hice por mi organización!

  3. Nadie sale perjudicado ¡todos nos beneficiamos!

  4. Usted no entiende cómo se hacen los negocios aquí.

  5. Si no lo hacemos nosotros, alguien más lo hará.

  6. Las leyes y sanciones son injustas.

  7. Se necesitan terceros para gestionar los trámites.

  8. No contamos con la capacidad para tener un programa anticorrupción.

  9. Nosotros somos Pymes y sólo se castiga a las empresas grandes.

  10. ¡No sé cómo reaccionar ante la corrupción!

En las empresas diariamente nos enfrentamos a la corrupción, con grandes obstáculos burocráticos, la alta fiscalización, licitaciones amañadas, trámites complicados y engorrosos, con un débil Estado de Derecho que no lucha por combatir este mal que aqueja a nuestra sociedad.

Como empresarios no podemos hacernos de la vista gorda, es necesario y posible vencer a la corrupción, iniciando como siempre, desde nuestras empresas. Seamos agentes de cambio para establecer una cultura de integridad.

Francisco Santini Ramos

Ingeniero civil. Presidente del Centro de Responsabilidad Social para el Desarrollo Sostenible.


Uno de los grandes problemas que tiene nuestro país es sin duda la corrupción, ya que se estima que nos cuesta entre el 2% y el 10% del PIB nacional, según el Foro Económico Mundial y la OEA. Si tomamos una media del 5%, la corrupción nos costaría 831 mil millones de pesos, lo que equivale a casi la totalidad del presupuesto anual del Instituto Mexicano del Seguro Social, y los más afectados son aquellas personas que menos ingresos tienen.

Generalmente cuando pensamos o hablamos de corrupción imaginamos a gobiernos, gobernantes o funcionarios públicos relacionados con algunos empresarios, ya sean empresas ya existentes o empresas formadas para realizar ese negocio.

En el sector productivo de Chihuahua estamos convencidos de que la corrupción también existe entre privados, por lo cual hay ciertas prácticas que usamos para bajar el riesgo de la corrupción, tal como es el contratar mujeres para los puestos de compras en empresas industriales, asumiendo que la mujer es más íntegra y difícil de corromper, por poner un ejemplo.

Otra de las acciones es implementar programas de integridad o anticorrupción en nuestras empresas, iniciando por enseñarles cómo hacer un código de ética sencillo pero funcional.

En conjunto con Alliance for Integrity promovemos el programa “No eXcusas”, del cual a continuación les presento las 10 excusas más frecuentes para cometer conductas corruptas:

  1. No sabía que era corrupción.

  2. No lo hice por mí, ¡lo hice por mi organización!

  3. Nadie sale perjudicado ¡todos nos beneficiamos!

  4. Usted no entiende cómo se hacen los negocios aquí.

  5. Si no lo hacemos nosotros, alguien más lo hará.

  6. Las leyes y sanciones son injustas.

  7. Se necesitan terceros para gestionar los trámites.

  8. No contamos con la capacidad para tener un programa anticorrupción.

  9. Nosotros somos Pymes y sólo se castiga a las empresas grandes.

  10. ¡No sé cómo reaccionar ante la corrupción!

En las empresas diariamente nos enfrentamos a la corrupción, con grandes obstáculos burocráticos, la alta fiscalización, licitaciones amañadas, trámites complicados y engorrosos, con un débil Estado de Derecho que no lucha por combatir este mal que aqueja a nuestra sociedad.

Como empresarios no podemos hacernos de la vista gorda, es necesario y posible vencer a la corrupción, iniciando como siempre, desde nuestras empresas. Seamos agentes de cambio para establecer una cultura de integridad.

Francisco Santini Ramos

Ingeniero civil. Presidente del Centro de Responsabilidad Social para el Desarrollo Sostenible.