/ viernes 30 de octubre de 2020

Comunismo ¡buuu!

La idea “comunista”, a pesar de que el término no se acuñó antes de 1834, es el concepto que sirve para indicar una organización ideal de la sociedad, basada en la propiedad común de los bienes; tiene una historia milenaria; el ejemplo más antiguo de una idea social con trasfondo comunista parece ser la elaborada por Pitágoras de Samos –siglo VI A.C.-; pero sólo hasta “La República de Platón” -siglo III A.C.- se formula como fundamento de una comunidad ideal. Los ideales comunistas de origen cristiano tienen características totalmente diferentes. La visión cristiana de la existencia está dominada por la “Trascendencia”; y la “sociedad justa” se concibe como una condición para hacer que el hombre sea digno de la vida ultraterrena. El más típico de los movimientos comunistas cristianos es el de los Cátaros; que en los siglos XII y XIII predicaron la abolición de la propiedad privada y un ideal de vida absolutamente ascético, basado en el rechazo de todo bien terrenal. De ahí que se afirmara que Cristo fue el primer comunista; pero Cristo nunca promovió modelos políticos ni económicos; pues a Cristo no le interesaba la redención de las organizaciones terrenas, sino la redención espiritual del hombre; a grado tal que a Cristo nunca le interesó formar una iglesia; esas fueron patrañas políticas de los oligarcas espirituales de aquellas y estas épocas.

La conclusión a la que Marx y Engels llegaron con su interpretación de la estructura de la sociedad capitalista fue que ya era necesario abolir la propiedad privada, en la que veían la raíz social de las clases; y de los conflictos de clase. Por todo lo anterior es inviable que alguna vez pueda México llegar al comunismo, pues su mayor socio comercial es EU; uno de los más destacados capitalistas del mundo. Lo que sólo nos permite una economía mixta –capital-socialista-, que busque diluir las diferencias de clase; veamos:

“Economía mixta”.- Es el régimen económico capital-socialista que los gobiernos mexicanos postrevolucionarios han privilegiado -algunos de ellos sólo en apariencia-. Ante una relación ineluctable con los EU, ha resultado la mejor opción. Se trata de impedir… un “capitalismo” sin orientación final de beneficio social; que no tenga monopolios ni latifundios, ni ausencia de legislación jurídica y sin impunidad judicial; y un “socialismo”, respetuoso de la propiedad privada que haya sido previamente deslindada, definida y regulada por la ley, aunque ésta no defina topes de enriquecimiento.

Esto es… ser un Estado capital–socialista-, buscando un beneficio social para las masas, apoyada en los impuestos que proveen los capitales, y los empleos que generan; un modelo que fue simulado en México desde hace más de 30 años y hoy reactivado con fidelidad, por la 4T de AMLO; lo que hizo a todos los simuladores y corruptos, “pegar el grito en el cielo”; los que no aceptan que las clases sociales más desprotegidas se fortalezcan con los recursos económicos que ellos se robaban o eludían pagar. Se trata de ejercer un socialismo humanitario para el bienestar común, no sólo para las élites del poder económico y político; ¿es tan difícil de entender, es tan difícil de aceptar? Sólo los indignos corruptos y traidores a la patria; así como los delincuentes comunes, no lo pueden ver.


La idea “comunista”, a pesar de que el término no se acuñó antes de 1834, es el concepto que sirve para indicar una organización ideal de la sociedad, basada en la propiedad común de los bienes; tiene una historia milenaria; el ejemplo más antiguo de una idea social con trasfondo comunista parece ser la elaborada por Pitágoras de Samos –siglo VI A.C.-; pero sólo hasta “La República de Platón” -siglo III A.C.- se formula como fundamento de una comunidad ideal. Los ideales comunistas de origen cristiano tienen características totalmente diferentes. La visión cristiana de la existencia está dominada por la “Trascendencia”; y la “sociedad justa” se concibe como una condición para hacer que el hombre sea digno de la vida ultraterrena. El más típico de los movimientos comunistas cristianos es el de los Cátaros; que en los siglos XII y XIII predicaron la abolición de la propiedad privada y un ideal de vida absolutamente ascético, basado en el rechazo de todo bien terrenal. De ahí que se afirmara que Cristo fue el primer comunista; pero Cristo nunca promovió modelos políticos ni económicos; pues a Cristo no le interesaba la redención de las organizaciones terrenas, sino la redención espiritual del hombre; a grado tal que a Cristo nunca le interesó formar una iglesia; esas fueron patrañas políticas de los oligarcas espirituales de aquellas y estas épocas.

La conclusión a la que Marx y Engels llegaron con su interpretación de la estructura de la sociedad capitalista fue que ya era necesario abolir la propiedad privada, en la que veían la raíz social de las clases; y de los conflictos de clase. Por todo lo anterior es inviable que alguna vez pueda México llegar al comunismo, pues su mayor socio comercial es EU; uno de los más destacados capitalistas del mundo. Lo que sólo nos permite una economía mixta –capital-socialista-, que busque diluir las diferencias de clase; veamos:

“Economía mixta”.- Es el régimen económico capital-socialista que los gobiernos mexicanos postrevolucionarios han privilegiado -algunos de ellos sólo en apariencia-. Ante una relación ineluctable con los EU, ha resultado la mejor opción. Se trata de impedir… un “capitalismo” sin orientación final de beneficio social; que no tenga monopolios ni latifundios, ni ausencia de legislación jurídica y sin impunidad judicial; y un “socialismo”, respetuoso de la propiedad privada que haya sido previamente deslindada, definida y regulada por la ley, aunque ésta no defina topes de enriquecimiento.

Esto es… ser un Estado capital–socialista-, buscando un beneficio social para las masas, apoyada en los impuestos que proveen los capitales, y los empleos que generan; un modelo que fue simulado en México desde hace más de 30 años y hoy reactivado con fidelidad, por la 4T de AMLO; lo que hizo a todos los simuladores y corruptos, “pegar el grito en el cielo”; los que no aceptan que las clases sociales más desprotegidas se fortalezcan con los recursos económicos que ellos se robaban o eludían pagar. Se trata de ejercer un socialismo humanitario para el bienestar común, no sólo para las élites del poder económico y político; ¿es tan difícil de entender, es tan difícil de aceptar? Sólo los indignos corruptos y traidores a la patria; así como los delincuentes comunes, no lo pueden ver.