/ viernes 11 de septiembre de 2020

Conago y federalismo

Los mexicanos estamos organizados políticamente para convivir en entidades federativas, es decir, en partes de un sistema orientado por el principio de autonomía, de autogobierno. La libertad y soberanía de los Estados es el supuesto fundamental del sistema, el cual debe operar como un sólido Estado nacional.

El artículo 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”.

El federalismo es un sistema de gobierno en el cual el poder se comparte bajo una norma suprema. La Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) se define a sí misma como un “foro permanente, el cual busca fortalecer el federalismo mediante mecanismos democráticos, manteniendo claro respeto a las instituciones de México”*.

La Conago, como un espacio para el diálogo entre “pares” que participan voluntariamente, intenta promover la democracia y el federalismo desde las entidades federativas buscando el bienestar público; es, pues, una organización cuya misión es la de plantear y analizar –con voluntad política, por supuesto- temas que tengan que ver con el desarrollo de México.

Hace unos días, los gobernadores que integran la llamada “Alianza Federalista” decidieron, tras una reunión que sostuvieron en Chihuahua, salir de la Conago porque “se ha alejado de su espíritu”, según lo manifestó el gobernador anfitrión, Javier Corral, quien añadió que dichos gobernadores tienen el “propósito de un espacio de diálogo efectivo”. Es decir, la Conago ya les resultó inútil.

Salen de la Conago: Silvano Aureoles, de Michoacán; José Rosas Aispuro, de Durango; Miguel Riquelme, de Coahuila; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; Jaime Rodríguez Calderón, de Nuevo León; Enrique Alfaro, de Jalisco; Martín Orozco; de Aguascalientes; Javier Corral, de Chihuahua; Diego Sinhué Rodríguez, de Guanajuato; y José Ignacio Peralta, de Colima.

El presidente de México, Andrés López Obrador, reaccionó ante la decisión de estos gobernadores declarando que están ejerciendo su libertad, ya que no es obligatorio que estén en dicha asociación de gobernadores. “No veo nada de extraño”, dijo el mandatario nacional.

Pero la salida de los gobernadores de la Conago es un mensaje directo al Presidente de la República: el diálogo y los acuerdos con el Ejecutivo federal no se están dando y la Conago se ha vuelto pura simulación. El federalismo debe ser una realidad en el trato y los acuerdos entre los niveles de gobierno. El federalismo como ejercicio del poder compartido democráticamente. ¿En serio la Conago ya no es federalista?

*(https://www.conago.org.mx/acercade/sobre-la-conago).


Los mexicanos estamos organizados políticamente para convivir en entidades federativas, es decir, en partes de un sistema orientado por el principio de autonomía, de autogobierno. La libertad y soberanía de los Estados es el supuesto fundamental del sistema, el cual debe operar como un sólido Estado nacional.

El artículo 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”.

El federalismo es un sistema de gobierno en el cual el poder se comparte bajo una norma suprema. La Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) se define a sí misma como un “foro permanente, el cual busca fortalecer el federalismo mediante mecanismos democráticos, manteniendo claro respeto a las instituciones de México”*.

La Conago, como un espacio para el diálogo entre “pares” que participan voluntariamente, intenta promover la democracia y el federalismo desde las entidades federativas buscando el bienestar público; es, pues, una organización cuya misión es la de plantear y analizar –con voluntad política, por supuesto- temas que tengan que ver con el desarrollo de México.

Hace unos días, los gobernadores que integran la llamada “Alianza Federalista” decidieron, tras una reunión que sostuvieron en Chihuahua, salir de la Conago porque “se ha alejado de su espíritu”, según lo manifestó el gobernador anfitrión, Javier Corral, quien añadió que dichos gobernadores tienen el “propósito de un espacio de diálogo efectivo”. Es decir, la Conago ya les resultó inútil.

Salen de la Conago: Silvano Aureoles, de Michoacán; José Rosas Aispuro, de Durango; Miguel Riquelme, de Coahuila; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; Jaime Rodríguez Calderón, de Nuevo León; Enrique Alfaro, de Jalisco; Martín Orozco; de Aguascalientes; Javier Corral, de Chihuahua; Diego Sinhué Rodríguez, de Guanajuato; y José Ignacio Peralta, de Colima.

El presidente de México, Andrés López Obrador, reaccionó ante la decisión de estos gobernadores declarando que están ejerciendo su libertad, ya que no es obligatorio que estén en dicha asociación de gobernadores. “No veo nada de extraño”, dijo el mandatario nacional.

Pero la salida de los gobernadores de la Conago es un mensaje directo al Presidente de la República: el diálogo y los acuerdos con el Ejecutivo federal no se están dando y la Conago se ha vuelto pura simulación. El federalismo debe ser una realidad en el trato y los acuerdos entre los niveles de gobierno. El federalismo como ejercicio del poder compartido democráticamente. ¿En serio la Conago ya no es federalista?

*(https://www.conago.org.mx/acercade/sobre-la-conago).