/ martes 30 de julio de 2019

Condiciones

Uno de los sentidos de la palabra “condición” es la estipulación, cada uno de los puntos que se acuerdan en un contrato, o la disposición que establecen las distintas partes de un acuerdo.

Tras declarar que la pretendida construcción del Aeropuerto en Santa Lucía para la capital del país es ambientalmente viable, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) avaló dicha construcción pero estipuló 16 condiciones para llevarla a cabo. Ese aval era algo que se esperaba para dar paso al inicio en firme de la obra, pero el aval de manera condicionada resulta, a nuestro parecer, más que un sí, un modo de exponer que se deben cuidar determinados puntos para evitar riesgos e impactos presentes o futuros.

No está mal que esas condiciones se expliciten, toda vez que a lo largo de nuestra historia la autorización de muchas obras públicas de distintos tipos se efectúa sin entrar a fondo en los riesgos o en los errores o defectos que algún proyecto presente; y eso a nivel federal, estatal o municipal.

El detalle es que, también a nuestro parecer, si bien la autorización toma en cuenta factores que la sustentan, no deja de manifestar que existen puntos que requieren tenerse en cuenta como parte de un proyecto integral, y de ahí las condiciones señaladas.

Amén de la autorización de la Semarnat, existen otros requisitos que el Poder Judicial de la Federación señala para que pueda iniciarse la construcción del Aeropuerto en Santa Lucía.
Tras una encuesta –popular- que “eligió” entre continuar con la construcción del Aeropuerto en Texcoco o iniciar el de Santa Lucía en el Estado de México, las cosas no han marchado bien. No es nuestra intención abogar o defender si el aeropuerto en uno u otro lugar es viable, mejor o peor, o exponer las razones técnicas, prácticas, sociales o financieras que cada construcción proyecta, o las intenciones que pueden subyacer en la construcción del NAIM (Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México). Simplemente expresar que ante una obra de semejante envergadura deben tomarse en cuenta las voces de los expertos y, si fuese necesario, modificar o desechar algún proyecto que no cumpla con las condiciones adecuadas. ¿Lo ven?



Uno de los sentidos de la palabra “condición” es la estipulación, cada uno de los puntos que se acuerdan en un contrato, o la disposición que establecen las distintas partes de un acuerdo.

Tras declarar que la pretendida construcción del Aeropuerto en Santa Lucía para la capital del país es ambientalmente viable, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) avaló dicha construcción pero estipuló 16 condiciones para llevarla a cabo. Ese aval era algo que se esperaba para dar paso al inicio en firme de la obra, pero el aval de manera condicionada resulta, a nuestro parecer, más que un sí, un modo de exponer que se deben cuidar determinados puntos para evitar riesgos e impactos presentes o futuros.

No está mal que esas condiciones se expliciten, toda vez que a lo largo de nuestra historia la autorización de muchas obras públicas de distintos tipos se efectúa sin entrar a fondo en los riesgos o en los errores o defectos que algún proyecto presente; y eso a nivel federal, estatal o municipal.

El detalle es que, también a nuestro parecer, si bien la autorización toma en cuenta factores que la sustentan, no deja de manifestar que existen puntos que requieren tenerse en cuenta como parte de un proyecto integral, y de ahí las condiciones señaladas.

Amén de la autorización de la Semarnat, existen otros requisitos que el Poder Judicial de la Federación señala para que pueda iniciarse la construcción del Aeropuerto en Santa Lucía.
Tras una encuesta –popular- que “eligió” entre continuar con la construcción del Aeropuerto en Texcoco o iniciar el de Santa Lucía en el Estado de México, las cosas no han marchado bien. No es nuestra intención abogar o defender si el aeropuerto en uno u otro lugar es viable, mejor o peor, o exponer las razones técnicas, prácticas, sociales o financieras que cada construcción proyecta, o las intenciones que pueden subyacer en la construcción del NAIM (Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México). Simplemente expresar que ante una obra de semejante envergadura deben tomarse en cuenta las voces de los expertos y, si fuese necesario, modificar o desechar algún proyecto que no cumpla con las condiciones adecuadas. ¿Lo ven?