/ miércoles 22 de septiembre de 2021

Consecuencias del cambio climático

Por: Mario Mata Carrasco

El cambio climático da lugar a situaciones contrastantes que son importantes de tomar en cuenta...

Primero, genera altas temperaturas y sequías recurrentes y severas.

Segundo, provoca precipitaciones intensas en tiempos cortos.

Las altas temperaturas y las sequías dan lugar a algunos efectos, por ejemplo:

La reducción de los volúmenes de agua que reciben las fuentes de abastecimiento, tanto superficiales como subterráneas. Esto en específico ha causado graves problemas en el uso hidroagrícola y pecuario del vital líquido, tanto en la cantidad de volúmenes a utilizar como el cumplimiento de las obligaciones emanadas del Tratado de Aguas Internacionales de 1944 con EU.

El incremento de los requerimientos de agua por parte de la población y los diferentes sectores.

El aumento de la temperatura en diversos puntos de la ciudad

como consecuencia de la urbanización, efecto que se conoce como islas de calor.

La profundización de la degradación ambiental producida por excesos de nitrógeno y fósforo en los cuerpos de agua e incluso cuando éstos tienen poco movimiento y profundidad.

Las altas temperaturas contribuyen a la proliferación de bacterias peligrosas que afectan la calidad del agua y dañan la salud.

Ahora, en lo que se refiere a la ocurrencia de precipitaciones más intensas, el efecto principal sería la insuficiencia de los sistemas de drenaje y aguas pluviales para conducir de manera segura importantes volúmenes de agua en tiempos cortos, lo que puede originar inundaciones que afectan la integridad y patrimonio de la población, y dañan la infraestructura y movilidad urbanas, situación que se agrava en las zonas donde existe deforestación.

Algunas de las medidas de adaptación a estos impactos del cambio climático se centran en los siguientes aspectos básicos: Planificar la gestión del recurso hídrico tanto en el corto como en el mediano y largo plazo, utilizando enfoques que analicen de manera efectiva variables un tanto inciertas, como las asociadas al cambio climático.

Preservar y proteger las zonas de recarga, lo cual incluye actividades de restauración como la reforestación, que también ayudará a retener e infiltrar el agua proveniente de las corrientes superficiales.

Cambiar los patrones de consumo para sustentarlos en el uso eficiente del agua, el aprovechamiento del agua residual tratada y el empleo del agua de lluvia.

Realizar un monitoreo continuo y un manejo cuidadoso de los acuíferos, ríos, manantiales y lagos para garantizar su preservación y construir fuentes redundantes de abastecimiento para abastecer a las ciudades en caso de que alguna fuente tradicional presente niveles bajos.

Aumentar la capacidad de la infraestructura de drenaje y aguas pluviales, flexibilizar su operación e incrementar su seguridad, al contar, por ejemplo, con lagunas y sitios planeados para regular los volúmenes excedentes.


Todos los países y nosotros los habitantes tenemos que contribuir a la disminución de la emisión de los gases de invernadero que agravan el cambio climático.


Por: Mario Mata Carrasco

El cambio climático da lugar a situaciones contrastantes que son importantes de tomar en cuenta...

Primero, genera altas temperaturas y sequías recurrentes y severas.

Segundo, provoca precipitaciones intensas en tiempos cortos.

Las altas temperaturas y las sequías dan lugar a algunos efectos, por ejemplo:

La reducción de los volúmenes de agua que reciben las fuentes de abastecimiento, tanto superficiales como subterráneas. Esto en específico ha causado graves problemas en el uso hidroagrícola y pecuario del vital líquido, tanto en la cantidad de volúmenes a utilizar como el cumplimiento de las obligaciones emanadas del Tratado de Aguas Internacionales de 1944 con EU.

El incremento de los requerimientos de agua por parte de la población y los diferentes sectores.

El aumento de la temperatura en diversos puntos de la ciudad

como consecuencia de la urbanización, efecto que se conoce como islas de calor.

La profundización de la degradación ambiental producida por excesos de nitrógeno y fósforo en los cuerpos de agua e incluso cuando éstos tienen poco movimiento y profundidad.

Las altas temperaturas contribuyen a la proliferación de bacterias peligrosas que afectan la calidad del agua y dañan la salud.

Ahora, en lo que se refiere a la ocurrencia de precipitaciones más intensas, el efecto principal sería la insuficiencia de los sistemas de drenaje y aguas pluviales para conducir de manera segura importantes volúmenes de agua en tiempos cortos, lo que puede originar inundaciones que afectan la integridad y patrimonio de la población, y dañan la infraestructura y movilidad urbanas, situación que se agrava en las zonas donde existe deforestación.

Algunas de las medidas de adaptación a estos impactos del cambio climático se centran en los siguientes aspectos básicos: Planificar la gestión del recurso hídrico tanto en el corto como en el mediano y largo plazo, utilizando enfoques que analicen de manera efectiva variables un tanto inciertas, como las asociadas al cambio climático.

Preservar y proteger las zonas de recarga, lo cual incluye actividades de restauración como la reforestación, que también ayudará a retener e infiltrar el agua proveniente de las corrientes superficiales.

Cambiar los patrones de consumo para sustentarlos en el uso eficiente del agua, el aprovechamiento del agua residual tratada y el empleo del agua de lluvia.

Realizar un monitoreo continuo y un manejo cuidadoso de los acuíferos, ríos, manantiales y lagos para garantizar su preservación y construir fuentes redundantes de abastecimiento para abastecer a las ciudades en caso de que alguna fuente tradicional presente niveles bajos.

Aumentar la capacidad de la infraestructura de drenaje y aguas pluviales, flexibilizar su operación e incrementar su seguridad, al contar, por ejemplo, con lagunas y sitios planeados para regular los volúmenes excedentes.


Todos los países y nosotros los habitantes tenemos que contribuir a la disminución de la emisión de los gases de invernadero que agravan el cambio climático.