Desde mi muy particular Punto de Vista, la lucha emprendida por el gobernador Javier Corral contra la corrupción y la impunidad refleja el deseo de miles de mexicanos de ver caer la víbora de siete cabezas, en la que convierten estos dos entes al sistema político mexicano.
Sin duda, el cáncer que representan estos elementos malsanos nos ha llevado a una situación cada vez más insostenible ante el saqueo de las riquezas de nuestro país, no únicamente en materia económica, sino también de nuestros recursos materiales. Por ello hay que resaltar la importancia que tiene el que desde este gobierno se inicie una lucha frontal que esperamos, sirva de ejemplo en otros estados que nos lleven a un levantamiento nacional, pacífico pero enérgico, que termine con los pactos de impunidad ante las prácticas corruptas durante el ejercicio del poder público.
Quienes han abusado del poder pensando que “el poder es para poder”, como el exgobernador César Duarte y sus funcionarios, deben reparar el daño, además de enfrentar las consecuencias legales de sus actos, y quienes ejercen ahora el poder, deben impulsar los cambios necesarios en la legislación para que esto no vuelva a suceder y de igual forma, proporcionar a los ciudadanos las herramientas necesarias para la protección y defensa de sus derechos en todos los aspectos, incluyendo el económico.
El sistema está herido y esperamos que su herida no sane y que de esto surjan nuevos esquemas que permitan que nuestro México se fortalezca. La lucha es legítima y válida, y seguramente enfrentará grandes retos ya que el enemigo es fuerte, poderoso y se encuentra agazapado en todas las áreas del poder esperando el momento de atacar, por lo que es requisito indispensable mantenerse despiertos ante los posibles efectos de la campaña electoral.
Sin duda que el Estado de Chihuahua enfrenta grandes retos y necesidades, pero si se logra la unidad en torno a este proyecto de lucha, sociedad y gobierno podemos dar la sorpresa y allanar el camino hacia un mejor proyecto de nación. La lucha es larga y difícil, pero no es imposible. Sólo falta demostrar con hechos lo dicho con palabras en el evento del domingo pasado. Al tiempo.
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