/ jueves 13 de mayo de 2021

Contracultura autotóxica

Para cualquier observador es obvio que la cultura mexicana se encuentra dividida en dos campos y gradualmente ha penetrado en la mente de México la idea de considerar a la política como una cosa secundaria. La ambición de los Estados y de los grupos de poder, a título individual, ha comenzado a parecer más importante que la confianza en que la federación resolverá los grandes problemas nacionales. El efecto en la mente del hombre, del enfrentamiento de la Cuarta Transformación (4T) con la sociedad civil y su finalización en un empate, es que el centralismo político quede debilitado.

Esto es lo que cuenta. Más y más personas piensan: “En este tema no se puede llegar a la verdad; sabemos qué es prosperidad mundana y qué es pobreza; qué es poder y debilidad políticas. La política pertenece a un mundo invisible que no conocemos por completo ni de una misma manera”. Es el primer fruto de las batallas que no se ganaron. Ambas partes antagónicas seguirán teniendo fervor, pero de un modo sutil y no declarado quedarán más y más subordinadas a motivos mundanos, especialmente a la codicia y el patriotismo. Mientras, ciertos resultados saldrán a la luz.

La vitalidad de las asociaciones que llevaron la 4T al poder es evidente. Rompieron antiguas tradiciones y lazos. En cierta forma, el tejido social se disolvió en la contracultura morenista liberando energías que los opositores han combatido como la esclavitud del Estado benefactor. Toda forma de innovación ha sido más vigorosa fuera de la política oficial, creando una debilidad de Estado que se buscará compensar, y que será peligrosa para el ciudadano. El pequeño y mediano empresario quedarán afectados al debilitarse los viejos usos que los protegían de las oligarquías.

Un proletariado moderno está floreciendo y se hará más numeroso. Bajo la sombra del régimen lopezobradorista en bancarrota, están surgiendo las espléndidas fortunas de la nueva burguesía triunfante. Si hoy se tiene un gobierno que primero ayuda a los pobres, mañana se apreciará el mal que produjo, a semejanza del peronismo de Evita en Argentina. Aunque la filosofía de AMLO tenga su efecto estimulante y revitalizador, terminará por afectar el pensamiento sólido, hasta hacer del escéptico un enemigo del piadoso ciudadano que aún cree que el Gobierno lo resolverá todo.

El aumento del poder de la 4T, como efecto de la fe cuarteada en un pacto federal, se debilitará. La autoridad moral de un gobierno central, cuya caída temporalmente se había detenido, continuará cayendo. De hecho, la marea ya está cambiando. La raíz espiritual de la izquierda posneoliberal está siendo estrangulada y los frutos materiales de ese árbol están empezando a secarse. Dos pueden ser las causas. La primera, es cierta recuperación de una porción de quienes heredaron la cultura religiosa mexicana y sus valores tradicionales, junto a una intelectualidad que ha sido desengañada.

Pero la causa principal del marchitar de la cultura de izquierda, será lo que los médicos llamarían una condición autotóxica, donde el espíritu escéptico contra lo tradicional se ha vuelto contra sí mismo, al convertirse en conservador, incapaz de mejorar. La regla se cumple: ni siquiera la 4T será para siempre, ni habrá enfermo que la aguante. agusperezr@hotmail.com

Para cualquier observador es obvio que la cultura mexicana se encuentra dividida en dos campos y gradualmente ha penetrado en la mente de México la idea de considerar a la política como una cosa secundaria. La ambición de los Estados y de los grupos de poder, a título individual, ha comenzado a parecer más importante que la confianza en que la federación resolverá los grandes problemas nacionales. El efecto en la mente del hombre, del enfrentamiento de la Cuarta Transformación (4T) con la sociedad civil y su finalización en un empate, es que el centralismo político quede debilitado.

Esto es lo que cuenta. Más y más personas piensan: “En este tema no se puede llegar a la verdad; sabemos qué es prosperidad mundana y qué es pobreza; qué es poder y debilidad políticas. La política pertenece a un mundo invisible que no conocemos por completo ni de una misma manera”. Es el primer fruto de las batallas que no se ganaron. Ambas partes antagónicas seguirán teniendo fervor, pero de un modo sutil y no declarado quedarán más y más subordinadas a motivos mundanos, especialmente a la codicia y el patriotismo. Mientras, ciertos resultados saldrán a la luz.

La vitalidad de las asociaciones que llevaron la 4T al poder es evidente. Rompieron antiguas tradiciones y lazos. En cierta forma, el tejido social se disolvió en la contracultura morenista liberando energías que los opositores han combatido como la esclavitud del Estado benefactor. Toda forma de innovación ha sido más vigorosa fuera de la política oficial, creando una debilidad de Estado que se buscará compensar, y que será peligrosa para el ciudadano. El pequeño y mediano empresario quedarán afectados al debilitarse los viejos usos que los protegían de las oligarquías.

Un proletariado moderno está floreciendo y se hará más numeroso. Bajo la sombra del régimen lopezobradorista en bancarrota, están surgiendo las espléndidas fortunas de la nueva burguesía triunfante. Si hoy se tiene un gobierno que primero ayuda a los pobres, mañana se apreciará el mal que produjo, a semejanza del peronismo de Evita en Argentina. Aunque la filosofía de AMLO tenga su efecto estimulante y revitalizador, terminará por afectar el pensamiento sólido, hasta hacer del escéptico un enemigo del piadoso ciudadano que aún cree que el Gobierno lo resolverá todo.

El aumento del poder de la 4T, como efecto de la fe cuarteada en un pacto federal, se debilitará. La autoridad moral de un gobierno central, cuya caída temporalmente se había detenido, continuará cayendo. De hecho, la marea ya está cambiando. La raíz espiritual de la izquierda posneoliberal está siendo estrangulada y los frutos materiales de ese árbol están empezando a secarse. Dos pueden ser las causas. La primera, es cierta recuperación de una porción de quienes heredaron la cultura religiosa mexicana y sus valores tradicionales, junto a una intelectualidad que ha sido desengañada.

Pero la causa principal del marchitar de la cultura de izquierda, será lo que los médicos llamarían una condición autotóxica, donde el espíritu escéptico contra lo tradicional se ha vuelto contra sí mismo, al convertirse en conservador, incapaz de mejorar. La regla se cumple: ni siquiera la 4T será para siempre, ni habrá enfermo que la aguante. agusperezr@hotmail.com