/ viernes 20 de marzo de 2020

Coronavirus, pánico colectivo y realidad

El peor virus es la ignorancia
Beatriz Gutiérrez Müller

En México, estamos atravesando lo que el intelectual italiano Antonio Gramci, bautizó: como crisis sistémica, es decir una transición entre un sistema que no acaba de morir: capitalismo salvaje o neoliberalismo, a uno que no acaba de nacer: 4T.

En México, en Chihuahua, la pandemia coronavirus COVID-19 se convirtió en trending topic, es decir, el tema más comentado.

Las grandes masas en México y en el mundo, no suelen actuar por deducciones lógicas, de una realidad que generalmente desconocen, suelen actuar por la forma en que perciben esa realidad, todo movimiento que afecte a las grandes mayorías, llámese feminismo o llámese pandemia de coronavirus, tratará de explotarse en beneficio de alguna corriente política.

Hay 2 formas incorrectas de enfrentar la crisis humanitaria de la pandemia COVID-19: 1. Minimizándola, 2. Exagerándola, al minimizarla, no se toman las medidas oportunas necesarias y fácilmente la enfermedad se propaga sin control; al exagerarlas, los daños no solo son a la salud sino a la economía de millones de mexicanos, que rápidamente pueden entrar a la quiebra, cerca del 60% de la población económicamente activa en la informalidad y algunos sectores muy sensibles a estos temas, como es el caso de toda la industria del turismo en toda su cadena, líneas aéreas, hoteles, restaurantes, centros de espectáculos, taxistas, etc.

La constitución mexicana vigente, establece en su Art. 73 Fracción XVI inciso 1a, que dice: El Consejo de Salubridad General dependerá directamente del Presidente de la República, sin intervención de ninguna Secretaría de Estado, y sus disposiciones generales serán obligatorias en el país.

Este organismo gubernamental rector de salud pública, se puede y debe activar, en caso de emergencia, como es el caso del COVID-19, pandemia mundial declarada por la OMS-ONU.

Una forma de definir la política es descubrir quién, cómo y cuánto gana en la actividad diaria de un país.

El presidente está facultado para imponer orden al desorden, ejemplo: el precio del petróleo ha bajado un 30%, el precio de la gasolina un 10% en números redondos, ¿Cuántos litros diarios se venden en México? 125 millones de litros promedio.

Si el petróleo bajo un 30%, y la gasolina solo un 10%, los gasolineros están haciendo un abuso de un 20% en cada litro, más o menos 4 pesos por litro, por 125 millones de litros diarios que se consumen en México, es una ganancia extra, abusiva de 500 millones de pesos diarios, 15 mil millones cada mes.

No se trata de que los gasolineros pierdan, tienen como todo empresario derecho a una justa ganancia, a lo que no tienen derecho es a abusar de las concesiones, a no rebajar los precios de la gasolina en la medida en que bajan los precios del petróleo.

Ejerza su autoridad Sr. Presidente Andrés Manuel López Obrador, usted juró cumplir y hacer cumplir la constitución mexicana, nacionalice las gasolineras que hagan uso abusivo de las concesiones, otorgue estímulos fiscales o administrativos a las gasolineras que más bajen el precio, desistiéndose de una parte de su justa utilidad.

Una pequeña élite: la cleptocracia se lo criticara fuertemente, millones de mexicanos se lo agradeceremos.

El peor virus es la ignorancia
Beatriz Gutiérrez Müller

En México, estamos atravesando lo que el intelectual italiano Antonio Gramci, bautizó: como crisis sistémica, es decir una transición entre un sistema que no acaba de morir: capitalismo salvaje o neoliberalismo, a uno que no acaba de nacer: 4T.

En México, en Chihuahua, la pandemia coronavirus COVID-19 se convirtió en trending topic, es decir, el tema más comentado.

Las grandes masas en México y en el mundo, no suelen actuar por deducciones lógicas, de una realidad que generalmente desconocen, suelen actuar por la forma en que perciben esa realidad, todo movimiento que afecte a las grandes mayorías, llámese feminismo o llámese pandemia de coronavirus, tratará de explotarse en beneficio de alguna corriente política.

Hay 2 formas incorrectas de enfrentar la crisis humanitaria de la pandemia COVID-19: 1. Minimizándola, 2. Exagerándola, al minimizarla, no se toman las medidas oportunas necesarias y fácilmente la enfermedad se propaga sin control; al exagerarlas, los daños no solo son a la salud sino a la economía de millones de mexicanos, que rápidamente pueden entrar a la quiebra, cerca del 60% de la población económicamente activa en la informalidad y algunos sectores muy sensibles a estos temas, como es el caso de toda la industria del turismo en toda su cadena, líneas aéreas, hoteles, restaurantes, centros de espectáculos, taxistas, etc.

La constitución mexicana vigente, establece en su Art. 73 Fracción XVI inciso 1a, que dice: El Consejo de Salubridad General dependerá directamente del Presidente de la República, sin intervención de ninguna Secretaría de Estado, y sus disposiciones generales serán obligatorias en el país.

Este organismo gubernamental rector de salud pública, se puede y debe activar, en caso de emergencia, como es el caso del COVID-19, pandemia mundial declarada por la OMS-ONU.

Una forma de definir la política es descubrir quién, cómo y cuánto gana en la actividad diaria de un país.

El presidente está facultado para imponer orden al desorden, ejemplo: el precio del petróleo ha bajado un 30%, el precio de la gasolina un 10% en números redondos, ¿Cuántos litros diarios se venden en México? 125 millones de litros promedio.

Si el petróleo bajo un 30%, y la gasolina solo un 10%, los gasolineros están haciendo un abuso de un 20% en cada litro, más o menos 4 pesos por litro, por 125 millones de litros diarios que se consumen en México, es una ganancia extra, abusiva de 500 millones de pesos diarios, 15 mil millones cada mes.

No se trata de que los gasolineros pierdan, tienen como todo empresario derecho a una justa ganancia, a lo que no tienen derecho es a abusar de las concesiones, a no rebajar los precios de la gasolina en la medida en que bajan los precios del petróleo.

Ejerza su autoridad Sr. Presidente Andrés Manuel López Obrador, usted juró cumplir y hacer cumplir la constitución mexicana, nacionalice las gasolineras que hagan uso abusivo de las concesiones, otorgue estímulos fiscales o administrativos a las gasolineras que más bajen el precio, desistiéndose de una parte de su justa utilidad.

Una pequeña élite: la cleptocracia se lo criticara fuertemente, millones de mexicanos se lo agradeceremos.