/ sábado 7 de agosto de 2021

Corral o Loera: ¿quién tiene más AMLOVE?

El prejidente Andrés Manuel López Obrador anunció que estará en nuestra entidad al visitar el municipio de Ahumada y posteriormente en Ciudad Juárez, desde donde cerrará con broche de oro con el acto de comunicación preponderante de su gobierno: la famosa conferencia de prensa mañanera.

Para muchos, la conferencia de prensa matutina del mandatario se ha convertido en un espectáculo, en el que diariamente nos hace viajar por los diferentes géneros: desde la risa loca hasta el drama más bizarro.

AMLO se fue lo más lejos que pudo de Delicias, Conchos, Jiménez, La Cruz y Ojinaga, pero no descarte que esos municipios agraviados por él mismo y sus funcionarios lo alcancen en Ahumada, en los médanos Samalayuca o quizás en casa de Javier Corral o de Juan Carlos Loera.

Esa será la pelea de esta visita presidencial.

Javier Corral y el prejidente son casi un reflejo. Son idénticos, con algunas sutiles diferencias, su actuar político es igual de bipolar, visceral y absurdo. Además, se quieren unos meses, se odian un par y se pelean otro tanto. Ambos buscan el estruendo constante con sus palabras, pero en los hechos no hay estruendo mínimo.

Hay que reconocerle a AMLO que logró domesticar a Javier Corral, quien era un rabioso orador en tribuna del Senado, hoy es un gobernador sumiso y abyecto a López Obrador: Corral y Morena están fusionados. La elección del pasado 6 de julio lo dejó muy claro.

La sumisión de Corral sorprendió a algunos, pero, después de que López Obrador utilizara como experimento de “justicia” al gobernador de Tamaulipas (y único que le robaba agenda nacional a Corral), el paseño naturalizado chihuahuense optó por someterse para no acabar perseguido como el tamaulipeco… o peor aún como su némesis César Duarte.

Juan Carlos Loera de la Rosa, quien fuera nefasto delegado del malestar y ultrafracasado candidato a gobernador por Morena, tiene en esta visita presidencial a Corral como su rival más fuerte para ver quién está más cerca de los afectos políticos presidenciales, mejor conocidos como el famoso “AMLOVE”.

Loera quiere recuperar la gracia presidencial tras una campaña desastrosa que demostró sus nulas capacidades políticas, para regresar a donde despachó: la Secretaría del Bienestar para volver a ser súper delegado. Es decir, volver a la oficina que (los mismos morenistas acusan) saqueó para construir su fallido proyecto político.


Así que veremos una interesante competencia entre los dos alegres compadres por los afectos del prejidente entre Ahumada y Ciudad Juárez.


ULTIMALETRA

El COVID19 sigue siendo una amenaza. Es necesario seguirnos cuidando. Buena vibra, estimada Maru Campos.

luisruben@plandevuelo.mx

El prejidente Andrés Manuel López Obrador anunció que estará en nuestra entidad al visitar el municipio de Ahumada y posteriormente en Ciudad Juárez, desde donde cerrará con broche de oro con el acto de comunicación preponderante de su gobierno: la famosa conferencia de prensa mañanera.

Para muchos, la conferencia de prensa matutina del mandatario se ha convertido en un espectáculo, en el que diariamente nos hace viajar por los diferentes géneros: desde la risa loca hasta el drama más bizarro.

AMLO se fue lo más lejos que pudo de Delicias, Conchos, Jiménez, La Cruz y Ojinaga, pero no descarte que esos municipios agraviados por él mismo y sus funcionarios lo alcancen en Ahumada, en los médanos Samalayuca o quizás en casa de Javier Corral o de Juan Carlos Loera.

Esa será la pelea de esta visita presidencial.

Javier Corral y el prejidente son casi un reflejo. Son idénticos, con algunas sutiles diferencias, su actuar político es igual de bipolar, visceral y absurdo. Además, se quieren unos meses, se odian un par y se pelean otro tanto. Ambos buscan el estruendo constante con sus palabras, pero en los hechos no hay estruendo mínimo.

Hay que reconocerle a AMLO que logró domesticar a Javier Corral, quien era un rabioso orador en tribuna del Senado, hoy es un gobernador sumiso y abyecto a López Obrador: Corral y Morena están fusionados. La elección del pasado 6 de julio lo dejó muy claro.

La sumisión de Corral sorprendió a algunos, pero, después de que López Obrador utilizara como experimento de “justicia” al gobernador de Tamaulipas (y único que le robaba agenda nacional a Corral), el paseño naturalizado chihuahuense optó por someterse para no acabar perseguido como el tamaulipeco… o peor aún como su némesis César Duarte.

Juan Carlos Loera de la Rosa, quien fuera nefasto delegado del malestar y ultrafracasado candidato a gobernador por Morena, tiene en esta visita presidencial a Corral como su rival más fuerte para ver quién está más cerca de los afectos políticos presidenciales, mejor conocidos como el famoso “AMLOVE”.

Loera quiere recuperar la gracia presidencial tras una campaña desastrosa que demostró sus nulas capacidades políticas, para regresar a donde despachó: la Secretaría del Bienestar para volver a ser súper delegado. Es decir, volver a la oficina que (los mismos morenistas acusan) saqueó para construir su fallido proyecto político.


Así que veremos una interesante competencia entre los dos alegres compadres por los afectos del prejidente entre Ahumada y Ciudad Juárez.


ULTIMALETRA

El COVID19 sigue siendo una amenaza. Es necesario seguirnos cuidando. Buena vibra, estimada Maru Campos.

luisruben@plandevuelo.mx