/ miércoles 12 de enero de 2022

Covid-22

Por Mario Ramírez

Han pasado más de dos años desde que el primer caso de covid-19 se hiciera presente en el mundo en noviembre de 2019. Desde entonces el planeta entero se ha visto envuelto en una serie de modificaciones a la vida diaria a las cuales aún no estamos del todo acostumbrados. Hablando de deporte, el 2021 dejó muchas cosas positivas, tanto en acontecimientos como en infraestructura. Es de aplaudirse el esfuerzo que hizo cada deporte, de cada liga, de cada país para poder llevar a cabo sus temporadas lo más normal posible luego de que en 2020 todo fuera un desastre. Sin embargo, ese 2021 debe quedar marcado como un año de transición en esta era de covid, por lo cual deseamos que el 2022 sea un año de erradicación prácticamente total.


El mundo está harto y el deporte está desesperado por establecerse como originalmente es, los estadios quieren estar llenos, los jugadores quieren estar sanos y los aficionados mueren por abrazarse después de una anotación. Fue lindo vivir nuestro deporte favorito de una manera diferente, e incluso fue beneficioso el verlo golpeado tan duro, nos hizo valorar todavía más al que sea que sea el juego favorito de cada quien. Pero en este momento debemos estar listos para volver a la normalidad.


Los laboratorios más brillantes del planeta siguen día a día buscando un remedio para poder finalmente acabar de manera definitiva con este virus, y si bien hemos logrado ciertos avances, justo cuando creemos que lo hemos derrotado, este retorna con una nueva variante en una nueva ola. Y claro está que independientemente de los logros que haga la ciencia médica, no conseguiremos volver a esa normalidad en el deporte ni en ningún lado si nosotros como seres humanos no captamos ni actuamos como se debe ante la prevención de la propagación de este famoso y odiado espectro. La falta de sentido común puede ser el máximo retrasador de la cura del covid-19.


Para finales de este año se hará presente la Copa Mundial de FIFA, la fiesta más grande que la tierra conoce, y las esperanzas de toda nación e hincha es que dicha fiesta pueda festejarse como se debe. Parece simbólico el timing en este año, sería de lo más romántico que la muerte del covid fuera celebrada con la fiesta de fiestas, esta vez en Qatar. Así que mantengámonos optimistas pero realistas, sonrientes pero conscientes, porque si todo sale bien este año, los estadios qataríes podrán ser llenados al 100% de su capacidad y la vida no invitaría al covid al Mundial, y no por falta de educación, no lo invitaría simplemente porque este ya estaría… muerto.


Mario Ramírez
@LaFutboliza


Por Mario Ramírez

Han pasado más de dos años desde que el primer caso de covid-19 se hiciera presente en el mundo en noviembre de 2019. Desde entonces el planeta entero se ha visto envuelto en una serie de modificaciones a la vida diaria a las cuales aún no estamos del todo acostumbrados. Hablando de deporte, el 2021 dejó muchas cosas positivas, tanto en acontecimientos como en infraestructura. Es de aplaudirse el esfuerzo que hizo cada deporte, de cada liga, de cada país para poder llevar a cabo sus temporadas lo más normal posible luego de que en 2020 todo fuera un desastre. Sin embargo, ese 2021 debe quedar marcado como un año de transición en esta era de covid, por lo cual deseamos que el 2022 sea un año de erradicación prácticamente total.


El mundo está harto y el deporte está desesperado por establecerse como originalmente es, los estadios quieren estar llenos, los jugadores quieren estar sanos y los aficionados mueren por abrazarse después de una anotación. Fue lindo vivir nuestro deporte favorito de una manera diferente, e incluso fue beneficioso el verlo golpeado tan duro, nos hizo valorar todavía más al que sea que sea el juego favorito de cada quien. Pero en este momento debemos estar listos para volver a la normalidad.


Los laboratorios más brillantes del planeta siguen día a día buscando un remedio para poder finalmente acabar de manera definitiva con este virus, y si bien hemos logrado ciertos avances, justo cuando creemos que lo hemos derrotado, este retorna con una nueva variante en una nueva ola. Y claro está que independientemente de los logros que haga la ciencia médica, no conseguiremos volver a esa normalidad en el deporte ni en ningún lado si nosotros como seres humanos no captamos ni actuamos como se debe ante la prevención de la propagación de este famoso y odiado espectro. La falta de sentido común puede ser el máximo retrasador de la cura del covid-19.


Para finales de este año se hará presente la Copa Mundial de FIFA, la fiesta más grande que la tierra conoce, y las esperanzas de toda nación e hincha es que dicha fiesta pueda festejarse como se debe. Parece simbólico el timing en este año, sería de lo más romántico que la muerte del covid fuera celebrada con la fiesta de fiestas, esta vez en Qatar. Así que mantengámonos optimistas pero realistas, sonrientes pero conscientes, porque si todo sale bien este año, los estadios qataríes podrán ser llenados al 100% de su capacidad y la vida no invitaría al covid al Mundial, y no por falta de educación, no lo invitaría simplemente porque este ya estaría… muerto.


Mario Ramírez
@LaFutboliza