/ martes 13 de agosto de 2019

¡Crecimos!.. 0.1%

México se encuentra estancado, a pesar de que López Obrador quiere echar las campanas al vuelo porque, según sus datos, que ya ven que siempre él tiene otros datos, ¡crecimos un 0.1%!, que para efectos prácticos estamos a punto de entrar en recesión.

No se puede ocultar el sol con un dedo, prácticamente no hay empresa a la que no se le hayan caído las ventas y las utilidades, sean del sector automotriz, de la construcción, que son dos indicadores muy importantes en cualquier economía, como en cualquier otro giro.

La baja en ventas va desde los que no les ha “ido tan mal”, que han perdido entre un 5 y un 6%, hasta los que se les han bajado las ventas un 30% en lo que va desde este sexenio de la 4T, que ya no se sabe si la transformación es en realidad destrucción, que también es transformación, porque la gente no quiere gastar, invertir, porque no se acaba de ver (por algunos, para mí es claro) hacia dónde nos quieren llevar. Y otras empresas de plano han tenido que cerrar ante la falta de ventas y si a eso le agregamos la creciente inseguridad, que cada vez hay más robos, asaltos, extorsiones, estamos en una situación ya delicada.

Hay temor en mucha gente que ha perdido su trabajo, por los despidos masivos en el Gobierno Federal y también en la iniciativa privada, como consecuencia, y por otro lado ven a AMLO regalando millones de dólares a países como Salvador y Honduras, cuando ese dinero está haciendo mucha falta aquí en nuestro país. Candil de la calle y oscuridad en su casa, se dice del presidente López Obrador.

Las empresas también han visto caer sus utilidades, porque al caer sus ventas, de entrada sus utilidades bajan porque tienen la misma nómina y gastos y no quieren de entrada liquidar personal porque tienen la esperanza de que sólo es una mala racha. Además tienen que hacer un esfuerzo más grande, bajando precios y eso baja las utilidades, tratando de que sus ventas no se les bajen.

Mientras no haya seguridad, certeza, a dónde nos quiere llevar o más bien, mientras no se corrija el rumbo de acabar con el país, ya ven que lo dijo desde su campaña: “Al diablo las instituciones”, y parece que lo quiere cumplir, México va a ir perdiendo y nosotros también.

Crecimiento cero, por lo pronto.

México se encuentra estancado, a pesar de que López Obrador quiere echar las campanas al vuelo porque, según sus datos, que ya ven que siempre él tiene otros datos, ¡crecimos un 0.1%!, que para efectos prácticos estamos a punto de entrar en recesión.

No se puede ocultar el sol con un dedo, prácticamente no hay empresa a la que no se le hayan caído las ventas y las utilidades, sean del sector automotriz, de la construcción, que son dos indicadores muy importantes en cualquier economía, como en cualquier otro giro.

La baja en ventas va desde los que no les ha “ido tan mal”, que han perdido entre un 5 y un 6%, hasta los que se les han bajado las ventas un 30% en lo que va desde este sexenio de la 4T, que ya no se sabe si la transformación es en realidad destrucción, que también es transformación, porque la gente no quiere gastar, invertir, porque no se acaba de ver (por algunos, para mí es claro) hacia dónde nos quieren llevar. Y otras empresas de plano han tenido que cerrar ante la falta de ventas y si a eso le agregamos la creciente inseguridad, que cada vez hay más robos, asaltos, extorsiones, estamos en una situación ya delicada.

Hay temor en mucha gente que ha perdido su trabajo, por los despidos masivos en el Gobierno Federal y también en la iniciativa privada, como consecuencia, y por otro lado ven a AMLO regalando millones de dólares a países como Salvador y Honduras, cuando ese dinero está haciendo mucha falta aquí en nuestro país. Candil de la calle y oscuridad en su casa, se dice del presidente López Obrador.

Las empresas también han visto caer sus utilidades, porque al caer sus ventas, de entrada sus utilidades bajan porque tienen la misma nómina y gastos y no quieren de entrada liquidar personal porque tienen la esperanza de que sólo es una mala racha. Además tienen que hacer un esfuerzo más grande, bajando precios y eso baja las utilidades, tratando de que sus ventas no se les bajen.

Mientras no haya seguridad, certeza, a dónde nos quiere llevar o más bien, mientras no se corrija el rumbo de acabar con el país, ya ven que lo dijo desde su campaña: “Al diablo las instituciones”, y parece que lo quiere cumplir, México va a ir perdiendo y nosotros también.

Crecimiento cero, por lo pronto.