/ viernes 18 de marzo de 2022

Crímenes de guerra en Ucrania

Mientras la invasión rusa sigue avanzando en Ucrania, millones de personas salen del país huyendo de una guerra que sufren sin haberla provocado. Las tropas rusas bombardean persistentemente zonas llenas de población civil ucraniana. Hasta ayer jueves, según ACNUR, las cifras de muertos civiles ascendían a 690 personas, de ellas 97 son niños y niñas; también hay 1,143 heridos, otros 97 son menores. La misma agencia de Naciones Unidas reconoce que estos números llegan con retraso y dificultades; según autoridades ucranianas sólo en la ciudad de Mariúpol ha habido 2,500 muertos, prácticamente todos civiles. Las imágenes contrastadas de bombardeos a edificios civiles llegan todos los días a medios de comunicación europeos, impactos directos, intencionados. Hay que tener cuidado con la propaganda y sabemos que en todas las guerras los bandos en contienda pretenden desinformar a su favor, pero el asesinato de civiles ucranianos es indiscutible.

La Corte Penal Internacional (CPI) es un tribunal internacional creado en 1998 por las Naciones Unidas que comenzó a funcionar en 2002. Es un organismo independiente que se encarga de juzgar cuatro tipos de crímenes a nivel internacional: crimen de agresión, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio. Puede que la CPI tenga trabajo en Ucrania, ya que 39 países le han presentado una solicitud para que abra una investigación en este país por posibles crímenes de guerra y de lesa humanidad.

Si ponemos atención en lo que la CPI califica como crímenes de guerra veremos que las fuerzas armadas rusas en Ucrania los están cometiendo prácticamente todos los días. Para que puedan comprobar esta afirmación indico a continuación algunos de los casos que se consideran crímenes de guerra: causar deliberadamente grandes sufrimientos o de atentar gravemente contra la integridad física o la salud; la destrucción y la apropiación de bienes, no justificadas por necesidades militares, y efectuadas a gran escala, ilícita y arbitrariamente; dirigir intencionalmente ataques contra la población civil en cuanto tal o contra personas civiles que no participen directamente en las hostilidades; dirigir intencionalmente ataques contra bienes civiles, es decir, bienes que no son objetivos militares.

Se ha bombardeado un hospital materno-infantil en Mariúpol, una guardería en Dnipro, edificios de apartamentos en todas las ciudades objetivos de la ofensiva rusa. Se ha disparado a civiles, evidentemente desarmados, que intentaban salir de ciudades cercadas para escapar de la guerra. Tener todo esto documentado y contrastado va a ser fundamental para el trabajo que la CPI tiene que desarrollar.

A pesar de la geopolítica internacional, del potencial nuclear ruso y de tener que contar con Rusia para establecer unas nuevas reglas del juego en la seguridad internacional, esos asesinatos a población civil desarmada no se deben consentir por la comunidad internacional, que tendrá que demostrar entereza y rotundidad en las condenas a los responsables de los asesinatos y la destrucción indiscriminada.


Mientras la invasión rusa sigue avanzando en Ucrania, millones de personas salen del país huyendo de una guerra que sufren sin haberla provocado. Las tropas rusas bombardean persistentemente zonas llenas de población civil ucraniana. Hasta ayer jueves, según ACNUR, las cifras de muertos civiles ascendían a 690 personas, de ellas 97 son niños y niñas; también hay 1,143 heridos, otros 97 son menores. La misma agencia de Naciones Unidas reconoce que estos números llegan con retraso y dificultades; según autoridades ucranianas sólo en la ciudad de Mariúpol ha habido 2,500 muertos, prácticamente todos civiles. Las imágenes contrastadas de bombardeos a edificios civiles llegan todos los días a medios de comunicación europeos, impactos directos, intencionados. Hay que tener cuidado con la propaganda y sabemos que en todas las guerras los bandos en contienda pretenden desinformar a su favor, pero el asesinato de civiles ucranianos es indiscutible.

La Corte Penal Internacional (CPI) es un tribunal internacional creado en 1998 por las Naciones Unidas que comenzó a funcionar en 2002. Es un organismo independiente que se encarga de juzgar cuatro tipos de crímenes a nivel internacional: crimen de agresión, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio. Puede que la CPI tenga trabajo en Ucrania, ya que 39 países le han presentado una solicitud para que abra una investigación en este país por posibles crímenes de guerra y de lesa humanidad.

Si ponemos atención en lo que la CPI califica como crímenes de guerra veremos que las fuerzas armadas rusas en Ucrania los están cometiendo prácticamente todos los días. Para que puedan comprobar esta afirmación indico a continuación algunos de los casos que se consideran crímenes de guerra: causar deliberadamente grandes sufrimientos o de atentar gravemente contra la integridad física o la salud; la destrucción y la apropiación de bienes, no justificadas por necesidades militares, y efectuadas a gran escala, ilícita y arbitrariamente; dirigir intencionalmente ataques contra la población civil en cuanto tal o contra personas civiles que no participen directamente en las hostilidades; dirigir intencionalmente ataques contra bienes civiles, es decir, bienes que no son objetivos militares.

Se ha bombardeado un hospital materno-infantil en Mariúpol, una guardería en Dnipro, edificios de apartamentos en todas las ciudades objetivos de la ofensiva rusa. Se ha disparado a civiles, evidentemente desarmados, que intentaban salir de ciudades cercadas para escapar de la guerra. Tener todo esto documentado y contrastado va a ser fundamental para el trabajo que la CPI tiene que desarrollar.

A pesar de la geopolítica internacional, del potencial nuclear ruso y de tener que contar con Rusia para establecer unas nuevas reglas del juego en la seguridad internacional, esos asesinatos a población civil desarmada no se deben consentir por la comunidad internacional, que tendrá que demostrar entereza y rotundidad en las condenas a los responsables de los asesinatos y la destrucción indiscriminada.