/ jueves 2 de julio de 2020

Crisis 2020: la pandemia y la caída del PIB

La pandemia del Covid-19, además de cobrar más de 24 mil vidas y casi 200 mil contagios en el país, ha afectado seriamente la economía nacional al grado de que el FMI pronostica que en este año caerá en un 10.5 por ciento el PIB con un déficit fiscal del 6 por ciento.

La economía de Estados Unidos caerá un 8 por ciento, lo que, desde luego, repercutirá directamente en el descenso de la nuestra con todo y nuevo Tratado de Libre Comercio. Sin embargo, la recuperación del vecino país será más rápida debido a que con todo y crisis sigue siendo la mayor economía mundial.

Para México será hasta el año entrante cuando se reinicie el crecimiento económico con un tres por ciento y la recuperación total se podría dar, si no hay más retrocesos, hasta el 2024.

Nuestro país será el país con un mayor decrecimiento económico en Latinoamérica, aunque será menor a países europeos como Italia, España y Francia que sufrirán una caída del PIB de un 12 por ciento, o un poco más.

Ahora bien, de acuerdo al Inegi en el mes de abril de este año se dio la caída anual más fuerte de la economía desde 1994, año en que inició este organismo con el registro del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE).

Las actividades secundarias y terciarias han sido las más afectadas con una disminución del 29.6 por ciento de las primeras y de un 16.1% de las segundas. En contraste con las primarias, el sector alimentario tuvo un aumento del 2.4 por ciento anual.

Las industrias más afectadas fueron la manufacturera y la construcción que tuvieron un descenso del 35.5% y del 38.4 por ciento, respectivamente.

Las exportaciones debido a la caída del PIB se han desplomado en un 56.7% de acuerdo al IGAE, por ello la necesidad de reactivar cuanto antes al sector maquilador nacional.

Ahora bien, la pandemia en lugar de alcanzar el prometido pico en mayo y luego diferido para junio, ha estado aumentando su incidencia en la población mexicana. Debido a que la mayoría de los estados ya ingresaron a una mayor apertura de actividades económicas el riesgo del contagio se incrementa y podría darse una crisis sanitaria más grave que la actual.

El propio encargado de la pandemia, López Gatell, ha reiterado que no se puede continuar con el confinamiento por lo que aconseja seguir con la sana distancia, la cual desde luego es complicado mantener por parte de los 130 millones de mexicanos.

La disyuntiva entre la salud y la economía es compleja y difícil de resolver, pues sin una u otra no se puede sobrevivir, por lo que el país se encuentra en una problemática grave que requiere el concurso de todos los sectores para poderla resolver con el menor costo posible, sobre todo de vidas humanas.

El equilibrio entre la salud y la economía es necesario por lo que encontrarlo debe ser la labor prioritaria de nuestros dirigentes, los cuales deben dejar sus apetitos de poder y concentrarse en lo que es su principal misión: el bien común.

La pandemia del Covid-19, además de cobrar más de 24 mil vidas y casi 200 mil contagios en el país, ha afectado seriamente la economía nacional al grado de que el FMI pronostica que en este año caerá en un 10.5 por ciento el PIB con un déficit fiscal del 6 por ciento.

La economía de Estados Unidos caerá un 8 por ciento, lo que, desde luego, repercutirá directamente en el descenso de la nuestra con todo y nuevo Tratado de Libre Comercio. Sin embargo, la recuperación del vecino país será más rápida debido a que con todo y crisis sigue siendo la mayor economía mundial.

Para México será hasta el año entrante cuando se reinicie el crecimiento económico con un tres por ciento y la recuperación total se podría dar, si no hay más retrocesos, hasta el 2024.

Nuestro país será el país con un mayor decrecimiento económico en Latinoamérica, aunque será menor a países europeos como Italia, España y Francia que sufrirán una caída del PIB de un 12 por ciento, o un poco más.

Ahora bien, de acuerdo al Inegi en el mes de abril de este año se dio la caída anual más fuerte de la economía desde 1994, año en que inició este organismo con el registro del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE).

Las actividades secundarias y terciarias han sido las más afectadas con una disminución del 29.6 por ciento de las primeras y de un 16.1% de las segundas. En contraste con las primarias, el sector alimentario tuvo un aumento del 2.4 por ciento anual.

Las industrias más afectadas fueron la manufacturera y la construcción que tuvieron un descenso del 35.5% y del 38.4 por ciento, respectivamente.

Las exportaciones debido a la caída del PIB se han desplomado en un 56.7% de acuerdo al IGAE, por ello la necesidad de reactivar cuanto antes al sector maquilador nacional.

Ahora bien, la pandemia en lugar de alcanzar el prometido pico en mayo y luego diferido para junio, ha estado aumentando su incidencia en la población mexicana. Debido a que la mayoría de los estados ya ingresaron a una mayor apertura de actividades económicas el riesgo del contagio se incrementa y podría darse una crisis sanitaria más grave que la actual.

El propio encargado de la pandemia, López Gatell, ha reiterado que no se puede continuar con el confinamiento por lo que aconseja seguir con la sana distancia, la cual desde luego es complicado mantener por parte de los 130 millones de mexicanos.

La disyuntiva entre la salud y la economía es compleja y difícil de resolver, pues sin una u otra no se puede sobrevivir, por lo que el país se encuentra en una problemática grave que requiere el concurso de todos los sectores para poderla resolver con el menor costo posible, sobre todo de vidas humanas.

El equilibrio entre la salud y la economía es necesario por lo que encontrarlo debe ser la labor prioritaria de nuestros dirigentes, los cuales deben dejar sus apetitos de poder y concentrarse en lo que es su principal misión: el bien común.