/ domingo 23 de mayo de 2021

De cómo la 4T invierte el dinero del pueblo

Por: Juan Carlos Loera de la Rosa

Desde que comencé mi colaboración en este histórico y prestigiado periódico en distintos momentos he llamado la atención de los lectores sobre la transformación que está sufriendo Chihuahua desde que AMLO iniciara su gestión en diciembre de 2018.

Hay evidencias de esos cambios que han traído enormes beneficios a todo México y en especial a los chihuahuenses. Nunca el país había tenido cambios tan significativos, tanto en su vida económica como en su vida social, y ya lo estamos experimentando en el ámbito de la política.

Sin embargo, las corrientes de pensamiento más conservadoras se niegan a reconocerlo, actualizando aquel dicho que nos pone en claro que “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.

Dándole la espalda a nuestra nueva realidad, insisten en una crítica despiadada que asegura que la 4T acabó con los programas sociales, que cerró las estancias infantiles, canceló los apoyos a los agricultores a través de ProCampo; las becas a los estudiantes y, el colmo, los apoyos a los adultos mayores.

Conforme avanza el proceso electoral esta descalificación, sin argumentos, y menos fundamentos, la han tratado de generalizar y, con toda la conciencia de que sus dichos son una entera falsificación de la realidad, ya tocaron los extremos: alegando que Chihuahua perdió miles de millones de pesos, al desaparecer los programas sociales que los gobiernos del PRI y del PAN habían implantado bajo el régimen neoliberal.

En lo que queda de este breve artículo daré cuenta de esta gran mentira, diseñada desde los rincones más oscuros de la derecha mexicana y difundida una y otra vez para velar y envilecer la realidad. Con este fin sólo presentaré el monto invertido en los programas sociales de Chihuahua, por el gobierno de la 4T, en cada uno de los años que lleva gobernando el país.

Finalmente, para mostrar la dimensión que han alcanzado estos apoyos, sólo compararé los recursos invertidos en este concepto, tanto por el gobierno de la 4T, como los que el gobierno de Peña Nieto invirtió en su último año de gobierno.

La 4T ha tenido una inversión cuantiosa en programas sociales que, siendo enorme en su primer año de gobierno (2019), no ha cesado de crecer, veamos: en números redondos la derrama económica de 2019 ascendió a 7,185 millones y la de 2020 a 9,830.

La programada para 2021 sumaba 9,704 millones, pero el incremento que a partir de julio elevará las pensiones de los adultos mayores a 1,500 pesos mensuales, y abarcará, por primera vez al grupo de 65 a 67 años, situará la inversión en 10,430 millones de pesos.

La escasa transparencia de las cuentas en estos conceptos, practicada por los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN, impide una comparación directa; pero, en el mejor de los casos, la inversión en este concepto, que hicieron, difícilmente alcanzó cuatro mil millones de pesos; por lo que no hay forma de equiparar lo realizado por esos malos gobiernos, con lo que ahora está distribuyendo entre los más pobres de Chihuahua la 4T, con absoluta transparencia y honestidad.

Hablamos de que entre 2018 y 2021 en Chihuahua habrá una inversión adicional en programas sociales, al menos equivalente a 6,430 millones de pesos. Es una inversión que no tiene paralelo y que tan sólo en este año mejorará las condiciones de vida de cerca de 315 mil adultos mayores, de un poco más de 200 mil niñas, niños, adolescentes o jóvenes (alumnos de educación básica y de media superior) y de otros 103 mil jóvenes o productores que ya están impulsando cambios significativos en procesos de producción, claves para la nueva economía, que promueve la cuarta transformación.

La crítica interesada y magnificada insiste en que los recursos invertidos en los programas sociales no representan nada en el contexto de una economía como la chihuahuense, donde abundan empresas modernas de alcance internacional.

Tal insistencia es falsa, se está creando un gran mito de la inutilidad del gasto gubernamental en las familias vulnerables de Chihuahua, cuando una comparación elemental nos puede mostrar el gran impacto que representan los 6,430 millones adicionales, que el gobierno de Morena entregará este año a las familias de Chihuahua.

La industria maquiladora de Ciudad Juárez pagó en enero de 2021 a sus 303,573 trabajadores, por concepto de salarios y prestaciones 5,004, millones de pesos que, al compararse con el incremento en el gasto social realizado por la 4T en este año, nos da una idea del alcance económico real que ha dejado esta nueva época de un gasto social enteramente dirigido a los segmentos más vulnerables de Chihuahua.

Después de esta evidencia, que nos muestra la verdadera dimensión del gasto social, quién puede sostener que Chihuahua ha sido traicionada por el gobierno de la 4T, que a Chihuahua le están robando recursos presupuestales.

Nada más falso y engañoso, Chihuahua está recibiendo cuantiosos apoyos, jamás recibidos. Se trata de programas de gasto muy bien dirigidos y administrados con absoluta honradez. En este y otros planos estamos en una dimensión muy superior a la vivimos durante cuarenta años de gobiernos neoliberales.

El pueblo de Chihuahua debe entender que esos malos gobiernos dilapidaban los recursos de todos los mexicanos, una proporción cuantiosa se quedaba en los bolsillos de los funcionarios deshonestos, otra paraba en las cuentas de los proveedores, y un monto, también enorme, iba a las cuentas de una élite, muy pequeña, de empresas a las que se les condonaban los impuestos.

Aquí queda claro que un manejo austero, honesto, honrado, responsable e inteligente de las finanzas públicas basta, no sólo para mejorar sustancialmente la condición económica de cientos de miles de chihuahuenses, sino también para impulsar y acelerar el crecimiento y desarrollo económico de Chihuahua.

No me queda duda: En Chihuahua ya estamos edificando el estado de bienestar para todos, donde “nadie se quedará atrás y nadie se quedará afuera”.

Por: Juan Carlos Loera de la Rosa

Desde que comencé mi colaboración en este histórico y prestigiado periódico en distintos momentos he llamado la atención de los lectores sobre la transformación que está sufriendo Chihuahua desde que AMLO iniciara su gestión en diciembre de 2018.

Hay evidencias de esos cambios que han traído enormes beneficios a todo México y en especial a los chihuahuenses. Nunca el país había tenido cambios tan significativos, tanto en su vida económica como en su vida social, y ya lo estamos experimentando en el ámbito de la política.

Sin embargo, las corrientes de pensamiento más conservadoras se niegan a reconocerlo, actualizando aquel dicho que nos pone en claro que “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.

Dándole la espalda a nuestra nueva realidad, insisten en una crítica despiadada que asegura que la 4T acabó con los programas sociales, que cerró las estancias infantiles, canceló los apoyos a los agricultores a través de ProCampo; las becas a los estudiantes y, el colmo, los apoyos a los adultos mayores.

Conforme avanza el proceso electoral esta descalificación, sin argumentos, y menos fundamentos, la han tratado de generalizar y, con toda la conciencia de que sus dichos son una entera falsificación de la realidad, ya tocaron los extremos: alegando que Chihuahua perdió miles de millones de pesos, al desaparecer los programas sociales que los gobiernos del PRI y del PAN habían implantado bajo el régimen neoliberal.

En lo que queda de este breve artículo daré cuenta de esta gran mentira, diseñada desde los rincones más oscuros de la derecha mexicana y difundida una y otra vez para velar y envilecer la realidad. Con este fin sólo presentaré el monto invertido en los programas sociales de Chihuahua, por el gobierno de la 4T, en cada uno de los años que lleva gobernando el país.

Finalmente, para mostrar la dimensión que han alcanzado estos apoyos, sólo compararé los recursos invertidos en este concepto, tanto por el gobierno de la 4T, como los que el gobierno de Peña Nieto invirtió en su último año de gobierno.

La 4T ha tenido una inversión cuantiosa en programas sociales que, siendo enorme en su primer año de gobierno (2019), no ha cesado de crecer, veamos: en números redondos la derrama económica de 2019 ascendió a 7,185 millones y la de 2020 a 9,830.

La programada para 2021 sumaba 9,704 millones, pero el incremento que a partir de julio elevará las pensiones de los adultos mayores a 1,500 pesos mensuales, y abarcará, por primera vez al grupo de 65 a 67 años, situará la inversión en 10,430 millones de pesos.

La escasa transparencia de las cuentas en estos conceptos, practicada por los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN, impide una comparación directa; pero, en el mejor de los casos, la inversión en este concepto, que hicieron, difícilmente alcanzó cuatro mil millones de pesos; por lo que no hay forma de equiparar lo realizado por esos malos gobiernos, con lo que ahora está distribuyendo entre los más pobres de Chihuahua la 4T, con absoluta transparencia y honestidad.

Hablamos de que entre 2018 y 2021 en Chihuahua habrá una inversión adicional en programas sociales, al menos equivalente a 6,430 millones de pesos. Es una inversión que no tiene paralelo y que tan sólo en este año mejorará las condiciones de vida de cerca de 315 mil adultos mayores, de un poco más de 200 mil niñas, niños, adolescentes o jóvenes (alumnos de educación básica y de media superior) y de otros 103 mil jóvenes o productores que ya están impulsando cambios significativos en procesos de producción, claves para la nueva economía, que promueve la cuarta transformación.

La crítica interesada y magnificada insiste en que los recursos invertidos en los programas sociales no representan nada en el contexto de una economía como la chihuahuense, donde abundan empresas modernas de alcance internacional.

Tal insistencia es falsa, se está creando un gran mito de la inutilidad del gasto gubernamental en las familias vulnerables de Chihuahua, cuando una comparación elemental nos puede mostrar el gran impacto que representan los 6,430 millones adicionales, que el gobierno de Morena entregará este año a las familias de Chihuahua.

La industria maquiladora de Ciudad Juárez pagó en enero de 2021 a sus 303,573 trabajadores, por concepto de salarios y prestaciones 5,004, millones de pesos que, al compararse con el incremento en el gasto social realizado por la 4T en este año, nos da una idea del alcance económico real que ha dejado esta nueva época de un gasto social enteramente dirigido a los segmentos más vulnerables de Chihuahua.

Después de esta evidencia, que nos muestra la verdadera dimensión del gasto social, quién puede sostener que Chihuahua ha sido traicionada por el gobierno de la 4T, que a Chihuahua le están robando recursos presupuestales.

Nada más falso y engañoso, Chihuahua está recibiendo cuantiosos apoyos, jamás recibidos. Se trata de programas de gasto muy bien dirigidos y administrados con absoluta honradez. En este y otros planos estamos en una dimensión muy superior a la vivimos durante cuarenta años de gobiernos neoliberales.

El pueblo de Chihuahua debe entender que esos malos gobiernos dilapidaban los recursos de todos los mexicanos, una proporción cuantiosa se quedaba en los bolsillos de los funcionarios deshonestos, otra paraba en las cuentas de los proveedores, y un monto, también enorme, iba a las cuentas de una élite, muy pequeña, de empresas a las que se les condonaban los impuestos.

Aquí queda claro que un manejo austero, honesto, honrado, responsable e inteligente de las finanzas públicas basta, no sólo para mejorar sustancialmente la condición económica de cientos de miles de chihuahuenses, sino también para impulsar y acelerar el crecimiento y desarrollo económico de Chihuahua.

No me queda duda: En Chihuahua ya estamos edificando el estado de bienestar para todos, donde “nadie se quedará atrás y nadie se quedará afuera”.