/ lunes 14 de febrero de 2022

De corazón Chihuahua

Por: Marco Bonilla

Chihuahua representa su nobleza en cada espacio; los monumentos, las calles, museos, edificios, su gente, todo habla de lo grande que es. El patrimonio material de Chihuahua capital, los espacios que tiene para convivir con familia y amigos, nos inspiran siempre lo mejor. El Parque Revolución es un buen ejemplo de esto; ahí se reúnen a jugar ajedrez, a disfrutar de la lectura personal y en grupo; uno de sus principales atractivos es el mausoleo dedicado a Pancho Villa, que con su diseño arquitectónico atrapa a todos sus visitantes, ya sean turistas foráneos o de casa.

Otro de los parques de gran tradición es el Parque Urueta, ubicado en uno de los barrios más representativos de nuestra capital, la colonia Obrera, antes Barrio de San Nicolás, dedicado al poeta chihuahuense Jesús Urueta y Siqueiros, de quien el pasado 9 de febrero se cumplieron 155 de su natalicio y que recibe a los niños del sector, a los vecinos que salen por las tardes a caminar o pasear a sus mascotas.

Los encuentros que se dan en esos lugares, que son de todos, es lo que nos da una ciudad saludable, física y emocionalmente; el ejercicio y la convivencia son medicina para el cuerpo y la mente, razón principal para cuidar de ellos, conservarlos, tenerlos limpios y bien iluminados.

En 2017, el fotógrafo chihuahuense Fernando Valdés reunió una serie de fotos que captan los lugares más emblemáticos de la ciudad capital, retratando desde la imagen y la palabra una parte de la esencia que hace de nuestra casa, la Gran Casa del Norte. El patrimonio histórico, cultural y turístico que tenemos a nuestro alcance, y que Valdés fija en la memoria fotográfica, va desde edificios como el Palacio de Gobierno, Palacio Municipal, Casa Chihuahua, Catedral, Casa Juárez, La Puerta de Chihuahua y por supuesto las modernas avenidas y periféricos que dejan ver hacia dónde caminamos.

En las imágenes —originales todas— del libro “Chihuahua de corazón”, el autor expone esculturas de Águeda Lozano, Luis Y. Aragón y del maestro Enrique Carbajal “Sebastián”. De Sebastián, “La Guirnalda”, ubicada a espaldas del parque “El Palomar”, ha sido símbolo de esta ciudad desde que una televisora captó algunas tomas aéreas a las que pusieron de fondo el inicio de una de las canciones más recordadas de la década de los 80, “África”, interpretada por la banda de rock estadounidense “Toto”.

De corazón, Chihuahua te pertenece. Deseo que cada día, al transitar por el “peri” de camino a la oficina, o al caminar de la mano de tus hijos en el Centro Histórico, mientras se comen una banderilla, pienses que la banca en la que se sientan a conversar es de ellos y tuya, que la estatua que elegiste como fondo para tu selfie es tuya también, y de la persona que va pasando frente a ti en ese momento, y de los abuelitos que se sientan a conversar en la Plaza de Armas al caer la tarde.

En Chihuahua, historia y presente se unen en cada familia, que con esfuerzo diario hacen honor a nuestra herencia de hospitalidad y valentía, pero, sobre todo, logran que se den grandes pasos para que nosotros heredemos un mayor patrimonio, traducido en espacios y valores como la honestidad y la lealtad. Hoy, hombro con hombro, codo con codo, caminando de la mano con un mismo rumbo, lo damos todo por esta ciudad que suma lo mejor que tiene y nos lo da para cuidarlo y multiplicarlo. Más allá de colores, puntos de vista y proyectos personales, nuestro corazón es sólo uno: Chihuahua.

Por: Marco Bonilla

Chihuahua representa su nobleza en cada espacio; los monumentos, las calles, museos, edificios, su gente, todo habla de lo grande que es. El patrimonio material de Chihuahua capital, los espacios que tiene para convivir con familia y amigos, nos inspiran siempre lo mejor. El Parque Revolución es un buen ejemplo de esto; ahí se reúnen a jugar ajedrez, a disfrutar de la lectura personal y en grupo; uno de sus principales atractivos es el mausoleo dedicado a Pancho Villa, que con su diseño arquitectónico atrapa a todos sus visitantes, ya sean turistas foráneos o de casa.

Otro de los parques de gran tradición es el Parque Urueta, ubicado en uno de los barrios más representativos de nuestra capital, la colonia Obrera, antes Barrio de San Nicolás, dedicado al poeta chihuahuense Jesús Urueta y Siqueiros, de quien el pasado 9 de febrero se cumplieron 155 de su natalicio y que recibe a los niños del sector, a los vecinos que salen por las tardes a caminar o pasear a sus mascotas.

Los encuentros que se dan en esos lugares, que son de todos, es lo que nos da una ciudad saludable, física y emocionalmente; el ejercicio y la convivencia son medicina para el cuerpo y la mente, razón principal para cuidar de ellos, conservarlos, tenerlos limpios y bien iluminados.

En 2017, el fotógrafo chihuahuense Fernando Valdés reunió una serie de fotos que captan los lugares más emblemáticos de la ciudad capital, retratando desde la imagen y la palabra una parte de la esencia que hace de nuestra casa, la Gran Casa del Norte. El patrimonio histórico, cultural y turístico que tenemos a nuestro alcance, y que Valdés fija en la memoria fotográfica, va desde edificios como el Palacio de Gobierno, Palacio Municipal, Casa Chihuahua, Catedral, Casa Juárez, La Puerta de Chihuahua y por supuesto las modernas avenidas y periféricos que dejan ver hacia dónde caminamos.

En las imágenes —originales todas— del libro “Chihuahua de corazón”, el autor expone esculturas de Águeda Lozano, Luis Y. Aragón y del maestro Enrique Carbajal “Sebastián”. De Sebastián, “La Guirnalda”, ubicada a espaldas del parque “El Palomar”, ha sido símbolo de esta ciudad desde que una televisora captó algunas tomas aéreas a las que pusieron de fondo el inicio de una de las canciones más recordadas de la década de los 80, “África”, interpretada por la banda de rock estadounidense “Toto”.

De corazón, Chihuahua te pertenece. Deseo que cada día, al transitar por el “peri” de camino a la oficina, o al caminar de la mano de tus hijos en el Centro Histórico, mientras se comen una banderilla, pienses que la banca en la que se sientan a conversar es de ellos y tuya, que la estatua que elegiste como fondo para tu selfie es tuya también, y de la persona que va pasando frente a ti en ese momento, y de los abuelitos que se sientan a conversar en la Plaza de Armas al caer la tarde.

En Chihuahua, historia y presente se unen en cada familia, que con esfuerzo diario hacen honor a nuestra herencia de hospitalidad y valentía, pero, sobre todo, logran que se den grandes pasos para que nosotros heredemos un mayor patrimonio, traducido en espacios y valores como la honestidad y la lealtad. Hoy, hombro con hombro, codo con codo, caminando de la mano con un mismo rumbo, lo damos todo por esta ciudad que suma lo mejor que tiene y nos lo da para cuidarlo y multiplicarlo. Más allá de colores, puntos de vista y proyectos personales, nuestro corazón es sólo uno: Chihuahua.