/ martes 27 de octubre de 2020

DE REGRESO AL ROJO

“Cuando la situación es buena disfrútala. Cuando la situación es mala transfórmala. Cuando la situación no puede ser transformada, transfórmate” – Viktor Frankl


Como era de esperarse, Chihuahua es el primer estado en todo el país que regresó al semáforo epidemiológico rojo. El crecimiento en el número de contagios de COVID-19 en la entidad llevó a las autoridades sanitarias a anunciar el cambio en el nivel de riesgo de transmisión de la enfermedad. No quisimos entender que el coronavirus es mortal, ante el cambio del semáforo amarillo, pensábamos que ya la habíamos librado, todos comenzamos a salir cada vez más y se noto inmediatamente en las calles. Volvimos a las reuniones familiares, las fiestas, las bodas y a eventos públicos hartos del encierro y esto genero un rebrote de la pandemia y un lleno total en la ocupación hospitalaria. Toda la población relajamos las medidas y esto genero que los últimos quince días hayan sido los más intensos en lo que va de la pandemia, en cuanto a nivel de transmisión. Pero la gran incógnita es, ¿si las empresas soportarán las consecuencias de este segundo cierre de actividades?.


El principal reto para las empresas es sobrevivir, es necesario que nos preparemos para lo peor. Necesitamos pensar a largo plazo, la pandemia no se va a acabar por decreto, ni tampoco el primero de enero del 2021, hay que mentalizarnos para mínimo un años más en esta situación. La capacidad de adaptación es fundamental. El objetivo es seguir operando hasta el alcance de nuestras posibilidades, siempre previniendo cumplir con las medidas legales y sanitarias. Concentrar todos los esfuerzos en mantener un flujo de ingresos para poder cumplir con todos los compromisos previamente adquiridos, definir un mejor uso del efectivo, invertir en iniciativas que tengan resultados tangibles inmediatos, todo lo que sea inversión a mediano o largo plazo debe de considerarse como una pérdida de recursos. Y sobretodo lo más importante es procurar refinanciar las deudas de la empresa, en este punto todo es negociable, algo siempre va a ser mejor que nada. Todos estos ejemplos son algunos de los principales retos que enfrentan las empresas ante el regreso del semáforo rojo.


De nada nos sirve estarnos quejando todo el día, ni quebrarnos la cabeza para ver de quién fue la culpa de que regresáramos al semáforo rojo, si fue culpa del gobierno, si de los empresarios o si de la ciudadanía en general. No existe una solución perfecta ni una varita mágica que nos hará sobrevivir a esta crisis. Es un reto enorme para nosotros como empresarios, pero necesitamos salir a proponer. Ponernos en contacto con el gobierno tanto municipal y estatal, acercarnos a los diferentes organismos empresariales, bancos, proveedores para proponer soluciones todo los días. Y es que al rato vendrán otras crisis, económicas, ambientales, sociales o de seguridad, necesitamos imaginar nuevas formas de hacer las cosas, para que en el futuro nuestras empresas no sean tan vulnerables. Lo mas importante ahorita es cuidarnos, extremar las medidas preventivas y evitar las salidas innecesarias. Debemos de redefinir nuestro concepto de “normalidad” para poder reactivar la economía local.


Mauricio Corona Aguilar Licenciado en Derecho. Abogado Corporativo en el despacho Fierro, Espinoza & Corona Abogados. Presidente de la Sección Especializada de Jóvenes Empresarios de CANACO.

“Cuando la situación es buena disfrútala. Cuando la situación es mala transfórmala. Cuando la situación no puede ser transformada, transfórmate” – Viktor Frankl


Como era de esperarse, Chihuahua es el primer estado en todo el país que regresó al semáforo epidemiológico rojo. El crecimiento en el número de contagios de COVID-19 en la entidad llevó a las autoridades sanitarias a anunciar el cambio en el nivel de riesgo de transmisión de la enfermedad. No quisimos entender que el coronavirus es mortal, ante el cambio del semáforo amarillo, pensábamos que ya la habíamos librado, todos comenzamos a salir cada vez más y se noto inmediatamente en las calles. Volvimos a las reuniones familiares, las fiestas, las bodas y a eventos públicos hartos del encierro y esto genero un rebrote de la pandemia y un lleno total en la ocupación hospitalaria. Toda la población relajamos las medidas y esto genero que los últimos quince días hayan sido los más intensos en lo que va de la pandemia, en cuanto a nivel de transmisión. Pero la gran incógnita es, ¿si las empresas soportarán las consecuencias de este segundo cierre de actividades?.


El principal reto para las empresas es sobrevivir, es necesario que nos preparemos para lo peor. Necesitamos pensar a largo plazo, la pandemia no se va a acabar por decreto, ni tampoco el primero de enero del 2021, hay que mentalizarnos para mínimo un años más en esta situación. La capacidad de adaptación es fundamental. El objetivo es seguir operando hasta el alcance de nuestras posibilidades, siempre previniendo cumplir con las medidas legales y sanitarias. Concentrar todos los esfuerzos en mantener un flujo de ingresos para poder cumplir con todos los compromisos previamente adquiridos, definir un mejor uso del efectivo, invertir en iniciativas que tengan resultados tangibles inmediatos, todo lo que sea inversión a mediano o largo plazo debe de considerarse como una pérdida de recursos. Y sobretodo lo más importante es procurar refinanciar las deudas de la empresa, en este punto todo es negociable, algo siempre va a ser mejor que nada. Todos estos ejemplos son algunos de los principales retos que enfrentan las empresas ante el regreso del semáforo rojo.


De nada nos sirve estarnos quejando todo el día, ni quebrarnos la cabeza para ver de quién fue la culpa de que regresáramos al semáforo rojo, si fue culpa del gobierno, si de los empresarios o si de la ciudadanía en general. No existe una solución perfecta ni una varita mágica que nos hará sobrevivir a esta crisis. Es un reto enorme para nosotros como empresarios, pero necesitamos salir a proponer. Ponernos en contacto con el gobierno tanto municipal y estatal, acercarnos a los diferentes organismos empresariales, bancos, proveedores para proponer soluciones todo los días. Y es que al rato vendrán otras crisis, económicas, ambientales, sociales o de seguridad, necesitamos imaginar nuevas formas de hacer las cosas, para que en el futuro nuestras empresas no sean tan vulnerables. Lo mas importante ahorita es cuidarnos, extremar las medidas preventivas y evitar las salidas innecesarias. Debemos de redefinir nuestro concepto de “normalidad” para poder reactivar la economía local.


Mauricio Corona Aguilar Licenciado en Derecho. Abogado Corporativo en el despacho Fierro, Espinoza & Corona Abogados. Presidente de la Sección Especializada de Jóvenes Empresarios de CANACO.