/ sábado 2 de enero de 2021

De simulacros y simulaciones

En México seguimos atestiguando decisiones de quienes gobiernan que resultan ser ejemplos muy elocuentes de insensatez, la cual se magnifica en los casos por el simple hecho de que el papel protagónico lo tienen quienes tienen un liderazgo político y social.

Cualquier buen ciudadano espere que quienes encabezan nuestra sociedad cuiden sus acciones de cara a la sociedad, ya que son por sí mismas un mensaje poderoso a quienes tiene bajo su dirección y cuidado.

Grande es la responsabilidad de los gobernantes como para que sus decisiones sean tomadas con la seriedad que merecen.

Previo a la semana de la Navidad 2020, dos casos de decisión destacaron en los medios masivos de comunicación y en las redes sociales: uno, el simulacro de la vacunación contra el Covid 19; y otro, la boda de una alcaldesa que se escabulló de su comarca para hacer la fiesta en otro municipio.

I.- El simulacro

Los medios encabezaban la nota: “México hace simulacro de llegada y traslado de vacuna contra Covid-19”. Participaron en el famoso simulacro la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Salud; fue un evento para las cámaras, para el show.

La vacuna se esperaba para su llegada para la última semana del año. Esperemos que la aplicación de la vacuna sea tan pronto como llegue, y que el gobierno se deje ya de tanto espectáculo, que la salud es un asunto delicado.

La directora general del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia, Miriam Esther Veras Godoy, aseguró que el mencionado simulacro se hizo para garantizar recepción y seguridad de la vacuna. En otros países no hacen tanto ruido con algo así, simplemente se hace y ya.

II.- La simulación

En otro tema, estando Naucalpan en semáforo rojo –como lo están todos los municipios en el Estado de México- su alcaldesa, Patricia Durán, celebró la fiesta de su boda en Cuernavaca, Morelos, a la cual asistieron cerca de 150 invitados.

Durán Reveles publicó en sus redes, unas horas antes de su “pachanga” nupcial: “Quédate en casa”. ¡Una impostura! El mensaje completo es una burla, definitivamente, pero el cinismo campea por esos rumbos de la conducta de los poderosos.

En este caso no se trata tan sólo de respetar o no las reglas sanitarias, de acatar o no el “intrascendente” semáforo pandémico. Está sobre la mesa un mensaje a la sociedad: gobernantes y gobernados no son iguales.

Las incongruencias se exhiben de tal modo, que la irreverencia del poderoso y privilegiado salta a la vista. Y aunque se diga que la ciudadanía no está cumpliendo las reglas sanitarias como debiera, la incongruencia del gobernante es la que termina delatando al farsante.

En México seguimos atestiguando decisiones de quienes gobiernan que resultan ser ejemplos muy elocuentes de insensatez, la cual se magnifica en los casos por el simple hecho de que el papel protagónico lo tienen quienes tienen un liderazgo político y social.

Cualquier buen ciudadano espere que quienes encabezan nuestra sociedad cuiden sus acciones de cara a la sociedad, ya que son por sí mismas un mensaje poderoso a quienes tiene bajo su dirección y cuidado.

Grande es la responsabilidad de los gobernantes como para que sus decisiones sean tomadas con la seriedad que merecen.

Previo a la semana de la Navidad 2020, dos casos de decisión destacaron en los medios masivos de comunicación y en las redes sociales: uno, el simulacro de la vacunación contra el Covid 19; y otro, la boda de una alcaldesa que se escabulló de su comarca para hacer la fiesta en otro municipio.

I.- El simulacro

Los medios encabezaban la nota: “México hace simulacro de llegada y traslado de vacuna contra Covid-19”. Participaron en el famoso simulacro la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Salud; fue un evento para las cámaras, para el show.

La vacuna se esperaba para su llegada para la última semana del año. Esperemos que la aplicación de la vacuna sea tan pronto como llegue, y que el gobierno se deje ya de tanto espectáculo, que la salud es un asunto delicado.

La directora general del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia, Miriam Esther Veras Godoy, aseguró que el mencionado simulacro se hizo para garantizar recepción y seguridad de la vacuna. En otros países no hacen tanto ruido con algo así, simplemente se hace y ya.

II.- La simulación

En otro tema, estando Naucalpan en semáforo rojo –como lo están todos los municipios en el Estado de México- su alcaldesa, Patricia Durán, celebró la fiesta de su boda en Cuernavaca, Morelos, a la cual asistieron cerca de 150 invitados.

Durán Reveles publicó en sus redes, unas horas antes de su “pachanga” nupcial: “Quédate en casa”. ¡Una impostura! El mensaje completo es una burla, definitivamente, pero el cinismo campea por esos rumbos de la conducta de los poderosos.

En este caso no se trata tan sólo de respetar o no las reglas sanitarias, de acatar o no el “intrascendente” semáforo pandémico. Está sobre la mesa un mensaje a la sociedad: gobernantes y gobernados no son iguales.

Las incongruencias se exhiben de tal modo, que la irreverencia del poderoso y privilegiado salta a la vista. Y aunque se diga que la ciudadanía no está cumpliendo las reglas sanitarias como debiera, la incongruencia del gobernante es la que termina delatando al farsante.