/ jueves 3 de diciembre de 2020

Decrecimiento económico, ¿otro sexenio perdido?

El Banco de México (Banxico) informó que en este año la economía retrocedería un 9% en relación con el año anterior, cuando el aumento del PIB fue de un cero por ciento.

De esta manera en los dos primeros años del actual gobierno federal en lugar del prometido crecimiento de un 4% anual, se tendrá un promedio negativo del 4.5%. El banco central pronosticó también el probable incremento del PIB en un 3.3% para 2021.

De continuar aumentando el PIB un 3% anual, se llegaría hasta 2023 al estado de la economía que hubo en 2019. Pero como el PIB en ese año fue de un cero por ciento, entonces sería hasta 2024 cuando se iniciaría el crecimiento positivo, por lo que de hecho se podría tener un sexenio perdido.

El último sexenio con un cero crecimiento fue el de Miguel de la Madrid (1982-1988) debido a la crisis económica que le heredó José López Portillo. El país avanzó hasta el sexenio de Salinas de Gortari, el cual también dejó una severa crisis que tuvo que enfrentar Zedillo en 1995.

A partir de Salinas los sexenios han registrado un promedio de crecimiento de un 2%, el cual es insuficiente para lograr un desarrollo más pleno y equitativo.

La pandemia causó un mayor decremento de la economía nacional y se conjugó con algunas políticas económicas erróneas del actual régimen. Por ello, ahora México se enfrenta a una recesión que deberá intentar revertir lo antes posible, pues de lo contrario los daños sociales serán mayores, así como el deterioro de la vida de sus pobladores.

Detener la maquinaria económica es fácil, lo difícil es volver a ponerla en funcionamiento, como se ha probado en los últimos meses con la apertura ocasional y luego con medidas restrictivas.

Es el mismo problema que afrontan en la actualidad los demás países, pues algunos ante la nueva oleada de contagios del coronavirus han vuelto a limitar las actividades laborales y sociales. Con el estira y afloja son pocas las economías que se han restablecido mientras la mayoría también tendrá un retroceso significativo en este año.

Estados Unidos de América tendrá un decremento del 3% en 2020 y probablemente empiece a recuperarse en el próximo año.

Al menos parece ser que la transición presidencial se llevará de acuerdo con las normas institucionales, por lo que el vecino país podría jalar a nuestra economía siempre y cuando se tomen medidas adecuadas para favorecer el comercio entre los dos países.

El incremento de la pandemia en la Unión Americana no deja de ser un factor adverso para que continúe creciendo a más del 3%, menos cuando es la nación con mayor número de contagios y muertes en el mundo.

El panorama es adverso y poco promisorio al cumplirse los dos primeros años de gobierno de AMLO, por lo que no hay nada que festejar. Lo único que resta es esperar un 2021 menos negativo y con una real recuperación del nivel de vida de los mexicanos, aunque sea con el limitado crecimiento económico logrado en los sexenios “neoliberales”.




El Banco de México (Banxico) informó que en este año la economía retrocedería un 9% en relación con el año anterior, cuando el aumento del PIB fue de un cero por ciento.

De esta manera en los dos primeros años del actual gobierno federal en lugar del prometido crecimiento de un 4% anual, se tendrá un promedio negativo del 4.5%. El banco central pronosticó también el probable incremento del PIB en un 3.3% para 2021.

De continuar aumentando el PIB un 3% anual, se llegaría hasta 2023 al estado de la economía que hubo en 2019. Pero como el PIB en ese año fue de un cero por ciento, entonces sería hasta 2024 cuando se iniciaría el crecimiento positivo, por lo que de hecho se podría tener un sexenio perdido.

El último sexenio con un cero crecimiento fue el de Miguel de la Madrid (1982-1988) debido a la crisis económica que le heredó José López Portillo. El país avanzó hasta el sexenio de Salinas de Gortari, el cual también dejó una severa crisis que tuvo que enfrentar Zedillo en 1995.

A partir de Salinas los sexenios han registrado un promedio de crecimiento de un 2%, el cual es insuficiente para lograr un desarrollo más pleno y equitativo.

La pandemia causó un mayor decremento de la economía nacional y se conjugó con algunas políticas económicas erróneas del actual régimen. Por ello, ahora México se enfrenta a una recesión que deberá intentar revertir lo antes posible, pues de lo contrario los daños sociales serán mayores, así como el deterioro de la vida de sus pobladores.

Detener la maquinaria económica es fácil, lo difícil es volver a ponerla en funcionamiento, como se ha probado en los últimos meses con la apertura ocasional y luego con medidas restrictivas.

Es el mismo problema que afrontan en la actualidad los demás países, pues algunos ante la nueva oleada de contagios del coronavirus han vuelto a limitar las actividades laborales y sociales. Con el estira y afloja son pocas las economías que se han restablecido mientras la mayoría también tendrá un retroceso significativo en este año.

Estados Unidos de América tendrá un decremento del 3% en 2020 y probablemente empiece a recuperarse en el próximo año.

Al menos parece ser que la transición presidencial se llevará de acuerdo con las normas institucionales, por lo que el vecino país podría jalar a nuestra economía siempre y cuando se tomen medidas adecuadas para favorecer el comercio entre los dos países.

El incremento de la pandemia en la Unión Americana no deja de ser un factor adverso para que continúe creciendo a más del 3%, menos cuando es la nación con mayor número de contagios y muertes en el mundo.

El panorama es adverso y poco promisorio al cumplirse los dos primeros años de gobierno de AMLO, por lo que no hay nada que festejar. Lo único que resta es esperar un 2021 menos negativo y con una real recuperación del nivel de vida de los mexicanos, aunque sea con el limitado crecimiento económico logrado en los sexenios “neoliberales”.