/ domingo 23 de agosto de 2020

“Defenderemos el agua con nuestra vida”: productores

Ante una prolongada sequía y en medio de la peor crisis de salud y económica causada por una pandemia en la época moderna, el conflicto del agua en Chihuahua ha subido de tono, lo que ha motivado varios enfrentamientos entre campesinos y la Guardia Nacional que custodia la presa “Las Vírgenes”, de donde se extrae el recurso hídrico a fin de cumplir, aparentemente, con la deuda en los Estados Unidos.

Y para colmo, el conflicto del agua está “salpicado” de fuertes intereses políticos, ante la cercanía de las elecciones constitucionales. Algunos aspirantes a la gubernatura y otros puestos de elección popular merodean a los campesinos y prometen soluciones inmediatas. Una treta muy conocida de los políticos mexicanos.

Con la extracción de agua de las presas de Chihuahua se deja vulnerable a más de 30 mil agricultores y trabajadores de 14 municipios que corresponden a los distritos de Riego 05, 090 y 113, donde habitan cerca de 400 mil personas.

La cuenca del río Conchos riega más de 120 mil hectáreas en las que se produce nogal, chile, cebolla, alfalfa, sandía y melón, además existen siete establos lecheros de alta calidad que exportan a los Estados Unidos. Se calcula que la región genera anualmente 30 millones de pesos a la economía chihuahuense. Representa el 80 por ciento del Producto Interno Bruto.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua), que dirige Cristina Jiménez, utilizó a elementos de la Guardia Nacional, Ejército Mexicano, Policía federal y de la misma Fiscalía del estado, para abrir las compuertas de una de las principales presas de agua de la entidad, como “El Granero” y “Las Vírgenes” para dirigirla al vecino país del norte, aunque también trascendió que va al estado de Tamaulipas, con intención de favorecer a un político que se dedica a la agricultura y quiere ser candidato a gobernador por Morena.

Las extracciones en presas La Boquilla, ubicada en el municipio de Conchos; de la Francisco I. Madero (Las Vírgenes), del municipio de Rosales y la Luis L. León (El Granero) en Villa Aldama, han sido tema de controversia y constantes confrontaciones, ya que Conagua asegura que está cumpliendo con lo estipulado en el Tratado Internacional del Aguas de 1944. Su propia verdad.

Mientras que la verdad de los campesinos es que han cumplido en tiempo y forma con la entrega de los excedentes y escurrimientos de agua. Y toca la revisión hasta el próximo mes de octubre. Ha habido diálogo con las autoridades federales y estatales, pero "nos han traicionado", en voz propia de Salvador Alcántar.

Cabe recordar, que Blanca Jiménez, directora de Conagua, supuestamente se había comprometido con el gobernador Javier Corral Jurado a esperar que pasara el presente ciclo agrícola, para luego enviar el agua a los Estados Unidos, sin embargo, todo quedó en “promesa” y mandó a la Guardia Nacional a Chihuahua para abrir las compuertas y provocó una larga jornada de violencia.

La Conagua dio a conocer en un boletín que la decisión de abrir por la fuerza las compuertas lo sabía el propio Javier Corral, situación que luego desmintió. Pero ninguna autoridad fue capaz de frenar el atentado contra los campesinos y sus familias.

La decisión de los gobernantes de llevarse el agua de Chihuahua ha provocado cuatro enfrentamientos con la Guardia Nacional, que ha dejado cuando menos 20 lesionados, no de gravedad; la quema de 30 vehículos; incendio de 10 oficinas públicas y casetas de peaje; toma de carreteras, vías férreas y puentes internacionales. No hay ningún detenido.

Los días 19, 20 y 21 de agosto, los campesinos volvieron a manifestarse y ya se posesionaron de la plaza Hidalgo en la capital. La idea es no dar marcha atrás.

El pasado miércoles, un numeroso grupo de agricultores viajó hasta San Luis Potosí para pedir al presidente, Andrés Manuel López Obrador, que se encontraba en una reunión de gobernadores, que detenga la extracción del agua, pero no los dejaron llegar a la sede, ante un gran bloque humano que les hicieron seguidores de la Cuarta Transformación y Policía local.

Los líderes de los productores, Salvador Alcántar y Andrés Valles, habían estado la semana pasada en la Ciudad de México para buscar una entrevista con el propio López Obrador; o bien con Olga Sánchez Cordero o Marcelo Ebrard, pero les cerraron las puertas. No hay interés en resolver el problema.

Ahora miles de campesinos, acompañados de sus familias, salieron de nuevo a las calles. Han bloqueado el Palacio de gobierno, las principales calles del Centro de la capital del estado, a pesar del alto riesgo por Covid-19. Esto parece no importarle a los productores.

Los manifestantes cerraron por horas las carreteras Panamericana, asimismo, tomaron varias casetas de peaje como la que se ubica en Ciudad Cuauhtémoc, esto con el apoyo de los manzaneros.

Salvador Alcántar Ortega, presidente de la Asociación de Usuarios de Riego del Estado de Chihuahua, señaló: “Como siempre, Conagua rompe todos los acuerdos. Había tregua para no extraer el agua de la presa “Las Vírgenes” y ahí están las consecuencias. A los productores no nos van a detener”.

“Son puras traiciones y están provocando a la gente”, reiteró el líder agropecuario.

Por su parte, Andrés Valles, presidente del Módulo 04 de la región de Delicias, entrevistado en el programa “Palabra Propia” de Antena Radio 102.5 FM dijo tajantemente: “Defenderemos el agua hasta con nuestra propia vida”.

Y agregó: “No hay retorno a media pelea. Llegaremos hasta las últimas consecuencias”.

El presidente de México ha dicho que hay “huachicol” de agua, es decir robo, lo cual ha sido reiterado por el propio gobernador Corral. Pero, no se ha comprobado, tampoco hay detenidos.

Durante el conflicto, ha surgido de nueva cuenta el tema de la extracción de agua de la presa “Rosetilla”, localizada entre Delicias y Saucillo, que se va directamente a las mineras de Hércules, Coahuila, al parecer de Altos Hornos de México. Durante muchos años la Conagua no ha dado una explicación.

Nos pueden seguir: palabrapropia@hotmail.com twiter@palabrapropia

Ante una prolongada sequía y en medio de la peor crisis de salud y económica causada por una pandemia en la época moderna, el conflicto del agua en Chihuahua ha subido de tono, lo que ha motivado varios enfrentamientos entre campesinos y la Guardia Nacional que custodia la presa “Las Vírgenes”, de donde se extrae el recurso hídrico a fin de cumplir, aparentemente, con la deuda en los Estados Unidos.

Y para colmo, el conflicto del agua está “salpicado” de fuertes intereses políticos, ante la cercanía de las elecciones constitucionales. Algunos aspirantes a la gubernatura y otros puestos de elección popular merodean a los campesinos y prometen soluciones inmediatas. Una treta muy conocida de los políticos mexicanos.

Con la extracción de agua de las presas de Chihuahua se deja vulnerable a más de 30 mil agricultores y trabajadores de 14 municipios que corresponden a los distritos de Riego 05, 090 y 113, donde habitan cerca de 400 mil personas.

La cuenca del río Conchos riega más de 120 mil hectáreas en las que se produce nogal, chile, cebolla, alfalfa, sandía y melón, además existen siete establos lecheros de alta calidad que exportan a los Estados Unidos. Se calcula que la región genera anualmente 30 millones de pesos a la economía chihuahuense. Representa el 80 por ciento del Producto Interno Bruto.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua), que dirige Cristina Jiménez, utilizó a elementos de la Guardia Nacional, Ejército Mexicano, Policía federal y de la misma Fiscalía del estado, para abrir las compuertas de una de las principales presas de agua de la entidad, como “El Granero” y “Las Vírgenes” para dirigirla al vecino país del norte, aunque también trascendió que va al estado de Tamaulipas, con intención de favorecer a un político que se dedica a la agricultura y quiere ser candidato a gobernador por Morena.

Las extracciones en presas La Boquilla, ubicada en el municipio de Conchos; de la Francisco I. Madero (Las Vírgenes), del municipio de Rosales y la Luis L. León (El Granero) en Villa Aldama, han sido tema de controversia y constantes confrontaciones, ya que Conagua asegura que está cumpliendo con lo estipulado en el Tratado Internacional del Aguas de 1944. Su propia verdad.

Mientras que la verdad de los campesinos es que han cumplido en tiempo y forma con la entrega de los excedentes y escurrimientos de agua. Y toca la revisión hasta el próximo mes de octubre. Ha habido diálogo con las autoridades federales y estatales, pero "nos han traicionado", en voz propia de Salvador Alcántar.

Cabe recordar, que Blanca Jiménez, directora de Conagua, supuestamente se había comprometido con el gobernador Javier Corral Jurado a esperar que pasara el presente ciclo agrícola, para luego enviar el agua a los Estados Unidos, sin embargo, todo quedó en “promesa” y mandó a la Guardia Nacional a Chihuahua para abrir las compuertas y provocó una larga jornada de violencia.

La Conagua dio a conocer en un boletín que la decisión de abrir por la fuerza las compuertas lo sabía el propio Javier Corral, situación que luego desmintió. Pero ninguna autoridad fue capaz de frenar el atentado contra los campesinos y sus familias.

La decisión de los gobernantes de llevarse el agua de Chihuahua ha provocado cuatro enfrentamientos con la Guardia Nacional, que ha dejado cuando menos 20 lesionados, no de gravedad; la quema de 30 vehículos; incendio de 10 oficinas públicas y casetas de peaje; toma de carreteras, vías férreas y puentes internacionales. No hay ningún detenido.

Los días 19, 20 y 21 de agosto, los campesinos volvieron a manifestarse y ya se posesionaron de la plaza Hidalgo en la capital. La idea es no dar marcha atrás.

El pasado miércoles, un numeroso grupo de agricultores viajó hasta San Luis Potosí para pedir al presidente, Andrés Manuel López Obrador, que se encontraba en una reunión de gobernadores, que detenga la extracción del agua, pero no los dejaron llegar a la sede, ante un gran bloque humano que les hicieron seguidores de la Cuarta Transformación y Policía local.

Los líderes de los productores, Salvador Alcántar y Andrés Valles, habían estado la semana pasada en la Ciudad de México para buscar una entrevista con el propio López Obrador; o bien con Olga Sánchez Cordero o Marcelo Ebrard, pero les cerraron las puertas. No hay interés en resolver el problema.

Ahora miles de campesinos, acompañados de sus familias, salieron de nuevo a las calles. Han bloqueado el Palacio de gobierno, las principales calles del Centro de la capital del estado, a pesar del alto riesgo por Covid-19. Esto parece no importarle a los productores.

Los manifestantes cerraron por horas las carreteras Panamericana, asimismo, tomaron varias casetas de peaje como la que se ubica en Ciudad Cuauhtémoc, esto con el apoyo de los manzaneros.

Salvador Alcántar Ortega, presidente de la Asociación de Usuarios de Riego del Estado de Chihuahua, señaló: “Como siempre, Conagua rompe todos los acuerdos. Había tregua para no extraer el agua de la presa “Las Vírgenes” y ahí están las consecuencias. A los productores no nos van a detener”.

“Son puras traiciones y están provocando a la gente”, reiteró el líder agropecuario.

Por su parte, Andrés Valles, presidente del Módulo 04 de la región de Delicias, entrevistado en el programa “Palabra Propia” de Antena Radio 102.5 FM dijo tajantemente: “Defenderemos el agua hasta con nuestra propia vida”.

Y agregó: “No hay retorno a media pelea. Llegaremos hasta las últimas consecuencias”.

El presidente de México ha dicho que hay “huachicol” de agua, es decir robo, lo cual ha sido reiterado por el propio gobernador Corral. Pero, no se ha comprobado, tampoco hay detenidos.

Durante el conflicto, ha surgido de nueva cuenta el tema de la extracción de agua de la presa “Rosetilla”, localizada entre Delicias y Saucillo, que se va directamente a las mineras de Hércules, Coahuila, al parecer de Altos Hornos de México. Durante muchos años la Conagua no ha dado una explicación.

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