/ martes 1 de septiembre de 2020

Déjenos trabajar, presidente

Prácticamente fue lo que el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, le dijo al presidente en la mañanera que transmitió desde la base militar de Tamaulipas, a donde fue invitado por el presidente.

Francisco García Cabeza de Vaca es el primer gobernador de oposición (PAN), que llega a gobernar ese estado, que siempre había sido gobernado por el PRI. En medio de las preguntas, un periodista, probablemente azuzado por la gente del pejelagarto, le preguntaron que si ¿qué pensaba de las acusaciones que estaban haciendo basado en las acusaciones que “dicen” que ha estado haciendo Emilio Lozoya, exdirector de Pemex? ¡¡Nunca le hubieran preguntado !!

El presidente tenía una cara que no podía con ella y nunca le contestó nada. Era una alusión directa a él por el gobernador.

Nadie hasta ahora se había atrevido a decirle al presidente en su cara que ya los deje trabajar y de alguna manera que él también se ponga a trabajar, ya que se la pasa en campaña por todo el país todos los días. Esta semana comenzó por Torreón donde lo ventanearon que, aunque el presidente llegó en avión comercial en clase turista, llegaron junto con él dos aviones grandes cargado con todos sus guardaespaldas, que prometió que no iba a tener guardias, porque a él lo iba a cuidar el pueblo. Una de sus tantas mentiras. Al día siguiente en Monterrey, la gente lo corrió y le gritaron que ahí no lo querían. Al siguiente día en Tamaulipas el gobernador lo pone en su lugar.

Es que el presidente ya se pasó de la raya, díganme si no: Nadie ha visto a Emilio Lozoya, ni cuando llegó de España, extraditado, ni cuando “dicen” que entró al hospital o cuando salió. Tampoco alguien lo ha visto en sus declaraciones en contra de diputados, senadores o gobernadores, nada más del PAN, curiosamente. Pero López Obrador dice que “dijo” tal acusación en contra de hasta expresidentes a los que López Obrador ya los quiere meter a la cárcel, por el solo dicho, que nadie sabe quién dicen que lo dijo. (Aunque parezca trabalenguas).

Ya déjenos trabajar y usted también póngase a trabajar, porque nomás anda todas las semanas por todo el país, sembrando el odio de los ricos contra los pobres, los empresarios contra los trabajadores, los medios que dicen la verdad de López Obrador, los de un partido contra otro. Para nada es la conducta que debe de tener un presidente.

Cuando menos déjenos trabajar, presidente.

Prácticamente fue lo que el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, le dijo al presidente en la mañanera que transmitió desde la base militar de Tamaulipas, a donde fue invitado por el presidente.

Francisco García Cabeza de Vaca es el primer gobernador de oposición (PAN), que llega a gobernar ese estado, que siempre había sido gobernado por el PRI. En medio de las preguntas, un periodista, probablemente azuzado por la gente del pejelagarto, le preguntaron que si ¿qué pensaba de las acusaciones que estaban haciendo basado en las acusaciones que “dicen” que ha estado haciendo Emilio Lozoya, exdirector de Pemex? ¡¡Nunca le hubieran preguntado !!

El presidente tenía una cara que no podía con ella y nunca le contestó nada. Era una alusión directa a él por el gobernador.

Nadie hasta ahora se había atrevido a decirle al presidente en su cara que ya los deje trabajar y de alguna manera que él también se ponga a trabajar, ya que se la pasa en campaña por todo el país todos los días. Esta semana comenzó por Torreón donde lo ventanearon que, aunque el presidente llegó en avión comercial en clase turista, llegaron junto con él dos aviones grandes cargado con todos sus guardaespaldas, que prometió que no iba a tener guardias, porque a él lo iba a cuidar el pueblo. Una de sus tantas mentiras. Al día siguiente en Monterrey, la gente lo corrió y le gritaron que ahí no lo querían. Al siguiente día en Tamaulipas el gobernador lo pone en su lugar.

Es que el presidente ya se pasó de la raya, díganme si no: Nadie ha visto a Emilio Lozoya, ni cuando llegó de España, extraditado, ni cuando “dicen” que entró al hospital o cuando salió. Tampoco alguien lo ha visto en sus declaraciones en contra de diputados, senadores o gobernadores, nada más del PAN, curiosamente. Pero López Obrador dice que “dijo” tal acusación en contra de hasta expresidentes a los que López Obrador ya los quiere meter a la cárcel, por el solo dicho, que nadie sabe quién dicen que lo dijo. (Aunque parezca trabalenguas).

Ya déjenos trabajar y usted también póngase a trabajar, porque nomás anda todas las semanas por todo el país, sembrando el odio de los ricos contra los pobres, los empresarios contra los trabajadores, los medios que dicen la verdad de López Obrador, los de un partido contra otro. Para nada es la conducta que debe de tener un presidente.

Cuando menos déjenos trabajar, presidente.