/ viernes 10 de julio de 2020

¿Democracia o gobierno “a modo”?

Reaccionan oligocracias; disgustándose por todo; ya no quieren “democracias”, más bien… un gobierno “a modo”.

Los “machuchones” de nuestro país, hablo de los grandes jerarcas de los capitales mexicanos y en consecuencia de las principales empresas del país ya sean netamente mexicanas o de capital mixto, los hombres que mueven partidos políticos y rumbos económicos están molestos -en su mayoría-, pues casi todos ellos manejan grandes empresas honestas en apariencia y “submecatum”, evaden sus pagos fiscales, se asocian con los políticos en turno y hasta con las facciones criminales para percibir mayores capitales; esos exitosos empresarios… siempre obedecen sus principios de éxito económico personal de manera primordial; y después el interés de la Nación. De ellos permea hacia abajo a los empresarios medianos y pequeños comerciantes, así como a la ciudadanía “prianista” -fundamentalmente panistas confesionales-, sus inconformidades y probables peligros para la comunidad, quienes se hacen eco de las desventuras, de los privilegiados miembros de las esferas cupulares que nada les dan, pero que los adocenan como súbditos de su ideología política -pobres y además perrunos con los ricos-. Ésta específica población, por años se asoció y buscó la genuina democracia en México para sacar al PRI del poder -a patadas dijo “el cretino” de Fox-, y así se hizo.

La democracia en México lo logró por la vía pacífica y constitucional; y el PAN accedió al poder; dos sexenios de PAN, les dieron negocios muy redituables a las cúpulas panista y oligarcas; luego una arreglada y aceptada alternancia priista, hacía brillar la democracia mexicana y florecer los indignos y ocultos “cochupos”, de los poderosos; pero el asunto se les salió de las manos, atracos exagerados al erario público, entreguismo de los bienes nacionales al extranjero, a cambio de buenas tajadas y la depauperación del México reciente, terminaron por alarmar y empobrecer al pueblo.

Esa democracia tan cacaraqueada y un líder probo Andrés Manuel López Obrador, hicieron el milagro… una votación democrática y obstaculizada manifestó la voluntad popular para ejemplo de la historia electoral de México y del orbe.

En 18 meses AMLO ha logrado evidenciar para asombro del mundo, la más alta corrupción de los gobiernos precedentes, cuyos cómplices y benefactores principales han sido y son todavía las clases sociales cupulares, mencionadas antes; evasión de impuestos, facturaciones falsas, contratos leoninos, robo sin seguimiento, despilfarro, venta de los activos fijos del país, entelequias de empresarios -gobierno-, y cárteles criminales, etc., etc... Y por supuesto buscando la corrección y castigo inmediatos para esta mafia nacional; a pesar de una red de corrupción que se opone; pues ya no quieren esa democracia que los llevó al poder; la democracia de AMLO y Morena, es una democracia auténtica, “no de a mentiritas”, como ellos hacían aparecer a la suya; esto los ha hecho implorar… ¡democracia auténtica no!, mejor un “gobierno a modo”, que no les evidencie ni los limite.

Así, leí un artículo editorial del señor Gustavo Madero -la antítesis ideológica de nuestro prócer Francisco I. Madero-, que tituló “México no va a cambiar, hasta que cambiemos nosotros”… qué lucidez, qué brillante lógica, qué agresiva honestidad; porque supongo que el mensaje es a los beligerantes y sumisos panistas, sus cofrades, a quien les dice además… “Es preciso una insurgencia ciudadana que replique la gesta del verano caliente del 86 en Chihuahua. Cuando nos indignamos por el fraude electoral y salimos unidos a defender la democracia”. Sic. ¡Qué bárbaro!, sólo le faltó escribir… conciudadanos panistas, debemos apoyar a AMLO, y defender con valor los gobiernos buenos. Y yo creí que el señor Madero era un oportunista y resultó que él sí cree en la democracia como auténtica y sagrada voluntad popular; y no en buscar gobiernos “a modo”, que es lo que en muchos lustros no tendrán; mientras el pueblo lo pueda evitar.

Porque si algo priva en México hoy… es una auténtica y palpable democracia, pero les conmocionó los bolsillos a los machuchones y ya no la quieren.

Reaccionan oligocracias; disgustándose por todo; ya no quieren “democracias”, más bien… un gobierno “a modo”.

Los “machuchones” de nuestro país, hablo de los grandes jerarcas de los capitales mexicanos y en consecuencia de las principales empresas del país ya sean netamente mexicanas o de capital mixto, los hombres que mueven partidos políticos y rumbos económicos están molestos -en su mayoría-, pues casi todos ellos manejan grandes empresas honestas en apariencia y “submecatum”, evaden sus pagos fiscales, se asocian con los políticos en turno y hasta con las facciones criminales para percibir mayores capitales; esos exitosos empresarios… siempre obedecen sus principios de éxito económico personal de manera primordial; y después el interés de la Nación. De ellos permea hacia abajo a los empresarios medianos y pequeños comerciantes, así como a la ciudadanía “prianista” -fundamentalmente panistas confesionales-, sus inconformidades y probables peligros para la comunidad, quienes se hacen eco de las desventuras, de los privilegiados miembros de las esferas cupulares que nada les dan, pero que los adocenan como súbditos de su ideología política -pobres y además perrunos con los ricos-. Ésta específica población, por años se asoció y buscó la genuina democracia en México para sacar al PRI del poder -a patadas dijo “el cretino” de Fox-, y así se hizo.

La democracia en México lo logró por la vía pacífica y constitucional; y el PAN accedió al poder; dos sexenios de PAN, les dieron negocios muy redituables a las cúpulas panista y oligarcas; luego una arreglada y aceptada alternancia priista, hacía brillar la democracia mexicana y florecer los indignos y ocultos “cochupos”, de los poderosos; pero el asunto se les salió de las manos, atracos exagerados al erario público, entreguismo de los bienes nacionales al extranjero, a cambio de buenas tajadas y la depauperación del México reciente, terminaron por alarmar y empobrecer al pueblo.

Esa democracia tan cacaraqueada y un líder probo Andrés Manuel López Obrador, hicieron el milagro… una votación democrática y obstaculizada manifestó la voluntad popular para ejemplo de la historia electoral de México y del orbe.

En 18 meses AMLO ha logrado evidenciar para asombro del mundo, la más alta corrupción de los gobiernos precedentes, cuyos cómplices y benefactores principales han sido y son todavía las clases sociales cupulares, mencionadas antes; evasión de impuestos, facturaciones falsas, contratos leoninos, robo sin seguimiento, despilfarro, venta de los activos fijos del país, entelequias de empresarios -gobierno-, y cárteles criminales, etc., etc... Y por supuesto buscando la corrección y castigo inmediatos para esta mafia nacional; a pesar de una red de corrupción que se opone; pues ya no quieren esa democracia que los llevó al poder; la democracia de AMLO y Morena, es una democracia auténtica, “no de a mentiritas”, como ellos hacían aparecer a la suya; esto los ha hecho implorar… ¡democracia auténtica no!, mejor un “gobierno a modo”, que no les evidencie ni los limite.

Así, leí un artículo editorial del señor Gustavo Madero -la antítesis ideológica de nuestro prócer Francisco I. Madero-, que tituló “México no va a cambiar, hasta que cambiemos nosotros”… qué lucidez, qué brillante lógica, qué agresiva honestidad; porque supongo que el mensaje es a los beligerantes y sumisos panistas, sus cofrades, a quien les dice además… “Es preciso una insurgencia ciudadana que replique la gesta del verano caliente del 86 en Chihuahua. Cuando nos indignamos por el fraude electoral y salimos unidos a defender la democracia”. Sic. ¡Qué bárbaro!, sólo le faltó escribir… conciudadanos panistas, debemos apoyar a AMLO, y defender con valor los gobiernos buenos. Y yo creí que el señor Madero era un oportunista y resultó que él sí cree en la democracia como auténtica y sagrada voluntad popular; y no en buscar gobiernos “a modo”, que es lo que en muchos lustros no tendrán; mientras el pueblo lo pueda evitar.

Porque si algo priva en México hoy… es una auténtica y palpable democracia, pero les conmocionó los bolsillos a los machuchones y ya no la quieren.