/ domingo 20 de octubre de 2019

Dependencias oficiales innecesarias; ¡se requiere un fuerte ajuste en la función pública!

La eliminación de dos consejeros del Instituto Chihuahuense para la Transparencia y Acceso a la Información Pública (Ichitaip) no afecta en nada la marcha de la administración pública, si acaso el desempleo de algunos elementos que sirven en las dos consejerías, que están en el ojo del huracán y que desde luego se lamenta, pero la verdad es que toda esta institución o dependencia no aporta nada a la mejor marcha del gobierno en Chihuahua.

La realidad es que se tienen un sinfín de estructura administrativa cuyo único objetivo ha sido el de colocar con remuneraciones envidiables a gente con quien los hombres del poder en turno, no necesariamente los titulares de los poderes, tienen compromiso de campañas o hasta de simple amistad.

Así han surgido dependencias que incluso han logrado la categoría de instituciones, como las comisiones de Derechos Humanos, la nacional, la estatal y hasta las municipales, que pretenden a través de recomendaciones, principalmente en el ámbito judicial, tratar de revocar o enmendar resoluciones jurídicas ya debidamente sancionadas por autoridad competente.

Pero no es nada más la CEDH, que es la que ha logrado una mayor relevancia, sino la infinidad de organismos autónomos que han surgido a través de las diferentes administraciones públicas, hasta ahora del PRI y de PAN. Estarán pendientes las que deje Morena, si no es que se va de largo y con un gobierno extremadamente centralista.

En México es urgente una reestructura total a la administración pública y no necesariamente cortando manos o fusilando a quienes hayan incurrido en errores y/o hayan defraudado al gobierno, simple y sencillamente haciendo una real distribución del trabajo y realizarlo estrictamente con la gente necesaria.

El gobierno de Chihuahua ha liquidado en sus tres años a considerable número de trabajadores de diferentes niveles y dependencias y no ha pasado nada, toda la estructura gubernamental ha seguido funcionando de forma normal y no estoy mencionando recortes de 20 o 30 gentes, estoy refiriéndome a cientos, quizá miles que se han quedado sin trabajo dentro de la nomina estatal, aunque tampoco se ha visto el beneficio, aunque hay que reconocerlo, estos son a largo plazo, de ahí una buena razón de que nadie quiera hacerlos.

Aunque hay municipios, incluso aquí en Chihuahua, en los que la oferta de trabajo prácticamente hace crisis y son los propios ayuntamientos las principales fuentes de empleo, incluso con la rotación de los puestos cada tres o seis meses para que cuando menos alguna gente tenga algo de ingresos, aquí sería infame tratar de reducir las plazas, cuando la urgente necesidad es el trabajo que las familias requieren y más cuando se da el caso de que el crimen organizado siente sus reales en estos lugares.

Entonces, pues, no es tan fácil hacer un planteamiento general para lograr la eficiencia de la administración pública con menos gente, pero sí desaparecer organismos que tienen dobles funciones o que son totalmente innecesarios para la administración gubernamental en muchas de sus áreas.

La eliminación de dos consejeros del Instituto Chihuahuense para la Transparencia y Acceso a la Información Pública (Ichitaip) no afecta en nada la marcha de la administración pública, si acaso el desempleo de algunos elementos que sirven en las dos consejerías, que están en el ojo del huracán y que desde luego se lamenta, pero la verdad es que toda esta institución o dependencia no aporta nada a la mejor marcha del gobierno en Chihuahua.

La realidad es que se tienen un sinfín de estructura administrativa cuyo único objetivo ha sido el de colocar con remuneraciones envidiables a gente con quien los hombres del poder en turno, no necesariamente los titulares de los poderes, tienen compromiso de campañas o hasta de simple amistad.

Así han surgido dependencias que incluso han logrado la categoría de instituciones, como las comisiones de Derechos Humanos, la nacional, la estatal y hasta las municipales, que pretenden a través de recomendaciones, principalmente en el ámbito judicial, tratar de revocar o enmendar resoluciones jurídicas ya debidamente sancionadas por autoridad competente.

Pero no es nada más la CEDH, que es la que ha logrado una mayor relevancia, sino la infinidad de organismos autónomos que han surgido a través de las diferentes administraciones públicas, hasta ahora del PRI y de PAN. Estarán pendientes las que deje Morena, si no es que se va de largo y con un gobierno extremadamente centralista.

En México es urgente una reestructura total a la administración pública y no necesariamente cortando manos o fusilando a quienes hayan incurrido en errores y/o hayan defraudado al gobierno, simple y sencillamente haciendo una real distribución del trabajo y realizarlo estrictamente con la gente necesaria.

El gobierno de Chihuahua ha liquidado en sus tres años a considerable número de trabajadores de diferentes niveles y dependencias y no ha pasado nada, toda la estructura gubernamental ha seguido funcionando de forma normal y no estoy mencionando recortes de 20 o 30 gentes, estoy refiriéndome a cientos, quizá miles que se han quedado sin trabajo dentro de la nomina estatal, aunque tampoco se ha visto el beneficio, aunque hay que reconocerlo, estos son a largo plazo, de ahí una buena razón de que nadie quiera hacerlos.

Aunque hay municipios, incluso aquí en Chihuahua, en los que la oferta de trabajo prácticamente hace crisis y son los propios ayuntamientos las principales fuentes de empleo, incluso con la rotación de los puestos cada tres o seis meses para que cuando menos alguna gente tenga algo de ingresos, aquí sería infame tratar de reducir las plazas, cuando la urgente necesidad es el trabajo que las familias requieren y más cuando se da el caso de que el crimen organizado siente sus reales en estos lugares.

Entonces, pues, no es tan fácil hacer un planteamiento general para lograr la eficiencia de la administración pública con menos gente, pero sí desaparecer organismos que tienen dobles funciones o que son totalmente innecesarios para la administración gubernamental en muchas de sus áreas.