/ domingo 31 de octubre de 2021

Desde la Curul 136: Ante el Insabi, el Seguro Popular ¡Sí era seguro y sí era popular!

Por: Ángeles Gutiérrez Valdez

¡Hola amigos!, qué gusto saludarles por este medio y compartirles de lo acontecido en la comparecencia que tuvo el secretario de Salud, Jorge Alcocer, en la Cámara de Diputados el pasado martes 26 de octubre, donde exigimos el regreso del Seguro Popular. ¿Sabían ustedes que anteriormente se cubrían 53 millones de personas y ahora, con la creación del Insabi, se dejó sin acceso a los servicios de salud a más de 20 millones de mexicanas y mexicanos?

Esto sin duda es un golpe muy fuerte para la economía de los que menos tienen, pero también para aquellos que más lo necesitan. La verdad es que la salud pública en México está en la peor crisis de nuestra historia, y urge generar soluciones. Las vidas de las personas son lo más valioso y el gobierno federal parece no querer entenderlo así.

Ya las organizaciones sociales mostraron su preocupación sobre el financiamiento y el gasto que se realiza en el rubro de salud, así como la continuidad en el flujo de los recursos para poder atender las necesidades que se produjeron antes y después de la pandemia del Covid-19.

Inclusive el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) señaló que aún existe una brecha en el gasto de salud en el país. Las recomendaciones de la OMS y de la OCDE son que éste se ubique en 6% del PIB, mientras que en México el próximo año representará 2.9 por ciento.

Agregó que con el presupuesto que se propone no se atiende la transición epidemiológica, y que la mayor presión para las finanzas públicas viene del lado de las enfermedades de alta especialidad, como el cáncer, las cuales son más costosas.

Hay que recordar que todos los tratamientos contra el cáncer, las cirugías de trasplantes y las cirugías cardiovasculares, hemodiálisis y radioterapias se cubrían con el Seguro Popular, ahora las tienen que pagar los pacientes.

Amigos, el Seguro Popular sí era seguro y sí era popular. Su desaparición fue una de las peores decisiones de este gobierno.

Según la Coneval a nivel nacional, entre 2018 y 2020, se observó un aumento de la población con carencia por acceso a los servicios de salud pasando del 16.2% al 28.2%, lo cual representa un aumento de 20.1 a 35.7 millones de personas que afirman no estar afiliadas, inscritas o tener derecho a recibir servicios de salud.

Basta pensar en las y los mexicanos, para entender que lo que más tememos es a una enfermedad o a la pérdida repentina de patrimonio material. Por eso las personas y familias buscan asegurarse. No muchos mexicanos tienen para pagar las primas de los seguros privados, ni ahorros suficientes para hacer frente a las contingencias. De hecho, la mayoría, aunque trabaje, no goza de un esquema de protección social. Está en una situación de total vulnerabilidad. Ahí entra el gobierno y las decisiones que deben tomar; teniendo como centro las necesidades reales de las y los ciudadanos.

Sabemos que el problema de salud pública que padecemos en nuestro país no sólo se resuelve con el regreso del Seguro Popular. Nuestra obligación como legisladores es impulsar otros temas de suma importancia, a partir de tres ejes: cobertura, abasto y personal de salud.

• En el eje de cobertura, por ejemplo, defenderemos a todos aquellos que quieran vacunar a sus hijas e hijos adolescentes. Mientras en otros países vacunan niñas y niños de hasta 5 años de edad, aquí en México, el gobierno federal insiste que no se debe vacunar a nuestros adolescentes.

• En el eje de abasto, no dejaremos de insistir en que el gobierno es quien debe garantizar todo tipo de medicamentos a la población, incluso las quimioterapias que siguen sin brindar a miles de niños con cáncer.

• Y finalmente, para honrar y proteger a todo el personal de salud que se encuentra en la primera línea de batalla, proponemos un seguro de vida y un seguro de gastos médicos mayores.

Amigos, cuentan conmigo, saben que daremos nuestro mayor esfuerzo para que VUELVA EL SEGURO POPULAR y con ello la salud para las familias mexicanas.

Por: Ángeles Gutiérrez Valdez

¡Hola amigos!, qué gusto saludarles por este medio y compartirles de lo acontecido en la comparecencia que tuvo el secretario de Salud, Jorge Alcocer, en la Cámara de Diputados el pasado martes 26 de octubre, donde exigimos el regreso del Seguro Popular. ¿Sabían ustedes que anteriormente se cubrían 53 millones de personas y ahora, con la creación del Insabi, se dejó sin acceso a los servicios de salud a más de 20 millones de mexicanas y mexicanos?

Esto sin duda es un golpe muy fuerte para la economía de los que menos tienen, pero también para aquellos que más lo necesitan. La verdad es que la salud pública en México está en la peor crisis de nuestra historia, y urge generar soluciones. Las vidas de las personas son lo más valioso y el gobierno federal parece no querer entenderlo así.

Ya las organizaciones sociales mostraron su preocupación sobre el financiamiento y el gasto que se realiza en el rubro de salud, así como la continuidad en el flujo de los recursos para poder atender las necesidades que se produjeron antes y después de la pandemia del Covid-19.

Inclusive el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) señaló que aún existe una brecha en el gasto de salud en el país. Las recomendaciones de la OMS y de la OCDE son que éste se ubique en 6% del PIB, mientras que en México el próximo año representará 2.9 por ciento.

Agregó que con el presupuesto que se propone no se atiende la transición epidemiológica, y que la mayor presión para las finanzas públicas viene del lado de las enfermedades de alta especialidad, como el cáncer, las cuales son más costosas.

Hay que recordar que todos los tratamientos contra el cáncer, las cirugías de trasplantes y las cirugías cardiovasculares, hemodiálisis y radioterapias se cubrían con el Seguro Popular, ahora las tienen que pagar los pacientes.

Amigos, el Seguro Popular sí era seguro y sí era popular. Su desaparición fue una de las peores decisiones de este gobierno.

Según la Coneval a nivel nacional, entre 2018 y 2020, se observó un aumento de la población con carencia por acceso a los servicios de salud pasando del 16.2% al 28.2%, lo cual representa un aumento de 20.1 a 35.7 millones de personas que afirman no estar afiliadas, inscritas o tener derecho a recibir servicios de salud.

Basta pensar en las y los mexicanos, para entender que lo que más tememos es a una enfermedad o a la pérdida repentina de patrimonio material. Por eso las personas y familias buscan asegurarse. No muchos mexicanos tienen para pagar las primas de los seguros privados, ni ahorros suficientes para hacer frente a las contingencias. De hecho, la mayoría, aunque trabaje, no goza de un esquema de protección social. Está en una situación de total vulnerabilidad. Ahí entra el gobierno y las decisiones que deben tomar; teniendo como centro las necesidades reales de las y los ciudadanos.

Sabemos que el problema de salud pública que padecemos en nuestro país no sólo se resuelve con el regreso del Seguro Popular. Nuestra obligación como legisladores es impulsar otros temas de suma importancia, a partir de tres ejes: cobertura, abasto y personal de salud.

• En el eje de cobertura, por ejemplo, defenderemos a todos aquellos que quieran vacunar a sus hijas e hijos adolescentes. Mientras en otros países vacunan niñas y niños de hasta 5 años de edad, aquí en México, el gobierno federal insiste que no se debe vacunar a nuestros adolescentes.

• En el eje de abasto, no dejaremos de insistir en que el gobierno es quien debe garantizar todo tipo de medicamentos a la población, incluso las quimioterapias que siguen sin brindar a miles de niños con cáncer.

• Y finalmente, para honrar y proteger a todo el personal de salud que se encuentra en la primera línea de batalla, proponemos un seguro de vida y un seguro de gastos médicos mayores.

Amigos, cuentan conmigo, saben que daremos nuestro mayor esfuerzo para que VUELVA EL SEGURO POPULAR y con ello la salud para las familias mexicanas.