/ martes 14 de agosto de 2018

Desiderata I

“Hay dos tragedias en la vida. Una es no alcanzar el deseo de nuestro corazón. Y la otra es alcanzarlo”, Bernard Shaw

Sergio Armendáriz Royval

Conjunto de deseos, como nos repetía nuestro maestro de Latín y Griego en la prepa. “Memorandum es singular, memoranda, plural. Curriculum es singular, curricula plural. Desideratum es singular y desiderata plural. Recordemos el poema de Max Ehrmann, que escuchábamos en la radio declamado por Arturo Benavides. Creo que Jorge Lavat también. Con la reflexión a que nos invita tal autor con su poema, enunciaremos deseos para que nuestra patria se fortalezca y se transforme.

Explicar quiere decir: unir conceptos, juicios y razonamientos, para conocer y comprender lo que sucede en nuestra comunidad. Los mexicanos somos soñadores, muy soñadores, eso está bien, pero en ocasiones truncamos abruptamente ese rey que es el sueño y le oponemos situaciones que otros semejantes nos obligan a hacer nuestras ¡benditas redes sociales! Libérate de la dependencia digital y razona. Queremos que dirija nuestra nación un estadista, no un faraón mesiánico que más de dos mil años después quiere perdonar a los crueles y despiadados criminales, que han ensangrentado a la población mexicana.

Deseamos paz y concordia, pero construida por nosotros mismos: ¡claro que podemos hacerlo! Luchemos cada minuto de nuestras vidas por nosotros y por nuestros semejantes: ¡mexicano, esfuérzate por tu felicidad! No llegará de ningún gobierno ni de ningún merolico. Cambiemos el paradigma de no respetar lo ajeno, muy arraigado en nuestro pueblo mestizo “lo que no es nuestro, es ajeno”, entreguemos lo olvidado a su propietario, entonces seremos un pueblo respetado. Lo único que mejorará nuestro sistema educativo, son los recursos económicos, debemos exigir que la cacareada “austeridad” no sea óbice para atender la educación pública. El primer instinto de los humanos, es el de conservación, busquemos la paz, pero no como limosna, sino como forma de vida que rechace a los criminales, desde quien los arma -el Imperio-, hasta quien los promueve, para enviciar y asesinar a miles de compatriotas. Hay en el país más de medio millón de armas, “made in USA”, que allanaron nuestras fronteras y día a día acaban con las vidas de niños, jóvenes hombres, mujeres y ancianos. ¿Perdón a las enormes empresas productoras de armas? ¿Perdón a los que las utilizan para aterrorizar a la población? No y mil veces no.


“Hay dos tragedias en la vida. Una es no alcanzar el deseo de nuestro corazón. Y la otra es alcanzarlo”, Bernard Shaw

Sergio Armendáriz Royval

Conjunto de deseos, como nos repetía nuestro maestro de Latín y Griego en la prepa. “Memorandum es singular, memoranda, plural. Curriculum es singular, curricula plural. Desideratum es singular y desiderata plural. Recordemos el poema de Max Ehrmann, que escuchábamos en la radio declamado por Arturo Benavides. Creo que Jorge Lavat también. Con la reflexión a que nos invita tal autor con su poema, enunciaremos deseos para que nuestra patria se fortalezca y se transforme.

Explicar quiere decir: unir conceptos, juicios y razonamientos, para conocer y comprender lo que sucede en nuestra comunidad. Los mexicanos somos soñadores, muy soñadores, eso está bien, pero en ocasiones truncamos abruptamente ese rey que es el sueño y le oponemos situaciones que otros semejantes nos obligan a hacer nuestras ¡benditas redes sociales! Libérate de la dependencia digital y razona. Queremos que dirija nuestra nación un estadista, no un faraón mesiánico que más de dos mil años después quiere perdonar a los crueles y despiadados criminales, que han ensangrentado a la población mexicana.

Deseamos paz y concordia, pero construida por nosotros mismos: ¡claro que podemos hacerlo! Luchemos cada minuto de nuestras vidas por nosotros y por nuestros semejantes: ¡mexicano, esfuérzate por tu felicidad! No llegará de ningún gobierno ni de ningún merolico. Cambiemos el paradigma de no respetar lo ajeno, muy arraigado en nuestro pueblo mestizo “lo que no es nuestro, es ajeno”, entreguemos lo olvidado a su propietario, entonces seremos un pueblo respetado. Lo único que mejorará nuestro sistema educativo, son los recursos económicos, debemos exigir que la cacareada “austeridad” no sea óbice para atender la educación pública. El primer instinto de los humanos, es el de conservación, busquemos la paz, pero no como limosna, sino como forma de vida que rechace a los criminales, desde quien los arma -el Imperio-, hasta quien los promueve, para enviciar y asesinar a miles de compatriotas. Hay en el país más de medio millón de armas, “made in USA”, que allanaron nuestras fronteras y día a día acaban con las vidas de niños, jóvenes hombres, mujeres y ancianos. ¿Perdón a las enormes empresas productoras de armas? ¿Perdón a los que las utilizan para aterrorizar a la población? No y mil veces no.