/ sábado 17 de febrero de 2018

Desplantes, inflados, demagogos e incompetentes

A diferencia de algunos, yo no creo que el poder cambie las personas, más bien las personas cuando llegan al poder, en un falso y confuso sentimiento de seguridad se relajan y nos muestran quiénes son realmente. Actualmente Chihuahua, México y el planeta enfrentamos una hiper transición en todos los órdenes y en este tránsito necesitamos políticos maduros de cuerpo entero.

Esta semana continuó el circo mediático con la publicación de una grabación que se atribuyó a la diputada local Lily Ibarra, despotricando de su partido el PAN; telenovela de grabaciones que empezó con una grabación editada o no de  amenazas a reporteros por parte del abogado del gobierno estatal Maclovio Murillo y que han llegado a su clímax con las declaraciones del recién electo consejero anticorrupción Joaquín Treviño, que afirmó a los medios que a los diputados locales "les importaba más casar maricones" que atender sus responsabilidades.

Quienes aspiren a ocupar un puesto público y político independientemente que su ambición empiece en un partido político o en el ámbito ciudadano, esperaríamos que fueran personas inteligentes, maduras y con sentido de la ubicuidad, ciudadanos que hayan tenido experiencia previa coordinando y o dirigiendo, porque los puestos públicos no son para aprendices, desubicados y vanidosos, que es lo que nos está sucediendo lamentablemente en Chihuahua.

Décadas atrás, quienes llegaban a las diputaciones y a las posiciones importantes en los municipios y en el gobierno estatal, eran personas con experiencia, autocontrol, madurez emocional, educación y modales. En pocas palabras, sabían conducirse políticamente.

En la actualidad so pretexto de dar oportunidades a los jóvenes, observando el circo mediático de las últimas semanas, podemos concluir que un grupo de grillos ya no tan jóvenes, simplemente no saben autocontrolarse, considerando que en esta época de celulares multifuncionales, cualquiera nos puede estar grabando.

Pero, en fin, "en Chihuahua con estos bueyes tenemos que arar”, aunque de cultivar y resolver no tengan la menor idea. Vaya dilema, elegimos tricolores mononeuronales corruptos y discretos o azules primerizos alocados y desbocinados.

 

A diferencia de algunos, yo no creo que el poder cambie las personas, más bien las personas cuando llegan al poder, en un falso y confuso sentimiento de seguridad se relajan y nos muestran quiénes son realmente. Actualmente Chihuahua, México y el planeta enfrentamos una hiper transición en todos los órdenes y en este tránsito necesitamos políticos maduros de cuerpo entero.

Esta semana continuó el circo mediático con la publicación de una grabación que se atribuyó a la diputada local Lily Ibarra, despotricando de su partido el PAN; telenovela de grabaciones que empezó con una grabación editada o no de  amenazas a reporteros por parte del abogado del gobierno estatal Maclovio Murillo y que han llegado a su clímax con las declaraciones del recién electo consejero anticorrupción Joaquín Treviño, que afirmó a los medios que a los diputados locales "les importaba más casar maricones" que atender sus responsabilidades.

Quienes aspiren a ocupar un puesto público y político independientemente que su ambición empiece en un partido político o en el ámbito ciudadano, esperaríamos que fueran personas inteligentes, maduras y con sentido de la ubicuidad, ciudadanos que hayan tenido experiencia previa coordinando y o dirigiendo, porque los puestos públicos no son para aprendices, desubicados y vanidosos, que es lo que nos está sucediendo lamentablemente en Chihuahua.

Décadas atrás, quienes llegaban a las diputaciones y a las posiciones importantes en los municipios y en el gobierno estatal, eran personas con experiencia, autocontrol, madurez emocional, educación y modales. En pocas palabras, sabían conducirse políticamente.

En la actualidad so pretexto de dar oportunidades a los jóvenes, observando el circo mediático de las últimas semanas, podemos concluir que un grupo de grillos ya no tan jóvenes, simplemente no saben autocontrolarse, considerando que en esta época de celulares multifuncionales, cualquiera nos puede estar grabando.

Pero, en fin, "en Chihuahua con estos bueyes tenemos que arar”, aunque de cultivar y resolver no tengan la menor idea. Vaya dilema, elegimos tricolores mononeuronales corruptos y discretos o azules primerizos alocados y desbocinados.