/ jueves 23 de septiembre de 2021

Díaz-Canel: una burla para los mexicanos (primera parte)

Por: Eduardo Fernández Ponce

“Todas las dictaduras del mundo afirman estar actuando en nombre del pueblo y en su beneficio”.

Gral. Harold H. Greene (1959 – 2014)

Desde infantes en la escuela primaria con las orejas muy abiertas y levantadas nos inculcaron “el amor a los valores patrios y el reconocimiento a los héroes que forjaron esta nación”. Desde el saludo (los lunes) a la bandera, su juramento el 24 de febrero, los desfiles, el mes patrio, etc. formativo de hábitos que nos cincelaron un profundo sentimiento de mexicanidad y libertad. Por ello es inconcebible la reciente presentación de un grupo de soldados del ejército bolivariano de Venezuela enviados por el dictador Nicolás Maduro para desfilar en ese magno sitio emblemático, pletórico de historia que es el Zócalo de la Ciudad de México, gritando consignas de: “¡¡¡Viva Chávez - patria y vida!!!”, festinado todo ello por el gobierno de la 4T. Hecho que sin duda rebasa el nivel de lo incomprensible.

Pero lo inaudito es la fastuosa recepción ofrecida al dictador cubano Miguel Díaz-Canel como invitado especial de Obrador. El mismo personaje que el pasado 11 de julio los medios y redes de comunicación de todo el mundo dieron a conocer por su arbitraria orden a la policía cubana para golpear, intimidar y encarcelar a cientos de manifestantes cubanos, sólo por gritar en las calles de todas las ciudades de la isla: “Libertad …patria y vida”, cercenando uno de los más sagrados derechos del ser humano, la libre manifestación. Donde hoy a dos meses de distancia el Parlamento Europeo aprueba una contundente resolución de condena al régimen cubano mediante la Ley Magnitsky.

Absurda contradicción cuando los mexicanos celebrábamos el grito de Hidalgo de “libertad” y a la vez el gobierno recibía con todo el protocolo de jefe de Estado a un dictador como Díaz-Canel. Nos preguntamos dónde está ese discurso de congruencia de los “democráticos” legisladores de Morena que firmaron la invitación al dictador cubano, precisamente cuando México celebra sus 200 años de la consumación de la Independencia. Qué lamentable es el mensaje que transmiten a los niños y niñas mexicanos que entonan enfáticos en sus gargantas nuestro Himno Nacional, pletórico de frases de unión y libertad. Qué no tendrán estos veleidosos “tribunos” un gramo de vergüenza y dignidad.

Para Ripley el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, un hombre rodeado más de palabras que de razones, quien reiteradamente presume ser docto en Derecho Constitucional, por lo que entonces nos preguntamos si conocerá realmente el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y su alcance real, nuestra constitución sus artículos 1º, 9º, y 11º, así como los tratados internacionales firmados y ratificados por México relativos al trabajo y la libertad humana. De los 78 convenios adoptados por México en la OIT, de los derechos civiles y políticos, y de protección al menor. En todos ellos se subraya la palabra LIBERTAD y DEMOCRACIA precisamente la que no existe en el pueblo cubano y que Monreal quiere imaginarse en su atrofiada ceguera como legislador. Pero es tal su inmersión en la loca carrera presidencial de 2024 al igual que Ebrard y Sheinbaum que no oponen ningún ápice al presidente; hacerlo significaría descarrilar sus ambiciones personales. Qué más faltará en este mes patrio, cuando sólo vemos la punta del iceberg.


efconsultor@yahoo.com

Por: Eduardo Fernández Ponce

“Todas las dictaduras del mundo afirman estar actuando en nombre del pueblo y en su beneficio”.

Gral. Harold H. Greene (1959 – 2014)

Desde infantes en la escuela primaria con las orejas muy abiertas y levantadas nos inculcaron “el amor a los valores patrios y el reconocimiento a los héroes que forjaron esta nación”. Desde el saludo (los lunes) a la bandera, su juramento el 24 de febrero, los desfiles, el mes patrio, etc. formativo de hábitos que nos cincelaron un profundo sentimiento de mexicanidad y libertad. Por ello es inconcebible la reciente presentación de un grupo de soldados del ejército bolivariano de Venezuela enviados por el dictador Nicolás Maduro para desfilar en ese magno sitio emblemático, pletórico de historia que es el Zócalo de la Ciudad de México, gritando consignas de: “¡¡¡Viva Chávez - patria y vida!!!”, festinado todo ello por el gobierno de la 4T. Hecho que sin duda rebasa el nivel de lo incomprensible.

Pero lo inaudito es la fastuosa recepción ofrecida al dictador cubano Miguel Díaz-Canel como invitado especial de Obrador. El mismo personaje que el pasado 11 de julio los medios y redes de comunicación de todo el mundo dieron a conocer por su arbitraria orden a la policía cubana para golpear, intimidar y encarcelar a cientos de manifestantes cubanos, sólo por gritar en las calles de todas las ciudades de la isla: “Libertad …patria y vida”, cercenando uno de los más sagrados derechos del ser humano, la libre manifestación. Donde hoy a dos meses de distancia el Parlamento Europeo aprueba una contundente resolución de condena al régimen cubano mediante la Ley Magnitsky.

Absurda contradicción cuando los mexicanos celebrábamos el grito de Hidalgo de “libertad” y a la vez el gobierno recibía con todo el protocolo de jefe de Estado a un dictador como Díaz-Canel. Nos preguntamos dónde está ese discurso de congruencia de los “democráticos” legisladores de Morena que firmaron la invitación al dictador cubano, precisamente cuando México celebra sus 200 años de la consumación de la Independencia. Qué lamentable es el mensaje que transmiten a los niños y niñas mexicanos que entonan enfáticos en sus gargantas nuestro Himno Nacional, pletórico de frases de unión y libertad. Qué no tendrán estos veleidosos “tribunos” un gramo de vergüenza y dignidad.

Para Ripley el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, un hombre rodeado más de palabras que de razones, quien reiteradamente presume ser docto en Derecho Constitucional, por lo que entonces nos preguntamos si conocerá realmente el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y su alcance real, nuestra constitución sus artículos 1º, 9º, y 11º, así como los tratados internacionales firmados y ratificados por México relativos al trabajo y la libertad humana. De los 78 convenios adoptados por México en la OIT, de los derechos civiles y políticos, y de protección al menor. En todos ellos se subraya la palabra LIBERTAD y DEMOCRACIA precisamente la que no existe en el pueblo cubano y que Monreal quiere imaginarse en su atrofiada ceguera como legislador. Pero es tal su inmersión en la loca carrera presidencial de 2024 al igual que Ebrard y Sheinbaum que no oponen ningún ápice al presidente; hacerlo significaría descarrilar sus ambiciones personales. Qué más faltará en este mes patrio, cuando sólo vemos la punta del iceberg.


efconsultor@yahoo.com