/ viernes 22 de abril de 2022

“Dos de arena por uno de cal“

Los refranes populares encierran sabiduría, el que dice “Uno de cal por otro de arena”, se aplica a aspectos negativos y positivos, generalmente se considera a la cal como la parte menos buena, ya que puede ser peligroso su contacto con las personas, en cambio la arena es la parte buena, por no causar daño alguno. Este refrán es aplicable al caso que nos ocupa, sólo que ahora son “dos de arena y una de cal“ porque en los últimos fines de semana se registraron dos acontecimientos muy importantes para la democracia y para evitar más daños al país y al medioambiente.

El de arena o sea uno bueno, fue el abstencionismo del 80% de la ciudadanía en la “simulación de revocación de mandato”, promovido y difundido por Morena, cuyo propósito fue medir la fuerza electoral del presidente López, el domingo 10 de abril, en dicho evento el 80% de los ciudadanos habló con su silencio y con el mismo le dijo al Ejecutivo federal que el pueblo lo eligió por seis años, como establece la carta magna, y él protestó cumplir la constitución y las leyes que de ella emanan; este ejercicio no tuvo nada de democrático, y se tiraron prácticamente a la basura mil setecientos millones de pesos, que bien pudieron ser aplicados para comprar medicamentos a niños con cáncer, o para combatir la inseguridad, o apoyar a micro y medianos empresarios, o para tantas otras cosas que hacen falta.

Como se tenía previsto por las casas encuestadoras y analistas, en “la ratificación de mandato” se movilizó al voto duro de AMLO, que va en descenso.

La otra buena o de “arena” fue que no pasó la Reforma Eléctrica del presidente, porque no alcanzó la aprobación de las dos terceras partes de los diputados presentes en la sesión, a la que se convocó el Domingo de Resurrección, con la esperanza de los morenistas para que legisladores de oposición no asistieran a dicho evento, sin embargo, contra viento y marea, entre otras peripecias con las que se toparon legisladores del PAN, del PRI, del PRD y de MC, quienes asistieron al cien por ciento y votaron en contra de la reforma del presidente, que dicho sea de paso, deja varias lecturas: Que afortunadamente ya no cuentan los diputados del presidente con las dos terceras partes de los votos; es la primera vez que se rechaza por el Legislativo una reforma del Ejecutivo y que los diputados de oposición evidenciaron la importancia de hacer frente unido para que México no esté a expensas del capricho e intereses del Ejecutivo, situación que ya estaba superada desde hace más de dos décadas. También cabe destacar el interés de miles de ciudadanos, que seguían la sesión del domingo a través de varias plataformas, vigilando el actuar de los legisladores.

Y la de “cal“ o sea la menos buena, es aprobación de la Ley Minera que se aprobó fast track con mayoría simple de los diputados de Morena, para que un organismo público descentralizado sea quien explore y explote el litio, elemento que ya era propiedad de la nación, sólo que para lo anterior se requieren muchos recursos e infraestructura con los que no contamos, seguiremos pendientes a ver qué sigue.


Los refranes populares encierran sabiduría, el que dice “Uno de cal por otro de arena”, se aplica a aspectos negativos y positivos, generalmente se considera a la cal como la parte menos buena, ya que puede ser peligroso su contacto con las personas, en cambio la arena es la parte buena, por no causar daño alguno. Este refrán es aplicable al caso que nos ocupa, sólo que ahora son “dos de arena y una de cal“ porque en los últimos fines de semana se registraron dos acontecimientos muy importantes para la democracia y para evitar más daños al país y al medioambiente.

El de arena o sea uno bueno, fue el abstencionismo del 80% de la ciudadanía en la “simulación de revocación de mandato”, promovido y difundido por Morena, cuyo propósito fue medir la fuerza electoral del presidente López, el domingo 10 de abril, en dicho evento el 80% de los ciudadanos habló con su silencio y con el mismo le dijo al Ejecutivo federal que el pueblo lo eligió por seis años, como establece la carta magna, y él protestó cumplir la constitución y las leyes que de ella emanan; este ejercicio no tuvo nada de democrático, y se tiraron prácticamente a la basura mil setecientos millones de pesos, que bien pudieron ser aplicados para comprar medicamentos a niños con cáncer, o para combatir la inseguridad, o apoyar a micro y medianos empresarios, o para tantas otras cosas que hacen falta.

Como se tenía previsto por las casas encuestadoras y analistas, en “la ratificación de mandato” se movilizó al voto duro de AMLO, que va en descenso.

La otra buena o de “arena” fue que no pasó la Reforma Eléctrica del presidente, porque no alcanzó la aprobación de las dos terceras partes de los diputados presentes en la sesión, a la que se convocó el Domingo de Resurrección, con la esperanza de los morenistas para que legisladores de oposición no asistieran a dicho evento, sin embargo, contra viento y marea, entre otras peripecias con las que se toparon legisladores del PAN, del PRI, del PRD y de MC, quienes asistieron al cien por ciento y votaron en contra de la reforma del presidente, que dicho sea de paso, deja varias lecturas: Que afortunadamente ya no cuentan los diputados del presidente con las dos terceras partes de los votos; es la primera vez que se rechaza por el Legislativo una reforma del Ejecutivo y que los diputados de oposición evidenciaron la importancia de hacer frente unido para que México no esté a expensas del capricho e intereses del Ejecutivo, situación que ya estaba superada desde hace más de dos décadas. También cabe destacar el interés de miles de ciudadanos, que seguían la sesión del domingo a través de varias plataformas, vigilando el actuar de los legisladores.

Y la de “cal“ o sea la menos buena, es aprobación de la Ley Minera que se aprobó fast track con mayoría simple de los diputados de Morena, para que un organismo público descentralizado sea quien explore y explote el litio, elemento que ya era propiedad de la nación, sólo que para lo anterior se requieren muchos recursos e infraestructura con los que no contamos, seguiremos pendientes a ver qué sigue.