El foro “Escucha Ciudad Juárez” para la pacificación y la reconciliación nacional, fue el arranque simbólico de los trabajos de la nueva administración federal, según lo comentó el presidente electo Andrés Manuel López Obrador; no nos vamos a esperar al primero de diciembre para empezar a trabajar. Para cuando aparezca este artículo, ya habrá recibido la constancia que lo acredita como el próximo presidente de la República para el periodo del primero de diciembre del 2018 al primero de septiembre del 2024.
El foro cumplió con lo prometido, familiares de víctimas del crimen y de desaparecidos, que pasaron de ser espectadores de a pie, a ser sentados en primera fila, de expresar sus frustraciones y reclamos con pancartas, a ser escuchados, “olvido no, perdón sí” decía el oriundo de Macuspana, prometiendo con la mano en el corazón que él sí los escucha y sí los va a atender, ofreciendo la oportunidad para que los miembros de la prensa se pudieran explayar con sus gráficos para los periódicos nacionales, manejando muy bien la situación el colmilludo tabasqueño cabecita de algodón.
Este es el primero de una serie de foros a llevarse a lo largo y ancho de la República Mexicana y que tienen la clara intención de anticipar el arranque de los trabajos y aprovechar el bono electoral del cual goza el ya presidente electo. Vendrán otra serie de eventos en todo el país antes de que el primero de diciembre tome protesta como el heredero de los trabajos del Ejecutivo.
Por el momento y ante la pasividad del presidente Peña Nieto, tenemos dos presidentes, dos titulares del Poder Ejecutivo, uno en funciones y otro que lo que quiere es ya terminar de irse, ajeno a las circunstancias, omiso y empequeñecido, lo que quiere es juntar sus canicas y retirarse, pareciera ser que ya tiene los acuerdos necesarios para poder dejar la plaza y “partir a un placentero y justo retiro para poder disfrutar de los logros de sus esfuerzos y trabajo realizado”.
Los acuerdos para la pacificación y la reconciliación nacional incluyen a los exgobernadores y a los actuales funcionarios y, por supuesto, al presidente Peña Nieto, ¿tendrá algo que ver con esto la liberación de la maestra Elba Esther Gordillo? Es pregunta nada más.
