/ martes 27 de octubre de 2020

Durazo a Sonora

No cabe duda de que este presidente, inquilino de Palacio Nacional, ha tomado las peores decisiones políticas y económicas para México. Alfonso Durazo, secretario de Seguridad Pública del gobierno del cuatrote, ha sido uno de los más grises, dentro de lo gris del gabinete, y como premio lo mandan de candidato al estado de Sonora.

El 30 de noviembre del 2018, que toma posesión de la Secretaría de Seguridad Pública, dijo que la recibía en muy malas condiciones por los homicidios y la inseguridad tan alta que había en todo el país, que éste olía a pólvora y se comprometió a que para el 2021, mitad de sexenio, estaríamos mucho mejor.

Los números no mienten, y aunque no terminó su gestión hasta el 2021, podemos comparar las cifras oficiales de homicidios de los primeros 23 meses que lleva esta administración y los primeros 23 meses de los presidentes anteriores:

Vicente Fox, 26 mil homicidios; Felipe Calderón, 22 mil; Enrique Peña Nieto, 33 mil, y los primeros 23 meses de AMLO, 65,665, es decir el doble del más malo, que fue Peña Nieto. Retrocedimos bastante en lugar de mejorar, y su premio es irse de gobernador al estado de Sonora, donde la actual gobernadora del PRI, Claudia Pavlovich, ni las manos va a meter.

Cómo no iba a ser, si realmente lo ninguneó el presidente y él ni se quejó ni se defendió. Le desaparecieron la Policía Federal, le crearon la Guardia Nacional, que según la reforma legal que le da vida, debería ser dirigida por un civil con experiencia en seguridad y nada que como ha sido con este gobierno, no respetaron nada y pusieron indebidamente a un militar, a Durazo lo dejaron esperando. Es decir, Durazo se quedó como un adorno del gabinete, sin poder y sin fuerzas públicas que manejar.

Después hubo una serie de eventos públicos donde Durazo fue un cero a la izquierda, por no decir el hazmerreír de todos. Cuando las fuerzas armadas capturan con orden de aprehensión a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, ¿o debemos decirle con mucho respeto “el señor Guzmán”? Como dijo en esta semana el presidente en la mañanera, y hasta perdón le pidió por llamarle “Chapo”. Ovidio fue liberado por órdenes ilegales del mismo presidente, según su declaración en otra mañanera de aquel entonces. Durazo salió a decir que no había sido con un plan de atraparlo, sino que fue un incidente en un patrullaje, después el Ejército lo desmintió y Durazo sólo apechugó diciendo que era la información que le habían dado.

¿Cómo puede Durazo mejorar la seguridad, si el mismísimo presidente tiene nexos con los narcos? O cómo se le puede llamar a la visita a la sierra de Sinaloa, donde el presidente se bajó de su camioneta para ir a saludar a la mamá del Chapo, y se escucha que le dice: “Sí, ya recibí tu carta”, es decir, que se cartean y se hablan de tú. De ahí se siguió a una comida con Ovidio, a quien ya habían liberado, porque era su cumpleaños. Imposible mejorar la seguridad del país.

Yo creo que Durazo agachó la cabeza y aguantó todo, con tal de que lo mandaran de gobernador a Sonora, ahora falta que al partido del cuatrote le vaya como en Coahuila e Hidalgo, en que perdieron todos los puestos de la elección en la elección de la semana pasada.

Durazo a Sonora.

No cabe duda de que este presidente, inquilino de Palacio Nacional, ha tomado las peores decisiones políticas y económicas para México. Alfonso Durazo, secretario de Seguridad Pública del gobierno del cuatrote, ha sido uno de los más grises, dentro de lo gris del gabinete, y como premio lo mandan de candidato al estado de Sonora.

El 30 de noviembre del 2018, que toma posesión de la Secretaría de Seguridad Pública, dijo que la recibía en muy malas condiciones por los homicidios y la inseguridad tan alta que había en todo el país, que éste olía a pólvora y se comprometió a que para el 2021, mitad de sexenio, estaríamos mucho mejor.

Los números no mienten, y aunque no terminó su gestión hasta el 2021, podemos comparar las cifras oficiales de homicidios de los primeros 23 meses que lleva esta administración y los primeros 23 meses de los presidentes anteriores:

Vicente Fox, 26 mil homicidios; Felipe Calderón, 22 mil; Enrique Peña Nieto, 33 mil, y los primeros 23 meses de AMLO, 65,665, es decir el doble del más malo, que fue Peña Nieto. Retrocedimos bastante en lugar de mejorar, y su premio es irse de gobernador al estado de Sonora, donde la actual gobernadora del PRI, Claudia Pavlovich, ni las manos va a meter.

Cómo no iba a ser, si realmente lo ninguneó el presidente y él ni se quejó ni se defendió. Le desaparecieron la Policía Federal, le crearon la Guardia Nacional, que según la reforma legal que le da vida, debería ser dirigida por un civil con experiencia en seguridad y nada que como ha sido con este gobierno, no respetaron nada y pusieron indebidamente a un militar, a Durazo lo dejaron esperando. Es decir, Durazo se quedó como un adorno del gabinete, sin poder y sin fuerzas públicas que manejar.

Después hubo una serie de eventos públicos donde Durazo fue un cero a la izquierda, por no decir el hazmerreír de todos. Cuando las fuerzas armadas capturan con orden de aprehensión a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, ¿o debemos decirle con mucho respeto “el señor Guzmán”? Como dijo en esta semana el presidente en la mañanera, y hasta perdón le pidió por llamarle “Chapo”. Ovidio fue liberado por órdenes ilegales del mismo presidente, según su declaración en otra mañanera de aquel entonces. Durazo salió a decir que no había sido con un plan de atraparlo, sino que fue un incidente en un patrullaje, después el Ejército lo desmintió y Durazo sólo apechugó diciendo que era la información que le habían dado.

¿Cómo puede Durazo mejorar la seguridad, si el mismísimo presidente tiene nexos con los narcos? O cómo se le puede llamar a la visita a la sierra de Sinaloa, donde el presidente se bajó de su camioneta para ir a saludar a la mamá del Chapo, y se escucha que le dice: “Sí, ya recibí tu carta”, es decir, que se cartean y se hablan de tú. De ahí se siguió a una comida con Ovidio, a quien ya habían liberado, porque era su cumpleaños. Imposible mejorar la seguridad del país.

Yo creo que Durazo agachó la cabeza y aguantó todo, con tal de que lo mandaran de gobernador a Sonora, ahora falta que al partido del cuatrote le vaya como en Coahuila e Hidalgo, en que perdieron todos los puestos de la elección en la elección de la semana pasada.

Durazo a Sonora.