/ lunes 3 de mayo de 2021

E.U.A., Joe Biden y la gran oportunidad de crecimiento mexicana

Contrario a la política económica seguida por nuestro país como consecuencia de la pandemia del Covid 19, anunciada hace poco más de un año por el presidente Andrés Manuel López Obrador y que fundamentalmente consistió en un importante esfuerzo de austeridad en el ejercicio del gasto público y en fortalecer los apoyos a la población más vulnerable a través de los apoyos del bienestar, la recuperación económica de Estados Unidos dictada por el presidente Donald Trump y ahora seguida por el presidente Joe Biden (con independencia de quién termine pagando), se sustentó en estímulos fiscales que en 2020 representaron el 27% del PIB estadounidense, acompañados de una política monetaria flexible. Estados Unidos le está apostando a una apertura económica total, para cuyo propósito ha instrumentado una muy agresiva campaña masiva de vacunación que indirectamente también ha beneficiado a nuestro país.

Estas políticas económicas y la comparecencia el miércoles pasado ante el Congreso estadounidense del presidente Joe Biden han entusiasmado a los mercados accionarios, con crecimientos importantes en los principales índices bursátiles norteamericanos, que también han contagiado a la Bolsa Mexicana de Valores, la que el viernes pasado alcanzó los 48,897 puntos. Por otra parte, el dinamismo económico que avizora la economía estadounidense ha mantenido un ritmo importante de remesas enviadas al país, las que ya en 2020 alcanzaron una cifra histórica de 40,606.0 millones de dólares.

También deben resaltarse los ingresos petroleros, que para el primer trimestre del año ascendieron a 204 mil 550.5 millones de pesos, lo que representó un aumento real del 45.6% con respecto al mismo trimestre del año pasado (todavía prepandemia), la variación más alta registrada desde el 2003. Esto resultado del precio internacional promedio de la mezcla mexicana, de U.S. $54 dólares por barril, contra un estimado presupuestado de U.S.$42 dólares por barril.

Si bien algunos analistas financieros están reportando un magro crecimiento económico de la economía mexicana de alrededor del 1.1% del PIB en el primer trimestre de este 2021, debido al estancamiento provocado por las medidas de aislamiento implementadas para contener los contagios de Covid 19 y al desabasto de gas en el norte del país por las heladas de febrero, los pronósticos aún más conservadores indican que se recuperará un avance mínimo para el segundo trimestre de este 2021 similar al 3.5% del PIB registrado en los último tres meses del 2020.

La inmunización será clave para la recuperación económica del país, por lo que los esfuerzos deben concentrarse en recibir a la brevedad posible los 150 millones de dosis contratadas y que tal y como lo anunció el presidente se tenga vacunada a más de la mitad de la población para agosto.

México debe aprovechar su vecindad, frontera, complementariedad y participación en las cadenas productivas estadounidenses, cuya economía se encuentra en buen estado y mantiene grandes posibilidades de seguir creciendo a un ritmo histórico en los próximos meses. Más aún, aprovechar la intención del presidente Biden de hacerle frente a China como su principal competidor, demostrando que una democracia es tan o más efectiva que una economía centralmente planificada, para ocupar la vanguardia económica mundial, estimulando el avance tecnológico y la sofisticación de su planta productiva. Es una oportunidad histórica para nuestro país de mayor integración y desarrollo.

Contrario a la política económica seguida por nuestro país como consecuencia de la pandemia del Covid 19, anunciada hace poco más de un año por el presidente Andrés Manuel López Obrador y que fundamentalmente consistió en un importante esfuerzo de austeridad en el ejercicio del gasto público y en fortalecer los apoyos a la población más vulnerable a través de los apoyos del bienestar, la recuperación económica de Estados Unidos dictada por el presidente Donald Trump y ahora seguida por el presidente Joe Biden (con independencia de quién termine pagando), se sustentó en estímulos fiscales que en 2020 representaron el 27% del PIB estadounidense, acompañados de una política monetaria flexible. Estados Unidos le está apostando a una apertura económica total, para cuyo propósito ha instrumentado una muy agresiva campaña masiva de vacunación que indirectamente también ha beneficiado a nuestro país.

Estas políticas económicas y la comparecencia el miércoles pasado ante el Congreso estadounidense del presidente Joe Biden han entusiasmado a los mercados accionarios, con crecimientos importantes en los principales índices bursátiles norteamericanos, que también han contagiado a la Bolsa Mexicana de Valores, la que el viernes pasado alcanzó los 48,897 puntos. Por otra parte, el dinamismo económico que avizora la economía estadounidense ha mantenido un ritmo importante de remesas enviadas al país, las que ya en 2020 alcanzaron una cifra histórica de 40,606.0 millones de dólares.

También deben resaltarse los ingresos petroleros, que para el primer trimestre del año ascendieron a 204 mil 550.5 millones de pesos, lo que representó un aumento real del 45.6% con respecto al mismo trimestre del año pasado (todavía prepandemia), la variación más alta registrada desde el 2003. Esto resultado del precio internacional promedio de la mezcla mexicana, de U.S. $54 dólares por barril, contra un estimado presupuestado de U.S.$42 dólares por barril.

Si bien algunos analistas financieros están reportando un magro crecimiento económico de la economía mexicana de alrededor del 1.1% del PIB en el primer trimestre de este 2021, debido al estancamiento provocado por las medidas de aislamiento implementadas para contener los contagios de Covid 19 y al desabasto de gas en el norte del país por las heladas de febrero, los pronósticos aún más conservadores indican que se recuperará un avance mínimo para el segundo trimestre de este 2021 similar al 3.5% del PIB registrado en los último tres meses del 2020.

La inmunización será clave para la recuperación económica del país, por lo que los esfuerzos deben concentrarse en recibir a la brevedad posible los 150 millones de dosis contratadas y que tal y como lo anunció el presidente se tenga vacunada a más de la mitad de la población para agosto.

México debe aprovechar su vecindad, frontera, complementariedad y participación en las cadenas productivas estadounidenses, cuya economía se encuentra en buen estado y mantiene grandes posibilidades de seguir creciendo a un ritmo histórico en los próximos meses. Más aún, aprovechar la intención del presidente Biden de hacerle frente a China como su principal competidor, demostrando que una democracia es tan o más efectiva que una economía centralmente planificada, para ocupar la vanguardia económica mundial, estimulando el avance tecnológico y la sofisticación de su planta productiva. Es una oportunidad histórica para nuestro país de mayor integración y desarrollo.

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