/ miércoles 7 de septiembre de 2022

Economía de México tendrá “cuatro años perdidos”

Por: Humberto Ortiz

Al inicio de la lectura del Cuarto Informe de Gobierno, el presidente López Obrador rechazó el afán “tecnocrático” de medir el crecimiento de la economía, y dijo: “… se ha desechado la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función de indicadores de crecimiento que no necesariamente reflejan las realidades sociales. Nosotros consideramos que lo fundamental no es cuantitativo, sino cualitativo… El crecimiento económico, y los incrementos de la competitividad y la productividad no tienen sentido como objetivos en sí mismos, sino como medios para lograr un propósito superior, el bienestar general de la población y aún más preciso, el bienestar material y el bienestar del alma”.

Lo curioso es que cuando encuentra indicadores económicos cuyo crecimiento lo benefician, entonces abandone el tono de prédica moral y sí refiera las cifras, como el caso de la creación del empleo formal, donde presumió que hay 623 mil 330 trabajadores asegurados más que los que había antes de la pandemia, claro, sin mencionar el empleo informal que es mucho mayor, o las cifras de desempleo récord. Incluso el nivel de la pobreza laboral, con todo y que ha mejorado en los últimos trimestres no se ha logrado reducir al nivel que ya existía antes de la pandemia.

También le gusta citar el tema de las remesas, que siguen marcando récords o incluso el volumen de nuestro comercio con EU, que según dijo le informó su “amigo” Biden es de 384 mil millones de dólares, muy por arriba de los niveles prepandemia.

La terca realidad se impone con datos tecnocráticos: La economía de México podría presentar un nulo crecimiento en el mediano y largo plazo; según dijo Carlos Morales, director de Calificaciones Soberanas de Fitch Ratings, y añadió: “Nuestra expectativa es que el crecimiento promedio sería de cero; es decir, para 2023, el PIB solamente recuperaría el nivel de 2020 , lo cual indica una pérdida de cuatro años de crecimiento comparado con otros países que están creciendo año con año por encima de la contracción de 2020″.

Se necesita resolver los temas relacionados con el Estado de derecho, la corrupción, la inestabilidad política en la toma de decisiones, entre otros factores.

De acuerdo a Moody’s, la desaceleración que se proyecta en los Estados Unidos y la inflación pueden “arrastrar” a México y provocar que la economía crezca solo 1% en 2023: y se espera una desaceleración de la economía mexicana para la segunda mitad del 2022.

El presidente no refirió el dato “tecnocrático” del PIB cuyo nivel al primer semestre de este año –de acuerdo al INEGI– está 1.7 por ciento por abajo del nivel que tenía en el cuarto trimestre de 2018. Es decir, en cuatro años no se ha avanzado nada e incluso se ha retrocedido.

Se ha confirmado por diversas instituciones estos dos años serán complicados en materia económica, con estancamiento e inflación, y muy posiblemente una crisis fiscal. Aunque la mayoría de los desequilibrios del sector público no nacieron con Morena, empeoraron por políticas erróneas de López Obrador y quienes las aplaudieron.


Maestro en Finanzas. Economista

Por: Humberto Ortiz

Al inicio de la lectura del Cuarto Informe de Gobierno, el presidente López Obrador rechazó el afán “tecnocrático” de medir el crecimiento de la economía, y dijo: “… se ha desechado la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función de indicadores de crecimiento que no necesariamente reflejan las realidades sociales. Nosotros consideramos que lo fundamental no es cuantitativo, sino cualitativo… El crecimiento económico, y los incrementos de la competitividad y la productividad no tienen sentido como objetivos en sí mismos, sino como medios para lograr un propósito superior, el bienestar general de la población y aún más preciso, el bienestar material y el bienestar del alma”.

Lo curioso es que cuando encuentra indicadores económicos cuyo crecimiento lo benefician, entonces abandone el tono de prédica moral y sí refiera las cifras, como el caso de la creación del empleo formal, donde presumió que hay 623 mil 330 trabajadores asegurados más que los que había antes de la pandemia, claro, sin mencionar el empleo informal que es mucho mayor, o las cifras de desempleo récord. Incluso el nivel de la pobreza laboral, con todo y que ha mejorado en los últimos trimestres no se ha logrado reducir al nivel que ya existía antes de la pandemia.

También le gusta citar el tema de las remesas, que siguen marcando récords o incluso el volumen de nuestro comercio con EU, que según dijo le informó su “amigo” Biden es de 384 mil millones de dólares, muy por arriba de los niveles prepandemia.

La terca realidad se impone con datos tecnocráticos: La economía de México podría presentar un nulo crecimiento en el mediano y largo plazo; según dijo Carlos Morales, director de Calificaciones Soberanas de Fitch Ratings, y añadió: “Nuestra expectativa es que el crecimiento promedio sería de cero; es decir, para 2023, el PIB solamente recuperaría el nivel de 2020 , lo cual indica una pérdida de cuatro años de crecimiento comparado con otros países que están creciendo año con año por encima de la contracción de 2020″.

Se necesita resolver los temas relacionados con el Estado de derecho, la corrupción, la inestabilidad política en la toma de decisiones, entre otros factores.

De acuerdo a Moody’s, la desaceleración que se proyecta en los Estados Unidos y la inflación pueden “arrastrar” a México y provocar que la economía crezca solo 1% en 2023: y se espera una desaceleración de la economía mexicana para la segunda mitad del 2022.

El presidente no refirió el dato “tecnocrático” del PIB cuyo nivel al primer semestre de este año –de acuerdo al INEGI– está 1.7 por ciento por abajo del nivel que tenía en el cuarto trimestre de 2018. Es decir, en cuatro años no se ha avanzado nada e incluso se ha retrocedido.

Se ha confirmado por diversas instituciones estos dos años serán complicados en materia económica, con estancamiento e inflación, y muy posiblemente una crisis fiscal. Aunque la mayoría de los desequilibrios del sector público no nacieron con Morena, empeoraron por políticas erróneas de López Obrador y quienes las aplaudieron.


Maestro en Finanzas. Economista