/ martes 11 de agosto de 2020

EDUCACIÓN A DISTANCIA, ¿FUNCIONARÁ?

Indiscutiblemente que ante la pandemia del Covid-19, la medida de no tener educación presencial, que provocaría muchos más contagios que los que ya tenemos, es una muy buena medida. Lo malo es que el pico no acaba de ser pico desde hace muchas semanas que el gobierno federal lo anunció y esto lo comprueba cualquiera que tenga hijos o nietos en la escuela, donde martes y jueves regresaban enfermos de gripe, influenza, del estómago y desde que se suspendieron las clases presenciales, casi no hay niños o jóvenes enfermos, como antes.

La medida es la correcta para detener el avance de la pandemia, pero ¿funcionará?, lo vemos desde diversos ángulos:

Tecnología, mucha gente humilde, gente de la periferia, de las rancherías, nuestros indígenas tarahumaras no tienen acceso al internet o no tienen la computadora o tablet para conectarse a las clases virtuales y si las tienen, pero son muchos hijos en la escuela, no pueden compartir los aparatos, o el internet que les llega no es de muy buena calidad. La tecnología dejará a un buen número de estudiantes fuera, calculo no menos del 20%.

Muchos padres de familia no están de acuerdo en pagar las colegiaturas “normales”, cuando las clases no son normales, o a lo que estamos acostumbrados y piensan que la calidad no será tan eficiente. Aquí se queda fuera otro 20%, calculo yo.

En cuanto a los maestros, tendrán la dificultad de no conocer a sus alumnos, igualmente los estudiantes a los profesores. Les llevará tiempo conocer la actitud de sus alumnos, cómo se viste, cómo se sientan, está poniendo atención o sólo está mirando a la cámara.

Los alumnos que están llegando a una nueva escuela no tendrán oportunidad de conocerse entre sí, difícilmente podrán hacer nuevas amistades, que es parte del desarrollo social del estudiante. No se les facilitará el trabajo en equipo, además que la pandemia no les permitirá, que es muy importante desarrollar el trabajo en equipo.

En países adelantados, donde las relaciones humanas son muy frías de naturaleza y por otro lado su adelanto tecnológico es tal que todo mundo tiene internet y computadora, no deben de tener problemas, pero en México es muy diferente. Es un gran reto. Ojalá que el gobierno le preste atención y no como muchos problemas que no sólo no los resuelve, sino los agrava. Esto porque el principal problema está en las escuelas públicas, especialmente primaria y secundaria.

Nada volverá a ser como era antes. “La normalidad”, ya no será como la conocimos.

Ojalá que funcione, por el bien de todos y además no nos queda otra que educación a distancia, para conservar la salud, para educarnos y salir de la pobreza.

Indiscutiblemente que ante la pandemia del Covid-19, la medida de no tener educación presencial, que provocaría muchos más contagios que los que ya tenemos, es una muy buena medida. Lo malo es que el pico no acaba de ser pico desde hace muchas semanas que el gobierno federal lo anunció y esto lo comprueba cualquiera que tenga hijos o nietos en la escuela, donde martes y jueves regresaban enfermos de gripe, influenza, del estómago y desde que se suspendieron las clases presenciales, casi no hay niños o jóvenes enfermos, como antes.

La medida es la correcta para detener el avance de la pandemia, pero ¿funcionará?, lo vemos desde diversos ángulos:

Tecnología, mucha gente humilde, gente de la periferia, de las rancherías, nuestros indígenas tarahumaras no tienen acceso al internet o no tienen la computadora o tablet para conectarse a las clases virtuales y si las tienen, pero son muchos hijos en la escuela, no pueden compartir los aparatos, o el internet que les llega no es de muy buena calidad. La tecnología dejará a un buen número de estudiantes fuera, calculo no menos del 20%.

Muchos padres de familia no están de acuerdo en pagar las colegiaturas “normales”, cuando las clases no son normales, o a lo que estamos acostumbrados y piensan que la calidad no será tan eficiente. Aquí se queda fuera otro 20%, calculo yo.

En cuanto a los maestros, tendrán la dificultad de no conocer a sus alumnos, igualmente los estudiantes a los profesores. Les llevará tiempo conocer la actitud de sus alumnos, cómo se viste, cómo se sientan, está poniendo atención o sólo está mirando a la cámara.

Los alumnos que están llegando a una nueva escuela no tendrán oportunidad de conocerse entre sí, difícilmente podrán hacer nuevas amistades, que es parte del desarrollo social del estudiante. No se les facilitará el trabajo en equipo, además que la pandemia no les permitirá, que es muy importante desarrollar el trabajo en equipo.

En países adelantados, donde las relaciones humanas son muy frías de naturaleza y por otro lado su adelanto tecnológico es tal que todo mundo tiene internet y computadora, no deben de tener problemas, pero en México es muy diferente. Es un gran reto. Ojalá que el gobierno le preste atención y no como muchos problemas que no sólo no los resuelve, sino los agrava. Esto porque el principal problema está en las escuelas públicas, especialmente primaria y secundaria.

Nada volverá a ser como era antes. “La normalidad”, ya no será como la conocimos.

Ojalá que funcione, por el bien de todos y además no nos queda otra que educación a distancia, para conservar la salud, para educarnos y salir de la pobreza.