/ martes 26 de enero de 2021

Efectos perniciosos en el 2020

El atípico año de 2020, permeado por la contingencia sanitaria y económica derivados de la pandemia del Covid-19, cuyos efectos inmediatos en la población de nuestro país y en el estado de Chihuahua fueron catastróficos, considerando las vidas humanas como lo más valioso de nuestra sociedad, al 31 de diciembre, en el país 1’426,094 casos totales y 125,807 fallecidos, y en el estado 46,502 contagios y 4,265 fallecimientos.

Un segundo impacto muy considerable, sobre todo en las familias de menores ingresos, es el concerniente a la pérdida de fuentes de empleo. En conferencia de prensa, en días pasados, el director del IMSS informó que al 31 de diciembre de 2020 el registro de puestos de trabajo ante esta institución ascendió a 19 millones 773 mil 732 empleos, de éstos, el 86% son permanentes y el 14% eventuales; en total, se presentaron 647,710 bajas en el año que recién termina, de ellas se perdieron 277,820 plazas en diciembre, incluyendo cerca de 12 mil en el estado de Chihuahua.

Así mismo, de la merma laboral mencionada, ésta fue más sentida en el centro y sur del país, donde la CDMX mostró la mayor pérdida con -223,379 puestos de trabajo; de la totalidad de las entidades federativas y solamente Baja California con 27,952 empleos generados, Chihuahua 10,695 empleos y Tabasco 2,993 puestos de trabajo, tuvieron resultados positivos en la generación de empleos.

Si conforme a información de las autoridades de salud, los adultos mayores y las personas vulnerables por hipertensión, diabetes y con sobrepeso son las personas más propensas a ser afectadas en su salud por la pandemia, por otra parte, los jóvenes han visto disminuir sus oportunidades laborales. El Banco Interamericano de Desarrollo, (BID) ha señalado que se estima que un poco más del 12% de los jóvenes mexicanos con un empleo formal han perdido su trabajo derivado de la pandemia del Covid-19. Además, el BID señala que en América Latina la tasa de desempleo juvenil es tres veces la de los adultos y 21% de esa población no estudia ni trabaja.

En materia de pobreza, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) construyó dos escenarios, de los efectos de la pandemia en la población durante 2020, en el primero tomando en cuenta que diversas proyecciones apuntan a que el decrecimiento del PIB ronda el menos 6%, lo cual provocará una caída generalizada del ingreso y en el segundo, una caída promedio en el ingreso de 5%, considerando mayores afectaciones a la población en función del ingreso y de la incidencia de pobreza urbana.

En ambos escenarios, el total de personas en situación de pobreza por ingresos se incrementa. En términos generales, se estima que los efectos de esta crisis sanitaria se traduzcan en un incremento en la población en situación de pobreza por ingresos de, al menos, 7.2 y hasta 7.9 puntos porcentuales. El aumento de la pobreza extrema por ingresos, en el escenario más conservador es de al menos 4.9 puntos porcentuales, lo que se traduciría en por lo menos 6.1 millones de personas.

Se considera que una vez que amaine la contingencia sanitaria, los componentes primordiales de las políticas públicas de las administraciones públicas federal, estatales y municipales deben ser la superación de la pobreza y el impulso a la generación de empleos, a fin de mitigar los efectos perniciosos de la pandemia del Covid-19.

pravilacota11@gmail.com,

@PR_Avila

Economista (Unison), Maestría en Administración Pública (UACh) y profesor de asignaturas en la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Chihuahua

El atípico año de 2020, permeado por la contingencia sanitaria y económica derivados de la pandemia del Covid-19, cuyos efectos inmediatos en la población de nuestro país y en el estado de Chihuahua fueron catastróficos, considerando las vidas humanas como lo más valioso de nuestra sociedad, al 31 de diciembre, en el país 1’426,094 casos totales y 125,807 fallecidos, y en el estado 46,502 contagios y 4,265 fallecimientos.

Un segundo impacto muy considerable, sobre todo en las familias de menores ingresos, es el concerniente a la pérdida de fuentes de empleo. En conferencia de prensa, en días pasados, el director del IMSS informó que al 31 de diciembre de 2020 el registro de puestos de trabajo ante esta institución ascendió a 19 millones 773 mil 732 empleos, de éstos, el 86% son permanentes y el 14% eventuales; en total, se presentaron 647,710 bajas en el año que recién termina, de ellas se perdieron 277,820 plazas en diciembre, incluyendo cerca de 12 mil en el estado de Chihuahua.

Así mismo, de la merma laboral mencionada, ésta fue más sentida en el centro y sur del país, donde la CDMX mostró la mayor pérdida con -223,379 puestos de trabajo; de la totalidad de las entidades federativas y solamente Baja California con 27,952 empleos generados, Chihuahua 10,695 empleos y Tabasco 2,993 puestos de trabajo, tuvieron resultados positivos en la generación de empleos.

Si conforme a información de las autoridades de salud, los adultos mayores y las personas vulnerables por hipertensión, diabetes y con sobrepeso son las personas más propensas a ser afectadas en su salud por la pandemia, por otra parte, los jóvenes han visto disminuir sus oportunidades laborales. El Banco Interamericano de Desarrollo, (BID) ha señalado que se estima que un poco más del 12% de los jóvenes mexicanos con un empleo formal han perdido su trabajo derivado de la pandemia del Covid-19. Además, el BID señala que en América Latina la tasa de desempleo juvenil es tres veces la de los adultos y 21% de esa población no estudia ni trabaja.

En materia de pobreza, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) construyó dos escenarios, de los efectos de la pandemia en la población durante 2020, en el primero tomando en cuenta que diversas proyecciones apuntan a que el decrecimiento del PIB ronda el menos 6%, lo cual provocará una caída generalizada del ingreso y en el segundo, una caída promedio en el ingreso de 5%, considerando mayores afectaciones a la población en función del ingreso y de la incidencia de pobreza urbana.

En ambos escenarios, el total de personas en situación de pobreza por ingresos se incrementa. En términos generales, se estima que los efectos de esta crisis sanitaria se traduzcan en un incremento en la población en situación de pobreza por ingresos de, al menos, 7.2 y hasta 7.9 puntos porcentuales. El aumento de la pobreza extrema por ingresos, en el escenario más conservador es de al menos 4.9 puntos porcentuales, lo que se traduciría en por lo menos 6.1 millones de personas.

Se considera que una vez que amaine la contingencia sanitaria, los componentes primordiales de las políticas públicas de las administraciones públicas federal, estatales y municipales deben ser la superación de la pobreza y el impulso a la generación de empleos, a fin de mitigar los efectos perniciosos de la pandemia del Covid-19.

pravilacota11@gmail.com,

@PR_Avila

Economista (Unison), Maestría en Administración Pública (UACh) y profesor de asignaturas en la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Chihuahua