/ jueves 5 de marzo de 2020

El arribo del huésped menos deseado: el Covid-19

A dos meses de que se detectara en China, el coronavirus originario de Wuhan catalogado como Covid-19 llegó a nuestro país con la detección de cuatro mexicanos contagiados, dos en la Ciudad de México, uno en Sinaloa y una joven en Coahuila.

Tal y como lo había pronosticado la SSA, tarde que temprano arribaría el letal virus ya que es imposible el evitar su propagación, menos en un mundo cada vez más globalizado.

Un ejemplo de ello es que los cuatro contagiados realizaron recientemente un viaje a Italia, el país europeo con el mayor caso de brotes del coronavirus. También se ha reconocido otro caso de portador asintomático en el Estado de México.

México inicia la primera fase del tratamiento del Covid-19 que consiste en medidas higiénicas preventivas sin suspender las actividades normales, aunque los senadores extremaron sus precauciones y suspendieron las sesiones lo cual no deja de ser un mal ejemplo que puede contribuir al aumento del pánico inicial.

La paralización de reuniones multitudinarias y de conglomeraciones humanas se daría hasta la fase 3, cuando se hubiera esparcido el virus de una forma masiva.

Antes de entrar en esta fase crítica en la que se encuentra China se tendría que dar la fase 2, la cual sería en caso de contagios comunitarios con centenares de casos lo que ocasionaría una contención sanitaria focalizada, como ocurrió inicialmente en la región china de Hubei.

La desinformación crea alarmismos contraproducentes y uno de los expertos en ello no podía dejar de actuar: Donald Trump.

Al darse la primera víctima mortal estadounidense del coronavirus en el estado de Washington, el presidente tuitero comentó que estaba contemplando cerrar la frontera con nuestro país para evitar más contagios, cuando son mucho más los que ya existen en su nación.

Por lo pronto la propagación del Covid-19 al parecer está controlada y han informado adecuadamente los voceros oficiales, los cuales darán a conocer cada noche desde Palacio Nacional cuál es la situación del coronavirus en México.

Por otra parte, el miedo a las consecuencias económicas debido a la difusión global del coronavirus ya contagió a los mercados bursátiles. La última semana de febrero las bolsas mundiales perdieron más de 6 mil millones de dólares mientras que la bolsa mexicana sufrió su segunda peor caída desde la crisis del 2018.

El anuncio del arribo del Covid-19 provocó además la compra compulsiva de cubre-bocas, gel y demás productos higiénicos en ciudades del país y en esta capital hasta agotar las existencias.

Por ello el principal problema social no lo es tanto, por el momento, el contagio del letal virus (ya ha cobrado casi 3 mil vidas) sino la paranoia que se suscite en la población y pueda ocasionar que nuestra endeble economía no pueda crecer por segundo año consecutivo.

Si el H1N1 pudo se confrontado por éxito por los mexicanos en el 2009, es previsible que en este 2020 se pueda controlar con mayor eficacia debido a la experiencia nacional e internacional que se ha adquirido en la última década sobre los coronavirus, cuya última modalidad ya la tenemos en nuestro país.


A dos meses de que se detectara en China, el coronavirus originario de Wuhan catalogado como Covid-19 llegó a nuestro país con la detección de cuatro mexicanos contagiados, dos en la Ciudad de México, uno en Sinaloa y una joven en Coahuila.

Tal y como lo había pronosticado la SSA, tarde que temprano arribaría el letal virus ya que es imposible el evitar su propagación, menos en un mundo cada vez más globalizado.

Un ejemplo de ello es que los cuatro contagiados realizaron recientemente un viaje a Italia, el país europeo con el mayor caso de brotes del coronavirus. También se ha reconocido otro caso de portador asintomático en el Estado de México.

México inicia la primera fase del tratamiento del Covid-19 que consiste en medidas higiénicas preventivas sin suspender las actividades normales, aunque los senadores extremaron sus precauciones y suspendieron las sesiones lo cual no deja de ser un mal ejemplo que puede contribuir al aumento del pánico inicial.

La paralización de reuniones multitudinarias y de conglomeraciones humanas se daría hasta la fase 3, cuando se hubiera esparcido el virus de una forma masiva.

Antes de entrar en esta fase crítica en la que se encuentra China se tendría que dar la fase 2, la cual sería en caso de contagios comunitarios con centenares de casos lo que ocasionaría una contención sanitaria focalizada, como ocurrió inicialmente en la región china de Hubei.

La desinformación crea alarmismos contraproducentes y uno de los expertos en ello no podía dejar de actuar: Donald Trump.

Al darse la primera víctima mortal estadounidense del coronavirus en el estado de Washington, el presidente tuitero comentó que estaba contemplando cerrar la frontera con nuestro país para evitar más contagios, cuando son mucho más los que ya existen en su nación.

Por lo pronto la propagación del Covid-19 al parecer está controlada y han informado adecuadamente los voceros oficiales, los cuales darán a conocer cada noche desde Palacio Nacional cuál es la situación del coronavirus en México.

Por otra parte, el miedo a las consecuencias económicas debido a la difusión global del coronavirus ya contagió a los mercados bursátiles. La última semana de febrero las bolsas mundiales perdieron más de 6 mil millones de dólares mientras que la bolsa mexicana sufrió su segunda peor caída desde la crisis del 2018.

El anuncio del arribo del Covid-19 provocó además la compra compulsiva de cubre-bocas, gel y demás productos higiénicos en ciudades del país y en esta capital hasta agotar las existencias.

Por ello el principal problema social no lo es tanto, por el momento, el contagio del letal virus (ya ha cobrado casi 3 mil vidas) sino la paranoia que se suscite en la población y pueda ocasionar que nuestra endeble economía no pueda crecer por segundo año consecutivo.

Si el H1N1 pudo se confrontado por éxito por los mexicanos en el 2009, es previsible que en este 2020 se pueda controlar con mayor eficacia debido a la experiencia nacional e internacional que se ha adquirido en la última década sobre los coronavirus, cuya última modalidad ya la tenemos en nuestro país.