/ sábado 4 de agosto de 2018

El bienestar social

El gobierno entrante anuncia que el programa Oportunidades cambiará su denominación al de Bienestar Social, analizando sus antecedentes nos remontamos al creador del mismo Amartya Sen, economista hindú, que en 1998 ganó el Premio Nobel de Economía, por la implementación de su programa para la medición y reducción de la pobreza en su país; en México, surgió en 1988 con Carlos Salinas bajo el nombre de Solidaridad; en el gobierno de Zedillo cambió a Progresa; los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón continuaron con el programa bajo las siglas de Oportunidades; en el actual sexenio cambió a Prospera. Treinta años cumple exactamente la implementación de este programa de asistencia social en el país, y ahora cambia su nombre a “Bienestar social”. La particularidad del programa Oportunidades durante los gobiernos panistas es es que por primera vez se midió la pobreza y se clasificó en alimentaria, patrimonial y de capacidades, enfocándose el gobierno a atender los componentes que conforman el programa, el alimentario, el de salud y el de educación, teniendo resultados exitosos; pero se requería más tiempo para impactar en la disminución de la pobreza; fue a partir de estos sexenios que se aceptó que la mitad de la población estaba en pobreza, situación que no querían reconocer los gobiernos priistas anteriores. Durante los sexenios panistas al programa Oportunidades se le dio un giro interesante; no obstante de acuerdo a los datos de Coneval las cifras de pobreza no han variado gran cosa, la mitad de la población sigue en pobreza. La estrategia para la diminución de la pobreza en el país ha fracasado, no obstante las cantidades multimillonarias que se etiquetan en el presupuesto para que el programa funcione. Este programa también se ha manejado con fines electorales con frecuencia, pese a que es un delito.

AMLO denominará al programa como de “Bienestar social”, difiriendo de dicho término, porque el bienestar social implica la ejecución de muchos factores que permitan un determinado nivel de vida de las personas y la satisfacción mínima de las necesidades básicas, y se requiere mucho más que un solo programa para lograrlo.



El gobierno entrante anuncia que el programa Oportunidades cambiará su denominación al de Bienestar Social, analizando sus antecedentes nos remontamos al creador del mismo Amartya Sen, economista hindú, que en 1998 ganó el Premio Nobel de Economía, por la implementación de su programa para la medición y reducción de la pobreza en su país; en México, surgió en 1988 con Carlos Salinas bajo el nombre de Solidaridad; en el gobierno de Zedillo cambió a Progresa; los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón continuaron con el programa bajo las siglas de Oportunidades; en el actual sexenio cambió a Prospera. Treinta años cumple exactamente la implementación de este programa de asistencia social en el país, y ahora cambia su nombre a “Bienestar social”. La particularidad del programa Oportunidades durante los gobiernos panistas es es que por primera vez se midió la pobreza y se clasificó en alimentaria, patrimonial y de capacidades, enfocándose el gobierno a atender los componentes que conforman el programa, el alimentario, el de salud y el de educación, teniendo resultados exitosos; pero se requería más tiempo para impactar en la disminución de la pobreza; fue a partir de estos sexenios que se aceptó que la mitad de la población estaba en pobreza, situación que no querían reconocer los gobiernos priistas anteriores. Durante los sexenios panistas al programa Oportunidades se le dio un giro interesante; no obstante de acuerdo a los datos de Coneval las cifras de pobreza no han variado gran cosa, la mitad de la población sigue en pobreza. La estrategia para la diminución de la pobreza en el país ha fracasado, no obstante las cantidades multimillonarias que se etiquetan en el presupuesto para que el programa funcione. Este programa también se ha manejado con fines electorales con frecuencia, pese a que es un delito.

AMLO denominará al programa como de “Bienestar social”, difiriendo de dicho término, porque el bienestar social implica la ejecución de muchos factores que permitan un determinado nivel de vida de las personas y la satisfacción mínima de las necesidades básicas, y se requiere mucho más que un solo programa para lograrlo.