/ viernes 14 de septiembre de 2018

"El boxeador de la vida por experiencia propia"


Muy buenos días, mis lectores, que se la estén pasando de aquellas son mis mejores deseos. Concluía el artículo anterior hablando sobre algo más del alcoholismo, de las consecuencias o afectaciones que el alcohol hace en una o en mas áreas de las seis que conforman al ser humano y donde se desenvuelve: física mental, espiritual, familiar, social y laboral, abarcando la física, mental y espiritual, hoy continúo.

Si cuando quien bebe alcohol, no importando la cantidad o la forma, no se presenta a trabajar después de haber bebido, o trabaja con menor eficiencia, entonces se afecta en lo laboral; cuando se gasta el dinero que le correspondía al seno familiar o cuando hay maltrato físico o mediante la palabra, entonces se afecta a lo familiar, y finalmente, cuando quien bebe alcohol independientemente de la cantidad o forma que lo haga, digamos que se orina en la calle o se pelea o lo detienen por manejar borracho y en los tres casos lo conducen a la cárcel, entonces la afectación es social.

Dicho lo anterior, cualquiera que bebe alcohol y se ve afectado en cualquiera de esas áreas, es pues un alcohólico, o al menos es un alcohólico potencial. El alcohólico potencial es aquella persona que va a ser un alcohólico dependiendo del tiempo y del alcohol. Puedo aseverar, pues, sin ninguna duda, que a un bebedor social jamás le suceden esos problemas, por una llana y simple razón: porque el bebedor social controla su manera de beber.

Una buena pregunta sería: ¿Se nace o se hace alcohólico? y la respuesta es: las dos cosas. Según los especialistas en alcoholismo, médicos, científicos y psiquiatras, coinciden en que el alcohólico nace con una deficiencia de endorfinas, de cierta clase. Esas sustancias están relacionadas directamente con las emociones, y el alcohólico o no las produce o las genera en muy baja cantidad. Por lo tanto, para poder controlar las emociones de cualquier tipo, el alcohólico tiene que beber, de allí que se diga que el alcohólico es un inmaduro emocional y tiene una predisposición y una susceptibilidad al alcoholismo.

Ese desbalance químico en el cerebro más el ambiente donde se desarrolla el alcohólico y que tiene que ver básicamente con ambiente familiar y social donde crece y el acceso al alcohol que en muchas ocasiones es fácil, entonces con ello se inicia la carrera alcohólica, si vale esa expresión, como alcohólico activo y eso confirma que el alcohólico nace y se hace a través del tiempo.

Continuará.


Muy buenos días, mis lectores, que se la estén pasando de aquellas son mis mejores deseos. Concluía el artículo anterior hablando sobre algo más del alcoholismo, de las consecuencias o afectaciones que el alcohol hace en una o en mas áreas de las seis que conforman al ser humano y donde se desenvuelve: física mental, espiritual, familiar, social y laboral, abarcando la física, mental y espiritual, hoy continúo.

Si cuando quien bebe alcohol, no importando la cantidad o la forma, no se presenta a trabajar después de haber bebido, o trabaja con menor eficiencia, entonces se afecta en lo laboral; cuando se gasta el dinero que le correspondía al seno familiar o cuando hay maltrato físico o mediante la palabra, entonces se afecta a lo familiar, y finalmente, cuando quien bebe alcohol independientemente de la cantidad o forma que lo haga, digamos que se orina en la calle o se pelea o lo detienen por manejar borracho y en los tres casos lo conducen a la cárcel, entonces la afectación es social.

Dicho lo anterior, cualquiera que bebe alcohol y se ve afectado en cualquiera de esas áreas, es pues un alcohólico, o al menos es un alcohólico potencial. El alcohólico potencial es aquella persona que va a ser un alcohólico dependiendo del tiempo y del alcohol. Puedo aseverar, pues, sin ninguna duda, que a un bebedor social jamás le suceden esos problemas, por una llana y simple razón: porque el bebedor social controla su manera de beber.

Una buena pregunta sería: ¿Se nace o se hace alcohólico? y la respuesta es: las dos cosas. Según los especialistas en alcoholismo, médicos, científicos y psiquiatras, coinciden en que el alcohólico nace con una deficiencia de endorfinas, de cierta clase. Esas sustancias están relacionadas directamente con las emociones, y el alcohólico o no las produce o las genera en muy baja cantidad. Por lo tanto, para poder controlar las emociones de cualquier tipo, el alcohólico tiene que beber, de allí que se diga que el alcohólico es un inmaduro emocional y tiene una predisposición y una susceptibilidad al alcoholismo.

Ese desbalance químico en el cerebro más el ambiente donde se desarrolla el alcohólico y que tiene que ver básicamente con ambiente familiar y social donde crece y el acceso al alcohol que en muchas ocasiones es fácil, entonces con ello se inicia la carrera alcohólica, si vale esa expresión, como alcohólico activo y eso confirma que el alcohólico nace y se hace a través del tiempo.

Continuará.