/ viernes 19 de octubre de 2018

"El boxeador de la vida por experiencia propia"

Muy buenos días, mis lectores, que se encuentren gozando de cabal salud son mis mejores deseos. Hoy continúo, dentro del tema "Más acerca del alcoholismo", con los daños que se van generando en el alcohólico conforme avanza su alcoholismo y su degradación hasta el exterminio.

Se presentan temblores persistentes ya en la etapa crónica del ALCOHOLISMO, porque el sistema nervioso en esa etapa depende del veneno del alcohol pidiéndolo a gritos, es decir, esos gritos son los temblores, manifestación de que los nervios pierden su capa de mielina. Se presentan también ciertos cortos circuitos en los nervios que todos conocemos como calambres, y todo ese infierno personal no se calma sin el alcohol.

Entonces aparece una inhibición psicomotora hasta el grado de que un alcohólico en esas condiciones, aunque parezca increíble ¡No puede darle cuerda al reloj! (cuando éstos existían), ¡no puede apretar una tuerca o simplemente abotonarse su camisa! porque sus movimientos no son coordinados y su voluntad no es obedecida por los nervios y mucho menos por sus músculos.

En esas condiciones el enfermo alcohólico aunque quisiera no podría trabajar ya que se va afectando físicamente al ir perdiendo habilidades motoras y de reflejos. En toda la actividad alcohólica se van dañando órganos vitales, principalmente el hígado.

Dentro de los daños en el área mental ocurren palimpsestos, conocidos como lagunas mentales, donde el alcohólico no puede reconstruir los hechos de la noche anterior, y puede cometer actos antisociales e incluso llegar a matar todo queda olvidado en una total amnesia. Cuando las lagunas mentales son constantes se ocasionan grandes daños en el tejido nervioso, y eso se ha comprobado en las autopsias, donde se puede apreciar que el cerebro está totalmente edimatizado, en otras palabras, está hinchado, la substancia blanca disgregada y la gris completamente deforme en sus ramificaciones.

Poco a poco, pero seguro, se van muriendo en el proceso una cantidad muy elevada de neuronas, no sólo por la cantidad de alcohol ingerido, sino también por los desvelos y la falta de alimentación, de tal manera que no sólo existe una fatiga física sino una fatiga mental, disminuyendo con ello las capacidades del cerebro. Después, conforme avanza la enfermedad, hacen acto de presencia las psicosis, que no son otra cosa más que un desorden mental en grado extremo y patológico, donde prácticamente existe un completo divorcio entre la realidad ambiental y el pensamiento.


Continuará.


Muy buenos días, mis lectores, que se encuentren gozando de cabal salud son mis mejores deseos. Hoy continúo, dentro del tema "Más acerca del alcoholismo", con los daños que se van generando en el alcohólico conforme avanza su alcoholismo y su degradación hasta el exterminio.

Se presentan temblores persistentes ya en la etapa crónica del ALCOHOLISMO, porque el sistema nervioso en esa etapa depende del veneno del alcohol pidiéndolo a gritos, es decir, esos gritos son los temblores, manifestación de que los nervios pierden su capa de mielina. Se presentan también ciertos cortos circuitos en los nervios que todos conocemos como calambres, y todo ese infierno personal no se calma sin el alcohol.

Entonces aparece una inhibición psicomotora hasta el grado de que un alcohólico en esas condiciones, aunque parezca increíble ¡No puede darle cuerda al reloj! (cuando éstos existían), ¡no puede apretar una tuerca o simplemente abotonarse su camisa! porque sus movimientos no son coordinados y su voluntad no es obedecida por los nervios y mucho menos por sus músculos.

En esas condiciones el enfermo alcohólico aunque quisiera no podría trabajar ya que se va afectando físicamente al ir perdiendo habilidades motoras y de reflejos. En toda la actividad alcohólica se van dañando órganos vitales, principalmente el hígado.

Dentro de los daños en el área mental ocurren palimpsestos, conocidos como lagunas mentales, donde el alcohólico no puede reconstruir los hechos de la noche anterior, y puede cometer actos antisociales e incluso llegar a matar todo queda olvidado en una total amnesia. Cuando las lagunas mentales son constantes se ocasionan grandes daños en el tejido nervioso, y eso se ha comprobado en las autopsias, donde se puede apreciar que el cerebro está totalmente edimatizado, en otras palabras, está hinchado, la substancia blanca disgregada y la gris completamente deforme en sus ramificaciones.

Poco a poco, pero seguro, se van muriendo en el proceso una cantidad muy elevada de neuronas, no sólo por la cantidad de alcohol ingerido, sino también por los desvelos y la falta de alimentación, de tal manera que no sólo existe una fatiga física sino una fatiga mental, disminuyendo con ello las capacidades del cerebro. Después, conforme avanza la enfermedad, hacen acto de presencia las psicosis, que no son otra cosa más que un desorden mental en grado extremo y patológico, donde prácticamente existe un completo divorcio entre la realidad ambiental y el pensamiento.


Continuará.