/ viernes 25 de enero de 2019

“El boxeador de la vida por experiencia propia”

Muy buenos días, mis lectores, que se encuentren gozando de cabal salud, son mis mejores deseos. Hoy es un nuevo comienzo.

Cuando el Dr. Javier Contreras me brindó la oportunidad de escribir mi columna sabía que iba a ser una bonita experiencia, especialmente para mí. Así ha sido, y lo fue hasta el día de hoy, no interesa que sea mi artículo final, no importa si es la última expresión de mi palabra ante ustedes por este medio.

Todo tiene un comienzo, a veces es incierto y dudoso porque no se ha transitado aún, pero ya se empieza, ya se camina, ya se dan los primeros pasos. Dios me ha regalado muchas cosas y satisfacciones, especialmente en los últimos casi 25 años. Mi gran amigo Rafael el Tío Grijalva me lo decía: “Mira, campeón, cuando tengas nietos vas a recibir amor gratis”. Y qué verdad más grande, tengo una nieta, Gía, y tengo a Andrés, quien el próximo mes cumplirá un año; y puedo decirles que me quedo sorprendido del poder que tiene Andrés, y así todos los niños y bebés, para tenernos a sus pies, reclamando nuestra atención.

También fundamos una nueva compañía, Joe & Mary Contruction, y voy a tener la oportunidad de construir casas, todo ello con los conocimientos matemáticos que mi consejero espiritual e ingeniero también, Rafael Higuera, me transmitió desde la primera vez que vine a trabajar a las plantas químicas y plataformas petroleras en los Estados Unidos. Estoy también muy involucrado en la industria de la Música mediante Jose Valerio Publishing, sirviendo y apoyando a grupos musicales ya no sólo de Chihuahua, sino de otras partes de México.

Quiero dedicarme a todo ello al 100%, especialmente en mi papel de abuelo, de la misma manera que me dediqué a escribir esta columna por más de siete años, donde pude escuchar siempre la voz armoniosa, tranquila y servicial de Susy, la secretaria del director. En donde tuve la oportunidad de platicar con Adriana Rojas, editora de mis escritos y quien corrigió muchos de ellos, con gran profesionalismo y dedicación.

Fue una bonita experiencia porque pudimos interactuar por este medio. Recuerdo cuando visité al profesor Armando Valenzuela Colomo a su oficina y de pronto entró una dama. Cuando el “profe” nos presentó me dijo: “¿Usted es el Boxeador de la Vida por Experiencia Propia? –añadiendo-, mire, cuando algo sucede en nuestra casa, mi esposo me dice: ‘¿Ya, ves?’, como dice el Boxeador de la Vida”.

A todos ellos les doy las gracias desde lo más profundo de mi ser, pero, sobre todo, te doy las gracias a ti, mi lector fiel, ¡que estuviste allí por todo este tiempo! ¡Que mi Dios me los bendiga y me los cuide!

Muy buenos días, mis lectores, que se encuentren gozando de cabal salud, son mis mejores deseos. Hoy es un nuevo comienzo.

Cuando el Dr. Javier Contreras me brindó la oportunidad de escribir mi columna sabía que iba a ser una bonita experiencia, especialmente para mí. Así ha sido, y lo fue hasta el día de hoy, no interesa que sea mi artículo final, no importa si es la última expresión de mi palabra ante ustedes por este medio.

Todo tiene un comienzo, a veces es incierto y dudoso porque no se ha transitado aún, pero ya se empieza, ya se camina, ya se dan los primeros pasos. Dios me ha regalado muchas cosas y satisfacciones, especialmente en los últimos casi 25 años. Mi gran amigo Rafael el Tío Grijalva me lo decía: “Mira, campeón, cuando tengas nietos vas a recibir amor gratis”. Y qué verdad más grande, tengo una nieta, Gía, y tengo a Andrés, quien el próximo mes cumplirá un año; y puedo decirles que me quedo sorprendido del poder que tiene Andrés, y así todos los niños y bebés, para tenernos a sus pies, reclamando nuestra atención.

También fundamos una nueva compañía, Joe & Mary Contruction, y voy a tener la oportunidad de construir casas, todo ello con los conocimientos matemáticos que mi consejero espiritual e ingeniero también, Rafael Higuera, me transmitió desde la primera vez que vine a trabajar a las plantas químicas y plataformas petroleras en los Estados Unidos. Estoy también muy involucrado en la industria de la Música mediante Jose Valerio Publishing, sirviendo y apoyando a grupos musicales ya no sólo de Chihuahua, sino de otras partes de México.

Quiero dedicarme a todo ello al 100%, especialmente en mi papel de abuelo, de la misma manera que me dediqué a escribir esta columna por más de siete años, donde pude escuchar siempre la voz armoniosa, tranquila y servicial de Susy, la secretaria del director. En donde tuve la oportunidad de platicar con Adriana Rojas, editora de mis escritos y quien corrigió muchos de ellos, con gran profesionalismo y dedicación.

Fue una bonita experiencia porque pudimos interactuar por este medio. Recuerdo cuando visité al profesor Armando Valenzuela Colomo a su oficina y de pronto entró una dama. Cuando el “profe” nos presentó me dijo: “¿Usted es el Boxeador de la Vida por Experiencia Propia? –añadiendo-, mire, cuando algo sucede en nuestra casa, mi esposo me dice: ‘¿Ya, ves?’, como dice el Boxeador de la Vida”.

A todos ellos les doy las gracias desde lo más profundo de mi ser, pero, sobre todo, te doy las gracias a ti, mi lector fiel, ¡que estuviste allí por todo este tiempo! ¡Que mi Dios me los bendiga y me los cuide!