/ martes 30 de junio de 2020

El caos

Lo hemos venido prediciendo, el caos que viene con este gobierno de la 4D (destrucción), y cada día que pasa se confirma que ya estamos muy cerca.

La semana pasada un comando armado intentó acribillar al jefe de la Policía de la CDMX, en plena avenida Reforma de la capital del país, el corazón de México. Fue atacado con fusiles Barret calibre 0.50, capaces de atravesar los más altos blindajes, armas largas AK-47, disparando más de 300 tiros, logrando salir con vida, pero tres de sus escoltas murieron y una mujer inocente.

Según declaraciones oficiales, fue el cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), los que perpetraron el ataque. El mensaje es muy claro que va dirigido hasta a lo más alto de este gobierno, ¿por qué?

La razón es muy sencilla, hay mucha evidencia que el presidente López ha llegado a acuerdos con el otro cártel muy importante, que es el del “Chapo” Guzmán, el de Sinaloa. ¿Cómo explicar tantos eventos que han sido publicitados ampliamente, quizás hasta parece burla a los mexicanos:

La detención del hijo del “Chapo” en la ciudad de Culiacán, Ovidio Guzmán, por orden de un juez con fines de extradición a Estados Unidos y el propio AMLO declaró que lo habían soltado de inmediato por órdenes de él. Dice el dicho que, a confesión de parte, relevo de pruebas, sin embargo, no pasó nada. El presidente no tiene ninguna autoridad para ordenar el desacato a una orden de un juez, de hecho, el presidente debería estar en la cárcel por ese delito de interferir en la justicia y reconocido plenamente. ¿Por qué lo hizo? Muy probablemente por acuerdos previos con el cártel de Sinaloa.

A las pocas semanas va hasta la Sierra de Sinaloa y saluda de mano a la mamá del “Chapo” a quien le dice con mucha familiaridad “Sí, ya recibí tu carta”. Y aunque el nerviosismo de ser filmado, como lo fue, se despidió rápidamente, subiéndose de nueva cuenta al convoy presidencial, en lugar de que ella se hubiera bajado de su camioneta por el protocolo. De ahí se siguió a una taquiza con el hijo del “Chapo”, quien cumplía años. ¿Quieren más evidencias de que hay acuerdo con el cártel de Sinaloa?

De ahí el mensaje del CJNG, quienes al no sentirse protegidos como los del “Chapo”, le están declarando la guerra al gobierno federal, es como decíamos en la escuela, el tiro está cantado y en medio estamos todos los mexicanos.

¿Exagero que vamos al caos? A este grave problema de la guerra de los narcos, le podemos agregar el desastre del manejo de la pandemia, donde nos han mentido, de tal manera que la gente ya no les creemos, son mentiras tras mentiras, al grado que dos días después del atentado en CDMX contra el jefe de la Policía, en el poblado de San Andrés Larráinzar, en el estado de Chiapas, lugar de las negociación por la paz con el subcomandante Marcos y la comisión por la paz, encabezada por el muy ilustre chihuahuense don Luis H. Álvarez, la Policía y la Guardia Nacional andaban fumigando el pueblo y la gente pensó que les estaban echando el coronavirus y les quemaron 6 patrullas, la clínica, la casa del presidente municipal y la del síndico.

Detrás de la pandemia de salud viene la económica. El FMI ya subió su predicción para México de -10.1 % de decrecimiento, lo que nos lleva a una crisis como la gran depresión del 29, significa desempleo y hambre.

AMLO dijo que desde el 1er día de su mandato los narcos cambiarían las armas por tractores. Parece que no le han hecho caso, ni, aunque los regañe la abuelita.

El caos ya está llegando.


Lo hemos venido prediciendo, el caos que viene con este gobierno de la 4D (destrucción), y cada día que pasa se confirma que ya estamos muy cerca.

La semana pasada un comando armado intentó acribillar al jefe de la Policía de la CDMX, en plena avenida Reforma de la capital del país, el corazón de México. Fue atacado con fusiles Barret calibre 0.50, capaces de atravesar los más altos blindajes, armas largas AK-47, disparando más de 300 tiros, logrando salir con vida, pero tres de sus escoltas murieron y una mujer inocente.

Según declaraciones oficiales, fue el cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), los que perpetraron el ataque. El mensaje es muy claro que va dirigido hasta a lo más alto de este gobierno, ¿por qué?

La razón es muy sencilla, hay mucha evidencia que el presidente López ha llegado a acuerdos con el otro cártel muy importante, que es el del “Chapo” Guzmán, el de Sinaloa. ¿Cómo explicar tantos eventos que han sido publicitados ampliamente, quizás hasta parece burla a los mexicanos:

La detención del hijo del “Chapo” en la ciudad de Culiacán, Ovidio Guzmán, por orden de un juez con fines de extradición a Estados Unidos y el propio AMLO declaró que lo habían soltado de inmediato por órdenes de él. Dice el dicho que, a confesión de parte, relevo de pruebas, sin embargo, no pasó nada. El presidente no tiene ninguna autoridad para ordenar el desacato a una orden de un juez, de hecho, el presidente debería estar en la cárcel por ese delito de interferir en la justicia y reconocido plenamente. ¿Por qué lo hizo? Muy probablemente por acuerdos previos con el cártel de Sinaloa.

A las pocas semanas va hasta la Sierra de Sinaloa y saluda de mano a la mamá del “Chapo” a quien le dice con mucha familiaridad “Sí, ya recibí tu carta”. Y aunque el nerviosismo de ser filmado, como lo fue, se despidió rápidamente, subiéndose de nueva cuenta al convoy presidencial, en lugar de que ella se hubiera bajado de su camioneta por el protocolo. De ahí se siguió a una taquiza con el hijo del “Chapo”, quien cumplía años. ¿Quieren más evidencias de que hay acuerdo con el cártel de Sinaloa?

De ahí el mensaje del CJNG, quienes al no sentirse protegidos como los del “Chapo”, le están declarando la guerra al gobierno federal, es como decíamos en la escuela, el tiro está cantado y en medio estamos todos los mexicanos.

¿Exagero que vamos al caos? A este grave problema de la guerra de los narcos, le podemos agregar el desastre del manejo de la pandemia, donde nos han mentido, de tal manera que la gente ya no les creemos, son mentiras tras mentiras, al grado que dos días después del atentado en CDMX contra el jefe de la Policía, en el poblado de San Andrés Larráinzar, en el estado de Chiapas, lugar de las negociación por la paz con el subcomandante Marcos y la comisión por la paz, encabezada por el muy ilustre chihuahuense don Luis H. Álvarez, la Policía y la Guardia Nacional andaban fumigando el pueblo y la gente pensó que les estaban echando el coronavirus y les quemaron 6 patrullas, la clínica, la casa del presidente municipal y la del síndico.

Detrás de la pandemia de salud viene la económica. El FMI ya subió su predicción para México de -10.1 % de decrecimiento, lo que nos lleva a una crisis como la gran depresión del 29, significa desempleo y hambre.

AMLO dijo que desde el 1er día de su mandato los narcos cambiarían las armas por tractores. Parece que no le han hecho caso, ni, aunque los regañe la abuelita.

El caos ya está llegando.