La vida es frágil, pero se debate con fuerza Gao Xingjian
Por más que queramos o no el tema del Covid llegó para permanecer entre
nosotros por un buen tiempo (para toda la vida, dicen muchos), hagamos lo que
hagamos lo realizamos pensando en este dichoso virus asiático que ha trastornado parte
de nuestra prestada existencia, es decir, de alguna manera ya estamos contagiados
todos; pero algo positivo debe de haber; mi amigo y colega columnista del presente
rotativo Javier Félix me dijo la semana pasada que este virus nos ha obligado a ser más
reflexivos de lo frágil y corta que es la vida y a darnos cuenta de lo que nos falta para
hacer una sociedad con mejores formas de convivencia humana. Tiene razón y mucha.
Hace unos días vi parte de una de las conferencias que realiza la Secretaría de
Salud de nuestro país, en donde una reportera cuestionó al famoso subsecretario López
Gatell sobre si era necesario que nuestro presidente Andrés Manuel se realizara la
prueba del Covid-19, a lo que el flamante funcionario respondió que la fuerza del
presidente es moral y no de contagio. Me tomó unos minutos tratar de entender tan
elocuente y profunda respuesta y concluí que todo obedece a la naturaleza de nuestra
política azteca en una administración que durante la jornada diaria tiene entre sus
acciones arremeter contra los periodistas (no paleros al régimen), agarrarla contra
artistas y deportistas que dan su opinión sobre lo que la realidad nos muestra y decirnos
que todo va bien.
Continuamos pues en nuestro diario vivir con información del coronavirus, unos
en fase 2, otros en fase 3 y otros completamente desfasados, unos destanteados por las
multas que ahora dicen van a cobrar por ir más de dos en el auto y otros hechos camote
porque un día les dicen que hay que usar cubrebocas y al otro día que no es
indispensable, y así vivimos y sobrevivimos en un México donde lo único certero es que
no hay certeza de cuándo y hasta dónde.
Punto y aparte
El auge de las redes sociales hizo que mucha gente pensara en la desaparición
ineludible del periodismo en sus diversas vertientes, los medios de comunicación están
acabados, opinaron muchos a quienes esto les convendría, sin embargo, el periodismo a
través de los medios tradicionales han dado un ejemplo claro de su importancia en estos
días de pandemia, hoy más que nunca se requiere de la información veraz y el tacto de
quienes saben obtenerla y compartirla. En el programa radiofónico de Los Editorialistas
hemos tenido enlaces telefónicos con gente de España, Holanda, Colombia, Brasil,
Nicaragua y El Salvador para conocer de viva voz lo que realmente acontece en estos
países, de igual manera hemos conversado con especialistas de la salud que asesoran en
cuestiones específicas a quienes nos realizan sus preguntas. El Heraldo de Chihuahua
lleva puntualmente sus análisis sobre el virus con un seguimiento oportuno de la
realidad. Bien, muy bien. En estos días la información directa y objetiva es fundamental.