/ miércoles 8 de agosto de 2018

El enigmático Bartlett

Simbólica la fotografía con la que El Heraldo de Chihuahua ilustra la entrevista a Manuel Bartlett; pues conjunta la opinión negativa que de él tienen muchos mexicanos, con la advertencia del político si los cargos no son comprobados. Señala: “Recuerden lo que le pasó a Javier Lozano”, a quien ganó una demanda por daño moral.

Las críticas las comparte con quien lo nombró director de la Comisión Federal de Electricidad, declarado hoy presidente electo. Los cuestionamientos más agudos que reciben provienen de los hermanos, Tatiana y Manuel Clouthier: Manuel, dijo: “El Bartlett de AMLO es el mismo que, como SEGOB, mandaba reprimir las empresas de mi padre, Maquío, e invadía las tierras agrícolas de su campo… y se robó la elección de 1988”.

“Pin..e viejo decrépito tanto chi…gó a mi padre, a la democracia y al país, que ahora no puedo chin…lo yo señalando sus verdades y atrocidades porque se enojan los chairos!” Su hermana Tatiana solamente dijo que “había mejores opciones” para el cargo en la CFE (Juan Ignacio Zavala).

La crítica a Bartlett parte de su pasado político en el sistema priista en el cual empezó a moverse desde 1966. “En los hechos, fue en los espacios del diazordacismo posterior al movimiento estudiantil del 68. En septiembre de 1969 publicó un ensayo en la revista Pensamiento Político, de la CNOP del PRI, sobre “El sistema presidencialista mexicano” que debe leerse como un apoyo institucional a las decisiones de Díaz Ordaz en el 68.

“Bartlett es un burócrata del poder. Su imagen de político duro, acentuado por una quijada inferior sobresaliente que le endurece el rostro y sus palabras siempre fuertes y despreciativas, en realidad casa con su cincelado político: el perfil de un político diazordacista de entonces y ahora: duro, verticalista, autoritario, presidencialista, piramidal, inflexible, de puño fuerte; es decir, los rasgos de Díaz Ordaz como presidente del poder.

“Si se cruza el perfil del presidente mexicano en 1969 que presenta Bartlett con los de López Obrador se encontrarán algunas razones de la coincidencia entre los dos: el presidente como jefe de gobierno y jefe de partido (en el PRI y Morena), con un segundo liderazgo que llama legitimación sociológica o la forma en que se ejerce un prestigio para construir un consenso “entre el pueblo y su líder”

“Sea lo que sea, Bartlett parece ser el arquitecto político del modelo presidencialista-caudillista-priista de López Obrador” (Carlos Ramírez. Zócalo-Saltillo: Bartlett 1y 2).

En cuanto a la entrevista (Heraldo 02/08.2018), Bartlett declaró que no hay marcha atrás en la Reforma Energética, que no es que le guste pero ahí está. Que lo que sí dice es que van a hacer competitiva a la CFE, que sea productiva, que compita como empresa respetando las reglas del mercado.

Su compromiso es sanear a la CFE. Ese es el reto. Es la tarea que le encomendó Andrés López Obrador. Rescatar la CFE de esas pérdidas de 40 mil millones de pesos, información que da terror. Que no irán contra las empresas que están compitiendo en el sector a pesar de que las calificadoras lo describen como un opositor a las reglas del mercado.

Y le peguntan ¿será que les molesta su pasado priista? A lo que contesta: “¡Estoy muy orgulloso de mi pasado! He sido de todo; pero no les gusta. Será porque hay un planteamiento nacionalista. El nacionalismo lo han convertido en un tabú. Desde hace años me lo dicen, hablan de dinosaurios. No se puede pensar que hay intereses nacionales”, responde.


Simbólica la fotografía con la que El Heraldo de Chihuahua ilustra la entrevista a Manuel Bartlett; pues conjunta la opinión negativa que de él tienen muchos mexicanos, con la advertencia del político si los cargos no son comprobados. Señala: “Recuerden lo que le pasó a Javier Lozano”, a quien ganó una demanda por daño moral.

Las críticas las comparte con quien lo nombró director de la Comisión Federal de Electricidad, declarado hoy presidente electo. Los cuestionamientos más agudos que reciben provienen de los hermanos, Tatiana y Manuel Clouthier: Manuel, dijo: “El Bartlett de AMLO es el mismo que, como SEGOB, mandaba reprimir las empresas de mi padre, Maquío, e invadía las tierras agrícolas de su campo… y se robó la elección de 1988”.

“Pin..e viejo decrépito tanto chi…gó a mi padre, a la democracia y al país, que ahora no puedo chin…lo yo señalando sus verdades y atrocidades porque se enojan los chairos!” Su hermana Tatiana solamente dijo que “había mejores opciones” para el cargo en la CFE (Juan Ignacio Zavala).

La crítica a Bartlett parte de su pasado político en el sistema priista en el cual empezó a moverse desde 1966. “En los hechos, fue en los espacios del diazordacismo posterior al movimiento estudiantil del 68. En septiembre de 1969 publicó un ensayo en la revista Pensamiento Político, de la CNOP del PRI, sobre “El sistema presidencialista mexicano” que debe leerse como un apoyo institucional a las decisiones de Díaz Ordaz en el 68.

“Bartlett es un burócrata del poder. Su imagen de político duro, acentuado por una quijada inferior sobresaliente que le endurece el rostro y sus palabras siempre fuertes y despreciativas, en realidad casa con su cincelado político: el perfil de un político diazordacista de entonces y ahora: duro, verticalista, autoritario, presidencialista, piramidal, inflexible, de puño fuerte; es decir, los rasgos de Díaz Ordaz como presidente del poder.

“Si se cruza el perfil del presidente mexicano en 1969 que presenta Bartlett con los de López Obrador se encontrarán algunas razones de la coincidencia entre los dos: el presidente como jefe de gobierno y jefe de partido (en el PRI y Morena), con un segundo liderazgo que llama legitimación sociológica o la forma en que se ejerce un prestigio para construir un consenso “entre el pueblo y su líder”

“Sea lo que sea, Bartlett parece ser el arquitecto político del modelo presidencialista-caudillista-priista de López Obrador” (Carlos Ramírez. Zócalo-Saltillo: Bartlett 1y 2).

En cuanto a la entrevista (Heraldo 02/08.2018), Bartlett declaró que no hay marcha atrás en la Reforma Energética, que no es que le guste pero ahí está. Que lo que sí dice es que van a hacer competitiva a la CFE, que sea productiva, que compita como empresa respetando las reglas del mercado.

Su compromiso es sanear a la CFE. Ese es el reto. Es la tarea que le encomendó Andrés López Obrador. Rescatar la CFE de esas pérdidas de 40 mil millones de pesos, información que da terror. Que no irán contra las empresas que están compitiendo en el sector a pesar de que las calificadoras lo describen como un opositor a las reglas del mercado.

Y le peguntan ¿será que les molesta su pasado priista? A lo que contesta: “¡Estoy muy orgulloso de mi pasado! He sido de todo; pero no les gusta. Será porque hay un planteamiento nacionalista. El nacionalismo lo han convertido en un tabú. Desde hace años me lo dicen, hablan de dinosaurios. No se puede pensar que hay intereses nacionales”, responde.


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