/ miércoles 3 de agosto de 2022

El Espectador | Guadiana, la apuesta de Moreira para Coahuila

De cara a las elecciones del año 2023 en Coahuila, el Partido Revolucionario Institucional prepara una estrategia para mantener el control del estado, aunque para ello sea necesario entregar las riendas del gobierno a un candidato que represente los colores de otra institución, en este caso del Movimiento de Regeneración Nacional. La apuesta del priísmo, o específicamente del “Moreirismo”, representado por el exgobernador y ahora diputado federal Rubén Moreira, es el senador y empresario minero Armando Guadiana, quien seguirá en su intento de gobernar la entidad para garantizar el crecimiento de sus negocios, que ya son de por sí exitosos con la venta de carbón a la CFE.

Moreira Valdez busca demostrar que mantiene aún el poder en Coahuila, incluso por encima de la cúpula de su partido a nivel estatal, por tanto, recurre a una fórmula ya conocida: la misma que utilizó en el proceso electoral de 2017 para garantizar la victoria del candidato del PRI, en aquel entonces para llevar a la victoria a Miguel Riquelme. En los hechos, Moreira quiere usar otra vez a Morena para gobernar tras bambalinas seis años más; por lo que necesita, de entrada, garantizar a Guadiana Tijerina como el candidato que abandere, por lo menos en el papel, los intereses del movimiento de la 4T, algo que en el escenario actual se encuentra cuesta arriba.

Desde hace varias semanas, se tiene claro que el presidente Andrés Manuel López Obrador impulsa para el gobierno de Coahuila al subsecretario de Seguridad Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, el mismo que aparece cada semana desde la conferencia de Palacio Nacional para informar sobre las acciones incluso de procuración de justicia.

En un principio, Mejía Berdeja sonaba como sustituto de Alejandro Gertz Manero en la Fiscalía General de la República, justo cuando el caso de la familia política del actual Fiscal se discutía en la Suprema Corte, y cuando la liberación de Alejandra Cuevas se volvió vital para mantener el discurso de transparencia y de justicia. La autonomía del nuevo órgano y la dificultad para alcanzar en el Senado un acuerdo con la oposición fueron suficientes para recalcular el rumbo, y para enlistar a Ricardo Mejía como aspirante a gobernador de su estado, con el beneplácito ni más ni menos que del titular del Ejecutivo a nivel federal.

La pugna por ese puesto iniciará a finales de año y se tendrá un personaje ganador incluso a principios de 2023, cuando se cumplan los tiempos para oficializar a los candidatos del partido que seguramente arrasará en las elecciones, tanto en Coahuila como en el Estado de México, dos grandes bastiones que está a punto de perder el PRI. Armando Guadiana y Rubén Moreira planean jugarse el todo por el todo, aunque en su apuesta tengan que enfrentarse a los intereses del propio inquilino de Palacio Nacional.

De cara a las elecciones del año 2023 en Coahuila, el Partido Revolucionario Institucional prepara una estrategia para mantener el control del estado, aunque para ello sea necesario entregar las riendas del gobierno a un candidato que represente los colores de otra institución, en este caso del Movimiento de Regeneración Nacional. La apuesta del priísmo, o específicamente del “Moreirismo”, representado por el exgobernador y ahora diputado federal Rubén Moreira, es el senador y empresario minero Armando Guadiana, quien seguirá en su intento de gobernar la entidad para garantizar el crecimiento de sus negocios, que ya son de por sí exitosos con la venta de carbón a la CFE.

Moreira Valdez busca demostrar que mantiene aún el poder en Coahuila, incluso por encima de la cúpula de su partido a nivel estatal, por tanto, recurre a una fórmula ya conocida: la misma que utilizó en el proceso electoral de 2017 para garantizar la victoria del candidato del PRI, en aquel entonces para llevar a la victoria a Miguel Riquelme. En los hechos, Moreira quiere usar otra vez a Morena para gobernar tras bambalinas seis años más; por lo que necesita, de entrada, garantizar a Guadiana Tijerina como el candidato que abandere, por lo menos en el papel, los intereses del movimiento de la 4T, algo que en el escenario actual se encuentra cuesta arriba.

Desde hace varias semanas, se tiene claro que el presidente Andrés Manuel López Obrador impulsa para el gobierno de Coahuila al subsecretario de Seguridad Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, el mismo que aparece cada semana desde la conferencia de Palacio Nacional para informar sobre las acciones incluso de procuración de justicia.

En un principio, Mejía Berdeja sonaba como sustituto de Alejandro Gertz Manero en la Fiscalía General de la República, justo cuando el caso de la familia política del actual Fiscal se discutía en la Suprema Corte, y cuando la liberación de Alejandra Cuevas se volvió vital para mantener el discurso de transparencia y de justicia. La autonomía del nuevo órgano y la dificultad para alcanzar en el Senado un acuerdo con la oposición fueron suficientes para recalcular el rumbo, y para enlistar a Ricardo Mejía como aspirante a gobernador de su estado, con el beneplácito ni más ni menos que del titular del Ejecutivo a nivel federal.

La pugna por ese puesto iniciará a finales de año y se tendrá un personaje ganador incluso a principios de 2023, cuando se cumplan los tiempos para oficializar a los candidatos del partido que seguramente arrasará en las elecciones, tanto en Coahuila como en el Estado de México, dos grandes bastiones que está a punto de perder el PRI. Armando Guadiana y Rubén Moreira planean jugarse el todo por el todo, aunque en su apuesta tengan que enfrentarse a los intereses del propio inquilino de Palacio Nacional.