/ lunes 23 de mayo de 2022

El fenómeno de las vacantes

Por: Amín Anchondo

Está pasando algo extraño en el mundo laboral que primero pensé que era un caso muy particular pero luego empecé a ver qué era una constante en muchas empresas.

Los informes de estadísticas sobre desempleo en nuestro país siguen con números neutros que apenas comienzan a marcar una ligera recuperación después de los efectos de la pandemia. Pero esto contrasta mucho con la realidad donde hay miles de empresas que están buscando personal y tienen que hacer casi magia para lograr encontrar a alguien que ocupe la vacante.

Este efecto está pasando en varios sectores laborales y en otros es exactamente lo contrario: existen muchos profesionistas que no encuentran trabajo por la sobre oferta de su profesión.

Estamos frente a un problema muy complejo que se tardará varios años en solucionar. Pero que además, está haciendo migrar a muchas personas jóvenes a trabajar en Estados Unidos por mejores condiciones u oportunidades. Esto ha logrado romper récord de ingresos al estado provenientes de remesas de chihuahuenses.

Tardaremos años porque necesitamos volver a crear técnicos en carpintería, mecánica, plomeros, soldadores, etc. Ese tipo de oficios que ahora parecen extintos y que urgen en las empresas. Necesitamos más ingenieros agrónomos actualizados a las nuevas tecnologías, programadores de software, ingenieros mecánicos, etc. En concreto, necesitamos alinear los planes de estudios de universidades y espacios de capacitación a nuestro mercado laboral chihuahuense.

El gobierno tiene la obligación y la facultad exclusiva para tomar cartas en el asunto. No podemos seguir deteniéndonos por la falta de voluntad de maestros y sindicatos que hacen imposibles estos cambios por problemas políticos. Esto nos afecta en dos sentidos: gente desempleada y empresas con vacantes que no pueden llenar.

Si queremos desarrollar nuestra economía, tenemos que desarrollar a nuestra gente. Eso creará los famosos “empleos bien pagados” y hará que nuestras empresas crezcan por personas aptas para ese trabajo.

No es un hilo negro pero si es un tema que debemos visibilizar para exigir el cambio. La verdad es que la currícula no se cambia porque el magisterio no quiere ceder sus plazas pero tampoco los maestros quieren o pueden empezar a enseñar lo que no saben. El maestro que antes daba matemáticas avanzadas, hoy debería estar enseñando programación de software, por ejemplo. Esto solo con presión social va a cambiar.

Te pido que cuando vayas por la calle cuentes cuantos letreros de vacantes observas en lonas, publicidad, etc. Y luego veas las cifras de desempleo. Te darás cuenta de este fenómeno que, tarde o temprano, nos iba a traer la nueva revolución industrial. Este fenómeno en Ciudad Juárez es el doble de grande.

Si esto es tan lógico. ¿Por qué seguimos estancados en lo mismo? No desperdiciemos oportunidades de desarrollo por un tema que podemos mitigar un poco.

Por: Amín Anchondo

Está pasando algo extraño en el mundo laboral que primero pensé que era un caso muy particular pero luego empecé a ver qué era una constante en muchas empresas.

Los informes de estadísticas sobre desempleo en nuestro país siguen con números neutros que apenas comienzan a marcar una ligera recuperación después de los efectos de la pandemia. Pero esto contrasta mucho con la realidad donde hay miles de empresas que están buscando personal y tienen que hacer casi magia para lograr encontrar a alguien que ocupe la vacante.

Este efecto está pasando en varios sectores laborales y en otros es exactamente lo contrario: existen muchos profesionistas que no encuentran trabajo por la sobre oferta de su profesión.

Estamos frente a un problema muy complejo que se tardará varios años en solucionar. Pero que además, está haciendo migrar a muchas personas jóvenes a trabajar en Estados Unidos por mejores condiciones u oportunidades. Esto ha logrado romper récord de ingresos al estado provenientes de remesas de chihuahuenses.

Tardaremos años porque necesitamos volver a crear técnicos en carpintería, mecánica, plomeros, soldadores, etc. Ese tipo de oficios que ahora parecen extintos y que urgen en las empresas. Necesitamos más ingenieros agrónomos actualizados a las nuevas tecnologías, programadores de software, ingenieros mecánicos, etc. En concreto, necesitamos alinear los planes de estudios de universidades y espacios de capacitación a nuestro mercado laboral chihuahuense.

El gobierno tiene la obligación y la facultad exclusiva para tomar cartas en el asunto. No podemos seguir deteniéndonos por la falta de voluntad de maestros y sindicatos que hacen imposibles estos cambios por problemas políticos. Esto nos afecta en dos sentidos: gente desempleada y empresas con vacantes que no pueden llenar.

Si queremos desarrollar nuestra economía, tenemos que desarrollar a nuestra gente. Eso creará los famosos “empleos bien pagados” y hará que nuestras empresas crezcan por personas aptas para ese trabajo.

No es un hilo negro pero si es un tema que debemos visibilizar para exigir el cambio. La verdad es que la currícula no se cambia porque el magisterio no quiere ceder sus plazas pero tampoco los maestros quieren o pueden empezar a enseñar lo que no saben. El maestro que antes daba matemáticas avanzadas, hoy debería estar enseñando programación de software, por ejemplo. Esto solo con presión social va a cambiar.

Te pido que cuando vayas por la calle cuentes cuantos letreros de vacantes observas en lonas, publicidad, etc. Y luego veas las cifras de desempleo. Te darás cuenta de este fenómeno que, tarde o temprano, nos iba a traer la nueva revolución industrial. Este fenómeno en Ciudad Juárez es el doble de grande.

Si esto es tan lógico. ¿Por qué seguimos estancados en lo mismo? No desperdiciemos oportunidades de desarrollo por un tema que podemos mitigar un poco.