/ sábado 17 de noviembre de 2018

El gasto en productos sí genera empleos… no en comisiones

Me inquieta y me llama la atención la poca intervención de los usuarios de la banca. Tal parece que no hay una digna representación de proteger el lastimado patrimonio de las personas de menores ingresos.


A unos diez días del anuncio y propuesta por mi paisana Bertha Caraveo, y luego a la decisión de postergar el seguimiento a una de las iniciativas que son promesa de mejorar la calidad de vida para todos los mexicanos, con exepción de los accionistas de los bancos, se ha enfriado este tema.


Las posturas contundentes de quien preside la Condusef han sido más que claras al exhibir los enormes ingresos que les representan en ganancias a los bancos las “humildes comisiones… de pocos pesitos”, a ese sector que se sigue privilegiando por los gobiernos en turno.


Así también se pronunciaron algunos colegas, entre ellos de la columna Namasté. Y ya lo decía también jubilosamente Denisse Dresser, quien ha sido una de las mejores críticas a las acciones que están tomando los nuevos gobernantes: “Aquí una buena iniciativa que beneficiará a ciudadanos y consumidores actualmente expoliados por bancos que cobran comisiones demasiado altas o indebidas”.


Esas comisiones, muchas de las cuales son solamente trámites electrónicos que vorazmente saquean el bolsillo de los trabajadores, precisamente ahora que el dinero se está retirando de circulación en la mayoría de los países por seguridad y por el bajo costo del dinero electrónico en contra del manejo de billetes. Y acá la banca en México se hincha de ingresos ya que en esos países se les regula.


El “teatro de la caída de la bolsa” no necesariamente fue ocasionada por “la noticia”, como quieren hacer creer los analistas. Vean las bolsas, por ejemplo la de Estados Unidos, y verán que en los mismos días cayeron las acciones de la mayoría de las empresaas y por diferentes razones. No, hasta allá no les llegó la “noticia”.


El dinero tiene un recorrido que en este caso, al reducir y eliminar comisiones beneficia al resto de los sectores productivos. Como no soy economista o especulador, lo planteo con un razonamiento de carne y hueso: los pesos que se ahorren los empleados, obreros, amas de casa y población en general no irán a un fondo de ahorro. No están sobrando recursos.


Que no nos quieran confundir: lo que se deje de pagar de comisiones se gastará en alimentos, ropa, arreglos de las casas, gastos de los hijos, gastos generales de las familias. Ese gasto hecho a través del comercio irá a pagar los insumos de los fabricantes, es decir de la industria.

Así de fácil. Ese dinero, gastado así, sí genera empleos, sí mueve la economía y la mueve inmediatamente.


Me inquieta y me llama la atención la poca intervención de los usuarios de la banca. Tal parece que no hay una digna representación de proteger el lastimado patrimonio de las personas de menores ingresos.


A unos diez días del anuncio y propuesta por mi paisana Bertha Caraveo, y luego a la decisión de postergar el seguimiento a una de las iniciativas que son promesa de mejorar la calidad de vida para todos los mexicanos, con exepción de los accionistas de los bancos, se ha enfriado este tema.


Las posturas contundentes de quien preside la Condusef han sido más que claras al exhibir los enormes ingresos que les representan en ganancias a los bancos las “humildes comisiones… de pocos pesitos”, a ese sector que se sigue privilegiando por los gobiernos en turno.


Así también se pronunciaron algunos colegas, entre ellos de la columna Namasté. Y ya lo decía también jubilosamente Denisse Dresser, quien ha sido una de las mejores críticas a las acciones que están tomando los nuevos gobernantes: “Aquí una buena iniciativa que beneficiará a ciudadanos y consumidores actualmente expoliados por bancos que cobran comisiones demasiado altas o indebidas”.


Esas comisiones, muchas de las cuales son solamente trámites electrónicos que vorazmente saquean el bolsillo de los trabajadores, precisamente ahora que el dinero se está retirando de circulación en la mayoría de los países por seguridad y por el bajo costo del dinero electrónico en contra del manejo de billetes. Y acá la banca en México se hincha de ingresos ya que en esos países se les regula.


El “teatro de la caída de la bolsa” no necesariamente fue ocasionada por “la noticia”, como quieren hacer creer los analistas. Vean las bolsas, por ejemplo la de Estados Unidos, y verán que en los mismos días cayeron las acciones de la mayoría de las empresaas y por diferentes razones. No, hasta allá no les llegó la “noticia”.


El dinero tiene un recorrido que en este caso, al reducir y eliminar comisiones beneficia al resto de los sectores productivos. Como no soy economista o especulador, lo planteo con un razonamiento de carne y hueso: los pesos que se ahorren los empleados, obreros, amas de casa y población en general no irán a un fondo de ahorro. No están sobrando recursos.


Que no nos quieran confundir: lo que se deje de pagar de comisiones se gastará en alimentos, ropa, arreglos de las casas, gastos de los hijos, gastos generales de las familias. Ese gasto hecho a través del comercio irá a pagar los insumos de los fabricantes, es decir de la industria.

Así de fácil. Ese dinero, gastado así, sí genera empleos, sí mueve la economía y la mueve inmediatamente.